El empresario Ibar Esteban Pérez Corradi liberó decenas de cucarachas durante una audiencia en los tribunales de Comodoro Py, correspondiente al tercer juicio en su contra, en este caso por lavado de dinero. Lo hizo a modo de protesta por las condiciones de detención en el penal de Marcos Paz, donde cumple dos condenas que acumulan casi diez años de prisión.
La insólita y sorprendente escena se vivió el pasado martes en la sala AMIA del establecimiento judicial ubicado en el barrio porteño de Retiro. Su abogado defensor, Carlos Broitman, habría sido quien ingresó los insectos entre su ropa.
Un secretario que estaba presente consiguió un insecticida e intentó acabar con la plaga. No obstante, el Tribunal integrado por los jueces Daniel Obligado, Andriana Palliotti y José Martínez Sobrino decidió suspender la audiencia. Finalmente, Pérez Corradi fue enviado a revisión con el servicio médico.
El farmacéutico está siendo juzgado por lavado de dinero. Lo acusan de haber facilitado su cuenta bancaria para blanquear $312.677,79 de empresas y obras sociales vinculadas a la mafia de los medicamentos.
Pérez Corradi tuvo su primera condena en noviembre del año pasado. Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 8 de la ciudad de Buenos Aires Nicolás Toselli, Sabrina Namer y María Gabriela López Iñíguez le dictaron la pena de siete años de prisión por el desvío ilegal entre los años 2004 y 2008, de 1.900 kilos de efedrina para ser utilizada como precursor químico en la elaboración de drogas sintéticas por narcos internacionales.
El empresario se encargaba de traer al país la sustancia –un precursor químico que se utiliza para elaborar drogas sintéticas– para venderlo al narcotráfico.
El ingreso desproporcionado de efedrina al país quedó al descubierto tras el "triple crimen" de General Rodríguez, cometido en agosto de 2008, en el que fueron asesinados Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, caso por el cual sigue investigado.
Pérez Corradi se convirtió uno de los principales sospechosos: Forza le había querido robar un negocio y Pérez Corradi había prometido vengarse. Incluso, un testigo aseguró que le habían ofrecido dinero para matarlo.
Prófugo durante cuatro años, fue recapturado el 19 de junio de 2016 en Foz de Iguazú, Brasil, y extraditado al país desde Paraguay. Inmediatamente, quedó detenido en el edificio "Centinela" de Gendarmería Nacional bajo el régimen de protección de testigos e imputados del Ministerio de Justicia de la Nación.
En el marco de la investigación, apeló a la figura legal de arrepentido. En el rol de imputado-colaborador, declaró en unas diez ocasiones para confirmar que había comercializado estupefacientes y había hecho ingresar efedrina al país: unos 14 mil kilogramos de esa droga. En sus declaraciones, también involucró a policías federales y funcionarios de Aduana.
Aquel fallo en su contra no fue el único. 36 días después del primero, el Tribunal Oral en lo Penal Económico (TOPE) 2 de Capital Federal le atribuyó el delito "contrabando agravado" y lo sentenció a dos años y cinco meses de prisión efectiva por el contrabando de al menos 50 kilos de efedrina desde China e India a través de encomiendas que se enviaron entre junio y julio de 2008.
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