El sábado por la noche, en la localidad de Marcos Paz, una mujer fue asesinada de un balazo en la cabeza cuando estaba por entrar al salón de eventos donde su nieta festejaba sus 15 años. Por el crimen fue arrestado su ex esposo, un efectivo de seguridad retirado de la Policía de la provincia de Buenos Aires.
Alrededor de las 21, Cristina Noemí Rodríguez (56) descendió de una camioneta junto a su pareja y un menor de 11 años, hijo de él, para ingresar en "Peto Eventos", un salón de fiestas ubicado en Avenida Rivadavia y Feijoo, donde su nieta celebraba su cumpleaños de 15.
En ese momento se apareció sorpresivamente su ex esposo, Hugo Orlando Ibarra (57), policía retirado con el rango de suboficial mayor, ex miembro de la división Caballería de la Policía Bonaerense, quien según el relato de testigos, dijo: "Viste que te encontré, hija de puta".
Allí, Ibarra sacó un arma de fuego y le disparó en la cabeza. Cristina murió en el acto.
Ibarra intentó escapar eludiendo a la seguridad privada del salón pero finalmente fue reducido por mozos a los pocos metros. Tras un llamado al 911, fue detenido por personal policial que le secuestró una pistola Bersa de nueve milímetros con la que efectuó el crimen.
Sofía, una joven de 24 años hija de la mujer asesinada y del ex efectivo de seguridad, contó a Télam que sus padres habían estado casados durante 28 años, hasta que en noviembre del año pasado, por decisión de la mujer, se separaron. Ibarra le había sido infiel a su esposa, sin embargo "le rogaba" para que no lo dejara.
"Era una persona que tenía cero tolerancia al rechazo", describió Sofía quien agregó que tras la separación el femicida "hostigaba permanentemente" a su madre, razón por la cual había orden de restricción perimetral impuesta por la Justicia.
La joven contó que en los últimos días su padre publicaba estados de WhatsApp con referencias satánicas y se despedía de sus amigos. Ibarra, de acuerdo a información previsional, dejó la fuerza policial en febrero de este año. "Le tocaba por la edad", asegura una fuente ligada a los organismos de seguridad de la provincia.
Había existido una amenaza previa. El 8 de mayo, Ibarra ya había amenazado a su ex mujer por teléfono. "Te voy a matar", le dijo. Rodríguez temió. Sabía que su ex tenía armas en su casa, lo que disparó una denuncia por amenazas que recayó en una UFI local, la número 5, que dispuso se cite al ex policía. Intervino también un juzgado de paz, que determinó una restricción perimetral. Se registró la casa de Ibarra, pero no se encontraron pistolas.
La perimetral también tenía el objetivo de proteger a otra hija de Cristina, sin embargo Ibarra se acercó hasta la puerta de la casa. Por este motivo Sofía le exigió una explicación de por qué había violado la restricción, a lo que el oficial retirado respondió amenazándola: "Callate hija de puta, ya te voy a encontrar y te voy a matar".
Cristina trabajaba como telefonista en el hospital municipal de Marcos Paz. Desde el municipio emitieron un comunicado expresando "dolor y espanto ante este asesinato aberrante que se llevó la vida de una querida empleada".
"Queremos abrazar a su familia en un momento de dolor tan injusto. Acompañamos todas las acciones que permitan que la Justicia se expida rápidamente y acompañamos también el dolor de las y los empleados municipales y de la comunidad en su conjunto que hoy se encuentra de duelo por nuestra compañera asesinada", expresó el comunicado.
El fiscal Sebastián Villalba, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 del Departamento Judicial Mercedes, investiga el caso, mientras que el ex policía quedó detenido imputado por el delito de "homicidio agravado por el vínculo".
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