¿Acoso e intento de abuso sexual?: los jóvenes acusados de asesinar al diácono relataron cómo se produjo el crimen

Uno de los detenidos contó que conocía a Guillermo Luquín desde hacía más de cinco años

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Una relación previa, denuncia de años de acoso y una noche con un inesperado desenlace trágico habrían sido los datos obtenidos por los investigadores del crimen del diácono de Lomas de Zamora, Guillermo Luquín, después de las detenciones de los dos jóvenes que están acusados de ser los autores materiales del asesinato.

Los apresados, de 19 y 20 años, dieron sus primeras versiones al ser detenidos en sus domicilios. En ese instante, al menos uno de ellos habría confesado haber protagonizado el crimen de Luquín y aseguró que el ataque respondió a un supuesto intento de abuso sexual por parte de la víctima.

Luquín fue encontrado sin vida el domingo por la mañana envuelto en una sábana dentro de una habitación de su casa en Temperley. Su cadáver tenía múltiples heridas de arma blanca y marcas de un fuerte golpe en su cabeza, que habría sido hecho con un velador del mismo domicilio.

Los detenidos son dos jóvenes iniciales R.J.C. y L.I.M., de 19 y 20 años de edad, y según el testimonio en el domicilio de uno de ellos -que fue dicho ante la Policía Bonaerense que los detuvo, que no tiene validez como prueba en el expediente y que no forma parte de su declaración indagatoria- la relación de él con el cura llevaba más de cinco años y desde entonces había sido tormentosa.

R.J.C. aseguró que conocía a Luquín desde que él tenía 14 años. Habría dicho que fue acosado desde un primer momento por el diácono a lo largo de todo ese tiempo pero que nunca se había animado a denunciarlo.

Los dos jóvenes fueron detenidos en sus respectivos domicilios
Los dos jóvenes fueron detenidos en sus respectivos domicilios

De acuerdo con su relato ante los investigadores, el sábado Luquín lo invitó a su domicilio para charlar y ayudarlo a conseguir un trabajo. El joven dijo haber aceptado la invitación con la única condición de poder acudir a la casa del clérigo con su pareja, L.I.M. Luquín aceptó.

Los dos jóvenes habrían llegado a la casa del diácono cerca de las 23:30 del sábado. Después de tomar unos vasos de gaseosa, L.I.M. habría pedido pasar al baño. R.J.C. afirmó que en ese momento, Luquín lo invitó a la habitación con la excusa de mostrarle unos cuadros. Allí, el diácono habría comenzado a desvestirse y luego se empezó a masturbar encima de la cama mientras lo invtiaba a mantener relaciones sexuales.

El joven aseguró haberse negado y que fue en ese instante en el que Luquín se habría abalanzado sobre él para abusarlo: intentó besarlo y trató de meter un dedo en su ano.

Uno de los chicos aseguró haber conocido de antemano a la víctima
Uno de los chicos aseguró haber conocido de antemano a la víctima

De acuerdo con el testimonio del acusado, fue entonces cuando se inició el forcejeo. Una vez que su pareja apareció en escena, habría agarrado el velador de la habitación y se lo impactó en la cabeza al diácono.

El detenido dijo que Luquín habría tomado un cuchillo que tenía en la habitación y trató de atacarlos a puñaladas. Allí se produjo un nuevo forcejeo que terminó con Luquín desvaneciéndose a causa de las heridas mortales. El joven habría afirmado que en ese momento ambos decidieron huir del lugar.

La escena del crimen: una botella de gaseosa y el cajón de los cubiertos abierto
La escena del crimen: una botella de gaseosa y el cajón de los cubiertos abierto
Una de las claves en la detención de los acusados se produjo gracias a la identificación de los vasos usados durante la noche del crimen
Una de las claves en la detención de los acusados se produjo gracias a la identificación de los vasos usados durante la noche del crimen

La presunta acusación por acoso e intento de abuso de uno de los detenidos condice con una información brindada en la jornada del lunes por el propio hermano de Luquín, residente en Córdoba. El hombre afirmó que años atrás, el diácono había recibido una denuncia en su contra en las redes sociales en la que se lo acusaba de haber intentado llevar a un menor de edad a un lavadero para abusar sexualmente de él. Así y todo, esa denuncia nunca fue efectuada ante la Justicia.

Guillermo Luquín, de 52 años, fue encontrado envuelto en una sábana con las heridas mortales
Guillermo Luquín, de 52 años, fue encontrado envuelto en una sábana con las heridas mortales

Las detenciones fueron llevadas a cabo por efectivos de la Jefatura Departamental de Lanús, la Distrital de Lomas de Zamora y la DDI local, áreas pertenecientes a la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

Precisamente, el trabajo de los peritos forenses fue clave, ya que las detenciones se pudieron producir gracias a la identificación de las huellas dactilares de los detenidos en los vasos de gaseosa utilizados durante esa noche.

En las últimas horas, salieron a la luz dos imágenes de la escena del crimen. En una de ellas, se ve dos de los vasos de vidrio que se utilizaron durante la noche del sábado. Son los mismos vasos que resultaron determinantes para la identificación de las huellas dactilares. En la otra foto, se ve la mesa con la gaseosa y, en el fondo, el cajón de cubiertos abierto. No se sabe si el cuchillo con el que se cometió el asesinato fue retirado de allí.

Durante la mañana de hoy, los dos jóvenes comenzaron a prestar su declaración indagatoria ante el fiscal Gerardo Mohoraz de la UFI Nº 6 de Lomas de Zamora.

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