Hoy por la tarde, Juan José Navarro Cádiz, "El Cebolla", de 24 años de edad, señalado como el presunto asesino del diputado radical Héctor Olivares y el funcionario Miguel Yadón, declarará finalmente ante la Justicia tras un pedido de su defensa a cargo del abogado Ramón Arigós; el juez Marcelo Iturralde y la fiscal Estela Andrades, encargados de investigar el doble crimen, lo esperan poco después de las 15 horas.
Paradójicamente, Navarro Cádiz -detenido en Paysandú, Uruguay, de donde fue extraditado el viernes pasado en un vuelo en un avión de la Policía Federal- se había negado a declarar tras llegar al país. Su negativa tiene una explicación
"No se sentía bien", dice el abogado Arigós en diálogo con Infobae: "Estaba cansado, estuvo hasta las 2 de la mañana en Tribunales". Pero, principalmente, "El Cebolla" no declaró, según asegura Arigós, porque dice que no recuerda lo que pasó, "por el shock, por los disparos, por el alcohol y más que nada por las drogas que tenía encima".
"El Cebolla", asegura el abogado, habría consumido una cantidad importante de "alcohol y cocaína" en la madrugada del crimen, "mucha, desde las 10 de la noche, una ingesta faraónica". El presunto asesino, asevera Arigós, es un adicto "hace siete años, desde sus 17".
Para confirmar este punto, Arigós asegura que pidió pericias toxicológicas y neurológicas para su cliente.
Navarro Cádiz fue trasladado esta madrugada a Tribunales desde el penal de Marcos Paz donde comparte un pabellón con su padre, Miguel Navarro Fernández, nacido en España, miembro de la comunidad gitana como él, acusado de encubrimiento y arrestado en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, mientras acompañaba a Juan Jesús Fernández, "El Gitano", también pariente del "Cebolla" y el dueño del Volkswagen Vento desde donde salieron las balas en Plaza Congreso en la madrugada del jueves 9 de mayo. El testimonio de Fernández, que señala a Navarro Cádiz como el asesino, es la principal prueba para imputarle al joven la autoría material.
Que Navarro Cádiz esté encerrado junto a su padre es algo positivo para el abogado Arigós: el defensor busca que "El Cebolla" recuerde, que lo que pasó en la madrugada de Plaza Congreso le vuelva a la memoria. "No me voy a quedar con la versión de Fernández de que mi defendido lo mató. La idea es que Navarro Cádiz recuerde para saber cómo defenderlo".
Ayer, el joven se reunió con su madre, que lo acompañó en su fuga a Paysandú y que fue demorada por la Policía uruguaya. Aparentemente, dice Arigós, "algo recordó". El defensor buscará tener una charla previa con Navarro Cádiz antes de su declaración ante la fiscal y el juez.
Su padre y "El Gitano" Fernández también fueron citados a declarar en la jornada de hoy. Ya lo habían hecho, pero sus indagatorias deberán ampliarse de cara al reciente agregado de la figura de alevosía en la calificación del caso.
Fuentes judiciales descartan por lo pronto un careo entre "El Cebolla" y "El Gitano". Varias pruebas incriminan al joven: el arma calibre 40 con la que se mató a Olivares y Yadón fue encontrada en su casa. Néstor Roncaglia, jefe de la PFA, aseguró que se observó en cámaras de seguridad a Navarro Cádiz caminando por las inmediaciones del hecho, en dirección a su casa y descartando en el camino seis balas en dos cestos de basura.
Hasta ahora, no hay pruebas que vinculen al "Cebolla" y al "Gitano" con Yadón y Olivares. Un doble asesinato por capricho es la única hipótesis que cobra fuerza.
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