Un médico de la ciudad mendocina de Luján de Cuyo fue procesado por "homicidio simple con dolo eventual y lesiones graves" después de que se comprobara que conducía su auto en estado de ebriedad al momento de impactar contra un taxi y provocar la muerte de una joven de 27 años.
El hecho ocurrió el sábado pasado por la mañana en Godoy Cruz. Luciana Montaruli viajaba junto a su amiga Fernanda Egaña, de 24 años, en un taxi hacia sus respectivos domicilios, después de haber salido a bailar la noche anterior.
Justo cuando el vehículo transitaba por Acceso Sur, entre Rodríguez Peña y Alsina, fue embestido por un Volkswagen Gol desde detrás. El impacto fue tal que el conductor del taxi perdió el control de su auto, chocó contra las guardas de contención y quedó volcado.
Como consecuencia del siniestro, Montaruli perdió la vida en el instante. Mientras, tanto Egaña como el taxista, Ricardo Ruiz, de 48 años, quedaron atrapados entre los hierros retorcidos y tuvieron que ser sacados de allí por los bomberos de Mendoza capital.
En estas horas, ambos se recuperan favorablemente de las heridas en el Hospital Central y sus vidas no corren peligro.
Así, todos los focos quedaron puestos sobre la figura del conductor del VW Gol. Se trata de José Paulos, un médico de 34 años que posee un consultorio en Luján de Cuyo. Horas después del accidente, efectivos policiales le realizaron al galeno un control de alcoholemia y el resultado fue estremecedor: 2,06 gramos de alcohol en sangre, cuando lo permitido es 0.5.
Los primeros peritajes indicaron que el VW Gol circulaba entre 100 y 130 km/h al momento del impacto y, según el relato de testigos, el médico quiso escapar de la escena y fue frenado por otros automovilistas.
Paulos también sufrió heridas graves, por lo que todavía se encuentra internado en el Hospital Español, centro de salud donde incluso trabaja.
La fiscal de Tránsito Liliana Giner asumió el caso y, de acuerdo a los datos recabados y al testimonio de algunos testigos, optó por aplicarle la carátula más grave al médico. En caso de que la justicia lo encuentre culpable, Paulos podrá recibir una pena de entre 8 y 25 años. La condición de médico agrava la situación del imputado, ya que tenía conocimientos específicos sobre los efectos del alcohol al volante.
Hasta el momento, Paulos permanece internado con consigna policial dentro del Hospital Español. Aún no se sabe cuál será su destino una vez que reciba el alta médica.
En principio, se cree que el acusado será derivado a un penal de la ciudad de Mendoza. Por su lado, su abogado defensor intentaría que la justicia le conceda la prisión domiciliaria para que termine de curarse de sus heridas.
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