Patricio Ruiz Díaz, 40 años de edad, camionero de profesión según él mismo, no se iba a entregar tan fácil cuando le gritaron "¡alto, policía!" Enfurecido, Ruiz Díaz tomó el volante de la camioneta Volkswagen Suran que manejaba y dobló violentamente en una bajada de la Panamericana, a la altura de Ingeniero Maschwitz, a contramano del tránsito. Continuó su carrera hasta un lugar que creía seguro, una casa en la calle Ricardo Fernández al 1400 de en la misma localidad. Fue interceptado justo antes de llegar.
Poco después, el resto de su banda comenzó a caer, uno por uno, siete detenidos en total -entre ellos tres hermanos- en dos operativos realizados en la zona por la Delegación Zárate-Campana de la Policía Bonaerense con la colaboración del Comando Escobar.
El Juzgado Federal de Campana, a cargo de Adrián González Charvay con la secretaría de Matías Latino, había llelgado al dato de una banda que se dedicaba al comercio de drogas en su jurisdicción con vehículos de alta gama. Encontraron droga: 920 kilos de marihuana, once de cocaína, otros dos kilos de sustancias de corte. También vehículos, una Toyota Hilux, un Volkswagen Bora, una Reunalt Trafic, así como seis patentes sueltas para intercambiar cuando hiciera falta.
También había prensas hidráulicas para compactar droga, seis balanzas, 187 mil pesos en efectivo, cuatro chalecos antibalas, handys, celulares, uniformes policiales.
Y armas, muchas armas.
El operativo contra Ruiz Díaz, sospechado de ser un tirador experto, reveló el mayor arsenal en poder de un narco bonaerense en los años recientes, decididamente más que el que ostentaba Richard Castillo Salazar, "El Mocosón", un ex sicario peruano que intentó copar la villa Las Achiras de La Matanza en septiembre de 2016 con un stock de alita de mosca, cocaína peruana de alta calidad y una importante ametralladora Hecler & Koch rara vez vista en el país. La pieza central del armamento atribuído a Ruíz Díaz es un fusil semiautomático Colt AR-15 calibre 5.56 con municiones todavía en su clip.
El AR-15, según la NRA, la National Rifle Association, es el fusil más vendido en el mercado estadounidense: hay al menos nueve millones en circulación. Es, tristemente, la pieza central de las principales masacres de los últimos años con pistoleros que disparan a mansalva sobre extraños. Fue empleado en la masacre de la escuela Sandy Hook, en 2012, donde Adam Lanza asesinó a 27 personas, entre estas, 20 niños; en la matanza en un cine en Aurora, Colorado, donde James Holmes asesinó a 12 personas, también en 2012; en 2015, en San Bernardino, California, donde Syed Farook mató a 14 personas; y en 2017 en Las Vegas, Nevada, donde Steven Paddock asesinó a 58 personas, en la que es hasta el momento la peor masacre en la historia de los Estados Unidos.
También se encontró una ametralladora italiana Franchi, modelo Spas 15, un fusil FAL, cuatro pistolas Beretta y Bersa, una de ellas calibre 40, además de una bolsa llena de balas.
Los resultados del operativo fueron presentados este mediodía por el juez González Charvay y el ministro de Seguridad Cristian Ritondo.
Queda, entre otros interrogantes, determinar cómo es que la banda de Ruiz Díaz llegó a armas importadas de semejante porte.
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