Un joven fue condenado este martes a la pena de prisión perpetua por el femicidio de su novia Mónica Garnica Luján, una estudiante universitaria quemada a fines de 2017 en una vivienda del partido bonaerense de Berazategui.
La decisión fue adoptada por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 quilmeño y recayó sobre Ángel Saracho de 26 años, quien fue condenado por el delito de "homicidio triplemente agravado por alevosía, por el vínculo y por violencia de género" de la joven.
El fallo fue coincidente con lo que habían solicitado en sus alegatos el fiscal del juicio Sebastián Videla y la abogada Claudia Perugino, representante de la familia de la víctima.
En tanto, los abogados particulares de Saracho habían pedido que fuera absuelto al considerar que no quedó comprobado que haya tenido la intención de prenderla fuego, que el contexto de violencia de género era "mutuo" y que él ya fue condenado por los "medios" de comunicación.
Tras los alegatos y antes de conocer la sentencia, el imputado había asegurado en sus "últimas palabras" que la muerte de la Mónica se trató de un "accidente".
Una de las pruebas que tuvo en cuenta el tribunal para condenar a Saracho fue el testimonio que dio durante el juicio la testigo Claudia López Rivera, amiga de la víctima, quien contó que la víctima le había comentado sobre las agresiones a las que el imputado la sometía.
También basaron su acusación en que el propio Saracho, al declarar en el juicio, se situó en el lugar donde él prendió fuego la ropa de ella durante una discusión, aunque aclaró que Garnica Luján se arrojó sobre las llamas.
Según su testimonio ante los jueces Pablo Pereyra, Félix Roumieu y Fernando Celesia, todo comenzó con una discusión de pareja en la que ella sacó de un placard su ropa y la tiró al piso.
El acusado contó que, en ese momento, tomó un frasco de alcohol con el que roció la ropa de Garnica Luján e inmediatamente las prendió fuego, tras lo cual negó que la haya quemado directamente.
El imputado dijo que su concubina se arrojó sobre las llamas y a raíz de ello se comenzó a prender fuego y sus familiares la socorrieron.
No obstante, la versión que dio Saracho se contradijo con la de otros testigos que declararon frente al Tribunal.
El hecho ventilado en el debate ocurrió el 23 de diciembre de 2017, en el domicilio de la pareja, situado en calles 116 y 24 de Berazategui, en la zona sur del Gran Buenos Aires, donde no hubo testigos directos ya que ni los hijos se encontraban en el lugar.
En un primer momento, Garnica Luján fue trasladada al Hospital Evita Pueblo de Berazategui, donde constataron que presentaba quemaduras en el 55 por ciento de su cuerpo.
Al requerir un tratamiento de mayor complejidad debido a esas lesiones, la víctima fue derivada luego al Hospital del Quemado en Caballito donde murió el 10 de enero de 2018.
Al momento del crimen, Garnica Luján, de nacionalidad boliviana, estudiaba para instrumentista en la Universidad Nacional Arturo Jauretche de Florencio Varela y vendía especias en el mercado de Quilmes.
Inicialmente, Saracho contó a la Policía que la discusión comenzó porque él descubrió que su mujer le había enviado algunas fotografías desnuda a un compañero de facultad.
Sin embargo, el acusado se negó a declarar luego en su indagatoria ante la fiscal que instruyó la causa y requirió su detención, Gabriela Mateos.
Por su parte, los investigadores no encontraron ningún elemento de combustión en la casa y se sospecha que Saracho -que también sufrió algunas quemaduras pero de carácter leve- lo pudo haber descartado antes de quedar detenido.
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