Una comisaría de Hurlingham, en el Gran Buenos Aires, fue escenario de un motín activado por 18 detenidos, quienes prendieron fuego telas y colchones y provocaron que varios policías que los custodiaban y algunos de ellos mismos, terminaran trasladados debido a principios de asfixia.
El episodio ocurrió el último domingo en la comisaría 3ª de la localidad de William Morris. Dentro de los calabozos, se sospecha que tres de los 18 detenidos iniciaron el incendio al prenderle fuego a una frazada y un colchón.
Los policías llamaron rápidamente a los Bomberos de la zona, quienes controlaron el incendio. También reclamaron la presencia de médicos, que atendieron al teniente Jorge Figueroa, imaginaria del sector de calabozos, quien sufrió principios de asfixia, a otros dos policías y tres presos.
Según comentaron fuentes policiales, todo comenzó en la celda 1 del sector de los calabozos, donde había siete detenidos. Y se extendió a la celda 2, donde estaba el resto de los detenidos penales.
Varias ambulancias trasladaron a una Unidad de Pronta Atención (UPA) a los afectados por el monóxido de carbono, pero rápidamente constataron que estaban fuera de peligro.
El fiscal de Morón Pablo Ravizzini abrió un expediente bajo la carátula de "motín" y dispuso que en la comisaría solo quedara la cantidad "ideal" de presos, por lo que se hicieron movimientos y dejaron solamente a nueve de ellos.
"Nos encontrábamos ingresando a la comisaría en horario de visita, de repente empezamos a escuchar gritos, ver corridas, nos desalojaron a todos, dejando a los detenidos adentro con el fuego", comentó un allegado de un detenido al sitio Oeste Noticias.
Además, desde Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad evaluarán si existió negligencia de los policías.