"Soy inocente, me estoy muriendo en vida", dijo Marcela Mendoza (41) en la audiencia donde espera que le otorguen la excarcelación o, en su defecto, la prisión domiciliaria. La mujer fue condenada a perpetua en 2017 por el crimen de su pareja, pero el año pasado la sentencia fue anulada porque durante el juicio no se habían contemplado los antecedentes de violencia de género que sufría.
Mendoza se encuentra detenida en la Unidad Penal número 33 de Los Hornos, en La Plata. Padece celiaquía y, al no recibir el tratamiento adecuado en la cárcel, sufre problemas de trastornos múltiples en su salud, como psoriasis, baja de peso y caída del cabello.
El hecho por el que es juzgada ocurrió un 9 de agosto, cuando en la localidad de Bartolomé Bavio, partido de Magdalena, la mujer se reunió con su pareja, Eduardo Gómez, para hablar dentro de su auto. Anteriormente ella lo había denunciado por violencia sexual y doméstica, y además había solicitado una orden de restricción perimetral.
Dentro del vehículo, Gómez comenzó a acusarla de infidelidad. "Estaba muy enojado, como fuera de sí. Me dio un sopapo, me agarró de los pelos, me dijo 'hija de puta, todo esto va a terminar mal, te voy a matar'. Clavó los frenos y ahí vi que agarró algo del costado izquierdo y que me lo iba a arrojar", contó Mendoza en el juicio y agregó: "Nunca vi qué era, atiné a cubrirme el rostro con mis manos y automáticamente siento el fuego. Ahí estiro la mano, abro la puerta y me arrojo del auto". El vehículo se estaba incendiando.
Ella logró salir y arrojarse a un charco para apagar las llamas. Luego fue asistida por un automovilista que pasaba por la zona. Gómez, con quemaduras de gravedad, salió del auto y le gritó al conductor que esa "puta" lo quería "prender fuego".
Sin embargo, otra versión indica que fue la mujer quien le arrojó un líquido inflamable al hombre causándole quemaduras en el rostro, el tórax, el cuello y los brazos. Las llamas le afectaron el 70% del cuerpo. El hombre agonizó durante tres días y murió en el Hospital San Martín de La Plata. Ella fue detenida.
En 2017, el Tribunal Oral número 3 de La Plata no tuvo en cuenta los antecedentes de violencia de género que ella había sufrido y la condenó a prisión perpetua.
Al año siguiente, en un fallo dividido de la Sala I del Tribunal de Casación bonaerense, dos de los jueces votaron que se anule el juicio y que Mendoza aguarde en libertad la realización de uno nuevo. Por su parte, el tercer juez se pronunció a favor de que no se la revictimice y se la libere de inmediato.
Para los magistrados, el debate tuvo muchas irregularidades, faltaron peritajes y no se tuvo en cuenta una perspectiva de género al no ponderar las denuncias por violencia contra el hombre.
El abogado de la mujer, Adrián Rodríguez Antinao, quien presentó un hábeas corpus para la liberación de Mendoza, dijo a Télam: "El juez del Tribunal Emir Caputo Tártara debe resolver en los próximos días. Estuvo predispuesto a oír los fundamentos de nuestro pedido". Sin embargo, la fiscal Silvina Langone explicó que "sin motivos ni jurídicos ni fácticos, se negó a la libertad o a la morigeración del arresto que padece Marcela".
El abogado y la familia hablan de “femicidio judicial” porque es una mujer “que está condenada a pasar el resto de su vida en la cárcel por haberse salvado de la muerte”.
El letrado sostuvo que “lo que pretendía (Gómez) era que volviera con él, pero ella no aceptaba” y remarcó que era “imposible” hacerle frente al hombre, de 120 kilos de peso y 1,90 metros de altura, ya que la mujer pesa solo 55 kilos. “Es lamentable esta condena, la Justicia ha fallado enormemente, no ha estado a la altura de las circunstancias. Ella está detenida en la Unidad 33 de Los Hornos y tiene conducta 9 o 10″, añadió.
"Soy inocente y me estoy muriendo en vida", dijo la mujer en la audiencia el pasado miércoles. Tras escuchar los argumentos de la defensa y de la fiscalía, los integrantes del tribunal pasaron a un cuarto intermedio y decidirán si hacen lugar al pedido de la imputada.
Familiares de Mendoza crearon en Facebook un grupo (Justicia y Libertad para Marcela) donde defienden a la acusada y hablan de justicia "misógina".
"Ni muertas ni presas, sobrevivir no es delito", dice uno de los reclamos.
Florencia, hija de Mendoza, está disconforme por la postura de la fiscal Langone:"Dijo que como mujer ella no veía violencia de género y pidió una serie de pericias psiquiátricas y psicológicas, a lo que no le dieron lugar, y se opuso a la libertad". Y agregó: "Solo espero que en 15 días nos den una respuesta en libertad y tengamos a mamá en casa".
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