Dos hermanas, de 80 y 84 años, fueron víctimas de un violento e insólito robo en la ciudad bonaerense de Santa Teresita. El sábado pasado, hacia las 14, un hombre y una mujer ingresaron en una casa ubicada en la esquina de las calles 44 y 4, torturaron a las dueñas y se llevaron lo que pudieron en bolsos. Pero más allá de la brutalidad del hecho, hubo un detalle que sorprendió a la policía: la pareja entró a la vivienda con su bebé en brazos.
Fueron casi dos horas de golpes brutales e insultos. En ese tiempo hicieron lo que quisieron y con absoluta impunidad. Los delincuentes destruyeron casi toda la casa buscando objetos de valor en cada uno de los rincones. Incluso, llegaron a cortar los sillones con cúters creyendo que las dueñas escondían dinero. En el medio, ataron a las víctimas con precintos y las agredieron de la peor manera.
"Me pegaban con una saña tremenda. Tengo chichones en la cabeza y me desfiguraron toda la cara. Calentaban un cuchillo con fuego y me lo ponían en la cara. No perdí el ojo de milagro", relató a TN Esther, una de las hermanas robadas. A la bebé -continuó la mujer- la tiraban arriba del sillón y lloraba. "Me parece que estaban drogados. No creo que se le haga eso a un ser humano grande. Me da terror pensarlo. Por eso nos vamos a ir de la casa. Vamos a mudarnos a un departamento. No nos queda otra", agregó la mujer.
Como no encontró el dinero que buscaba, la pareja puso en los bolsos objetos personales y hasta comida. "Se llevaron sábanas, ropa, cosas del freezer y hasta yogures. Dejaron todo destruido", comentó Esther, quien reveló que al hombre ya lo conocía de antes. "Son chorros de la zona. Tienen aguantaderos. Acá los conocen", dijo.
Sin embargo, una inesperada visita dio por terminado todo de manera abrupta. El jardinero que trabaja con las jubiladas desde hace años llegó a la casa. Al ver que las cortinas estaban cerradas y nadie respondía, el hombre empezó a gritarle a las mujeres porque la situación le generó preocupación. Esto obligó a los ladrones a emprender la huida de manera desesperada.
Según se puede ver en un video registrado por la cámara de seguridad del patio de la casa, tomaron a la bebé y los bolsos, y treparon por encima de una pared. En un momento, el hombre quiso arrojar a la pequeña pero al darse cuenta de que no podía, primero ayudó a su mujer a pasar del otro lado y después le entregó a la nena. Finalmente escaparon y por el momento son intensamente buscados por la policía.
"Hasta el cepillo se robaron. Me iba a peinar y no lo encontré. Yo voy a ir hasta las últimas consecuencias para que los agarren", advirtió Esther.