Martín Asci y su pareja, Paula Avanzi, tenían un chiste peculiar, un poco en chiste, un poco en serio. Decían que el BMW M4 que manejaban por Nordelta no tenía la patente delantera "porque esa es la onda en Miami". Se habían mudado al barrio Las Caletas del complejo hace un año, alquilaron una mansión de 600 metros cuadrados y dos plantas con pileta en el lote 62 por cerca de 70 mil pesos por mes. Amarraron un yate en el agua, un Patagonia Marine Boats modelo Cruiser '44 de 13,25 metros de eslora con camarote con dos camas y un coqueto living. El BMW, un modelo 2015 valuado en un mínimo de cien mil dólares a precio de usado, dormía en la cochera.
Asci con 28 años y un domicilio original en San Isidro, musculoso, pelo al gel, amante de la música electrónica, había trabajado en empresas de autos a comienzos de la década. Estaba registrado en la AFIP en el rubro de venta al por menor de productos alimenticios y había pagado algunas cuotas del monotributo a fines de 2018, según documentos comerciales.
Avanzi, nueve años mayor que él, aseguró ser psicóloga cuando integró el directorio de una sociedad anónima en 2014, estaba registrada en rubros de venta de ropa, había librado cerca de cien mil pesos en cheques sin fondo en 2016, arrastraba deudas menores en sus compras en Falabella y en Tarjeta Naranja.
Sin embargo, el BMW estaba inscripto a su nombre.
A simple vista, todo este esquema comercial no daba para vivir en Nordelta, para una mansión de 70 mil pesos por mes, para un BMW M4 y una Range Rover, para amarra y yate.
Ayer por la mañana, la delegación Drogas Ilícitas de La Matanza de la Policía Bonaerense los allanó y los encarceló en un operativo bajo las ordenes del fiscal Paul Starc y el Juzgado Federal de Tres de Febrero a cargo de Manuel Culotta. Les encontraron en el lugar una roca de casi un kilo de lo que sería puro MDMA, el principio activo del éxtasis, una cosa granulosa y pesada, material suficiente para fabricar 10 mil pastillas de éxtasis de dosis mediana, cinco millones de pesos en mano a 500 pesos cada pastilla en una discoteca.
No es la primera vez que la Justicia penal argentina le encuentra algo comprometedor a Asci. La Policía Federal en la gestión de Sergio Berni ya lo había bautizado en 2015 como un pequeño Walter White, el protagonista de la serie Breaking Bad, cuando fue involucrado en una causa a cargo del juez federal Sergio Torres. Asci recibió la falta de mérito en un primer momento.
La Federal había allanado su departamento en Florida, Vicente López. Le habían encontrado casi 7.500 pastillas con forma de fantasma y con una W impresa ocultas en una bolsa de comida para perros, literalmente a granel. Las pastillas con la W eran una mezcla un poco pobre: xilocaína, teofilína, cafeína, fluoxetina, un medicamento antidepresivo.
Las otras tenían butilona, una droga sintética de poderes euforizantes similar al éxtasis pero mucho más barata -un gato por liebre en el negocio dealer porteño-que todavía no había sido incluida en el decreto de drogas que la ley argentina castiga, un atraso ridículo frente a los tiempos, algo que generó protestas del juez Torres y de la PROCUNAR.
En mayo de 2017, por ese expediente, la Sala I de la Cámara Federal con los jueces Hornos, Borinsky y Figueroa decidió en contra de Asci de cara a un recurso planteado por el fiscal general del caso.
Esta vez, el joven musculoso fue parte de algo mucho mayor. La redada de Drogas Ilícitas incluyó más de 30 puntos allanados y arrestó a 16 detenidos, 13 hombres y tres mujeres que comenzaron a declarar esta mañana en el Juzgado Federal de Tres de Febrero. Encontraron 650 pastillas, LSD, un viejo revolver, seis kilos de cocaína. Había 70 gramos de polvo ocultos dentro del yate.
Asci, insólitamente, se vio involucrado en un mundo narco completamente distinto: los vendedores de drogas de diseño y el mundo barrial de transas y traficantes no suelen mezclarse. Sus compañeros de causa, los otros detenidos, están acusados de moverse por zonas como San Martín, José C. Paz y Pablo Podestá, Tres de Febrero y General Rodríguez. Su presunto negocio: delivery de cocaína y marihuana.
Según apuntaron fuentes de la investigación a Infobae, Asci se conectaba a través de correos e intermediarios con los que se encargaban del narcomenudeo. Se encontró dinero: unos seis mil dólares, varios millones de pesos. Les incautaron tres máquinas de contar billetes.
Cristian Ritondo, ministro de Seguridad de la provincia, presentó los resultados del operativo en la mañana de hoy junto al fiscal Starc.
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