Juicio al médico que mató a tiros a un ladrón: un jurado "sin enojados por la inseguridad" y los dos testigos misteriosos

Un gasista, un estudiante de la UBA y una maestra de inglés entre otros vecinos de San Martín deberán dar su veredicto para Lino Villar Cataldo en el debate oral que comenzó ayer. El proceso de selección y los huecos del caso que siguen hasta hoy

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Entreabierto: Villar Cataldo en el
Entreabierto: Villar Cataldo en el juicio con su abogado defensor (Fabián Ramella)

Este lunes, el Tribunal Oral Criminal Nº3 de San Martín celebró la primera audiencia en el juicio contra Lino Villar Cataldo, el médico que mató a un ladrón en 2016. Será un juicio por jurados. Un gasista matriculado, una maestra de inglés, un empleado de una empresa de logística y un estudiante de la UBA son algunas de las personas que, desde hoy, deberán decidir si Villar Cataldo es culpable o inocente. El cirujano puede recibir una pena de hasta 25 años por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

La polémica que generó el caso fue notable. El 26 de agosto de 2016 por la noche, Villar Cataldo sacaba su Toyota Corolla gris plata del garage de su casa en San Martín cuando Ricardo "Nunu" Krabler, de 24 años, lo abordó para robarle el auto.

Primero le dio un culatazo y lo bajo del vehículo. Luego lo tiró al piso. El ladrón apoyó su pistolón en el asiento y se sentó encima. Villar Cataldo rodó hasta el cantero de su casa y tomó su Bersa Thunder Pro 9mm que había escondido minutos antes al salir. Luego de eso siguieron cuatro disparos que salieron del arma del cirujano. Todos impactaron en el cuerpo de Krabler, que murió en el acto.

El caso tomó trascendencia nacional y se transformó en un paradigma. Algo así como había sucedido con el caso del ingeniero Santos en la década del 90. El cirujano dio varias entrevistas en televisión, aclamado por unos, repudiado por otros, una víctima o un victimario según quien opine, con un asiento en la mesa de Mirtha Legrand.

"Era mi vida o la de él. Me apuntaba con el arma y me decía que me iba a matar. No tuve otra opción. Corría riesgo mi vida. Incluso me pisó las piernas con el auto", declaró el doctor en varias oportunidades.

Invitado: Villar Cataldo en la
Invitado: Villar Cataldo en la mesa de Mirtha.

Sin embargo, Diana Mayko, la fiscal que llevó la instrucción del caso, nunca le creyó.

Mayko consideró en su elevación a juicio que al momento en el que Villar Cataldo disparó su vida ya no corría riesgo. Basó su escrito en un punto que hasta ahora no pudo ser explicado por ninguna pericia ni por la defensa del cirujano: si el delincuente estaba sentado en el asiento del conductor apuntándole al médico (que estaba en el piso) a través de la ventanilla, ¿como se entiende que luego de los disparos el pistolón apareció en el asiento, debajo del cuerpo de Krabler? Lo que la fiscalía siempre creyó es que el ladrón se sentó arriba del arma y se estaba escapando cuando recibió los disparos.

Pasaron casi tres años y ahora el médico cirujano está sentado en el banquillo de los acusados. Villar Cataldo tomó sus chances. Junto a su defensa, encabezada por el abogado Diego Szpigiel, decidieron que lo mejor era ir a un juicio con jurado popular.

La selección

Cerca de las 8 de la mañana comenzaron a llegar a los tribunales de San Martín unas 65 personas que habían sido citadas por el tribunal, hombres y mujeres comunes y sin ningún tipo de conocimiento jurídico. Algunos minutos después, en el primer piso del edificio, la defensa, la querella y la fiscalía comenzaron a hacer la depuración para llegar a los 12 que finalmente fueron seleccionados.

"El eje central de los cuestionamientos tenía que ver con la inseguridad. Las primeras cinco preguntas eran para saber si había sufrido, ellos o algún familiar, algún hecho de inseguridad en el corto plazo. Si bien no era determinante, buscamos gente que no esté puntualmente enojada o con bronca por algo reciente", señalaron fuentes del tribunal.

Silvia Krabler, madre del ladrón
Silvia Krabler, madre del ladrón muerto que declaró hoy en el juicio

Recién cerca de las 13 el jurado popular quedó confirmado, seis hombres y seis mujeres que deberán escuchar durante aproximadamente una semana testigos del hecho, a la familia de la victima, peritos y al propio Villar Cataldo para luego reunirse y entre todos llegar a un veredicto por mayoría.

"Son todos laburantes, gente joven que vive por la zona de San Martín. Todos con ocupación distinta. Como siempre había gente que se quejaba por estar ahí. Dentro de los elegidos hubo algunos que se quejaron, pero nada fuera de los normal", confió una de las partes que participó de la elección.

A las 14.30 se dio inicio formal al juicio. De un lado estaba el doctor Villar Cataldo con un traje azul y camisa rosa y del otro, Silvia Krabler, madre del delincuente asesinado. Su testimonio fue el primero en el debate oral.

Cuatro a quemarropa

La mujer hizo hincapié en que su hijo nunca tuvo intención de matar al doctor: "Tenía el arma abajo del cuerpo. No sabía manejar el auto porque era automático. El médico miente, le metió cuatro tiros a quemarropa", dijo Krabler. Visiblemente conmovida pero sin llegar a llorar insistió en que su hijo "sólo quería robarle el auto, nada más. Este hombre lo mató a quemarropa".

En las próximas audiencias declararán dos testigos propuestos por la madre de Krabler, constituida como particular damnificada, dos testigos supuestamente presenciales. ¿Quiénes son? Todo en torno a estas personas es un misterio. Distintas fuentes judiciales confiaron a Infobae que siempre existió la sospecha de que en realidad no eran transeúntes que pasaban por el lugar sino cómplices del ladrón, algo que nunca pudo ser comprobado.

Luego de la declaración de la madre del delincuente muerto, en la audiencia se debatió sobre el contacto de los protagonistas con la prensa. Se determinó que mientras dure el juicio no podrá haber declaraciones de los implicados.

Tanto para ingresar como para salir del edificio, Villar Cataldo fue custodiado por la policía y prefirió puertas laterales para evitar ser visto.

Diego Szpigiel, defensor del médico.
Diego Szpigiel, defensor del médico.

Antes de comenzar la audiencia, el abogado Diego Szpigiel contó cómo fue la vida de su cliente en estos tres años tras el hecho: "La vida le dio un vuelco de 180 grados después del hecho. Perdió a sus pacientes, tuvo que jubilarse del hospital donde trabajaba y tuvo que trasladar a su familia a otro lugar. Creo que el caso de Villar Cataldo cambió el paradigma de los hechos de legítima defensa. En casos posteriores la Justicia aprendió y no va a detener a aquel que está siendo víctima del robo sino que analiza la circunstancia y toma decisiones en forma mucho más concreta y sincera".

Por la cantidad de testigos y prueba que será exhibida se espera que el veredicto se conozca entre el viernes y lunes que viene. En caso de que sea encontrado inocente, el médico se irá caminando a su casa, como llegó. Si por el contrario lo consideran culpable será la jueza Carolina Martínez quien determinará la cantidad de años de la condena.

Según estadísticas de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, en el 2018, se celebraron 104 juicios por jurado popular. En 69 oportunidades el acusado fue encontrado culpable, en 35 se fueron libres.

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