Nahir Galarza, tras la acusación de sus compañeras: "Sólo les falta llamar a un exorcista para sacarme el demonio"

Dos detenidas dijeron que temen ser ahorcadas por la joven. Nahir acusa y desmiente

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Nahir Galarza en un traslado al juzgado
Nahir Galarza en un traslado al juzgado

"Yo quiero escribir poemas y cuentos de ficción, pero las que inventan historias son ellas, se armaron su propia película y sólo les faltó decir que falta un exorcista para sacarme el demonio", les dijo Nahir Galarza a sus padres.

La joven condenada por matar de dos balazos a Fernando Pastorizzo el 29 de diciembre de 2017 en Gualeguaychú, fue acusada por dos compañeras de la cárcel de mujeres de Paraná de tener un plan para matarlas y fugarse del penal.

Ludmila Soto, una de ellas, envió una carta a las autoridades de la cárcel. "Nahir tenía un plan con su padre para fugarse porque no piensa estar 35 años acá y además dijo que si la seguía molestando iba a ahorcar con una toalla a una de mis compañeras, Griselda Bordeira". Además, las detenidas dijeron que se turnaban para dormir por temor a ser asesinadas por Nahir. Y que la joven "tenía estudiadas distintas maneras de matar".

También acusaron al padre de Nahir, el policía Marcelo Galarza, de hacer llamadas intimidatorias contra las dos compañeras de su hija y de aconsejarla a ella de que se autolesionara para acusar a sus "enemigas" por agresión.

Las tres conviven en el pabellón 9.

Pero la versión de Nahir es otra. Acusó a Soto de acoso sexual. "Se le tiró encima varias veces, la arrinconó y le propuso tener algo, y Nahir la aclaró que le gustan los chicos. Vivió un momento muy feo", dijo a Infobae un allegado a Nahir.

Nahir durante el juicio
Nahir durante el juicio

"Estaba todo bien hasta que me tiró los perros", dijo Nahir y la denunció por acoso.

Por esos días apareció en la celda un celular y Soto dijo que era de Nahir.

Nahir y Soto tenían una buena relación. De hecho cuando Infobae la visitó en prisión para entrevistarla, solían hablar y convidarse facturas. Pero la relación cambió. Ahora pesa sobre Soto una restricción para acercarse a Nahir.

La compañera de Nahir escribió una nota dirigida a las autoridades del penal, que se filtró a la prensa: "Temo por mi integridad física, ya que en reiteradas ocasiones, cuando aún mantenía relación de compañerismo, Galarza me mencionó la intención de atentar contra la humanidad de Bordeira. Que iba a ahorcarla con una toalla una de esas noches, y que tenía varias alternativas para terminar con la vida de Bordeira, pero temo por sobre todas las cosas que la interna se autolesione, ya que en más de una oportunidad mencionó su intención de golpearse por consejo de su padre y responsabilizar a Bordeira, ya que habían tomado conocimiento de la denuncia en su contra. Hoy tras la medida de restricción me genera una preocupación extrema que lo lleve a la práctica y me responsabilice. Además cuando existía una relación de compañerismo me dijo que con su padre tenía un plan de fuga".

Soto dijo además que por las noches, Nahir deambula en forma extraña. "Se para en la oscuridad y nos mira fijo. A veces se sube a un mueble y no deja de observarnos", dijo Soto.

(Ricardo Santellán)
(Ricardo Santellán)

Nahir dice que todo es mentira, que la molestan, que quieren prensa, que ella nunca les hizo nada. "Me aconsejaron que no les siga el juego de provocación, porque mientras yo estudio, leo o escribo ellas no hacen nada", comentó.

En noviembre de 2018 Nahir vivió un entredicho con Griselda Bordeiro, la ex sargento de policía acusada por narcotráfico. Según trascendió, Nahir escuchaba música en sus auriculares cuando escuchó que Bordeira la criticaba. Discutieron y la relación quedó tensa. Bordeira comenzó a llamar a los medios para decir que Nahir la había amenazado. La joven siempre lo desmintió y acusó a su rival de mentirosa y de buscar fama.

Ludmila Soto era policía y está acusada por privación ilegítima de la libertad con abuso funcional, vejaciones en acto de servicio y apremios ilegales. Se sospecha que junto a otros ocho policías detuvieron ilegalmente a nueve jóvenes en 2012 y les practicaron un simulacro de fusilamiento en un descampado, frente a un pelotón.

"¿A ustedes les parece que Nahir puede amenazar a dos ex policías, una de ellas torturadora de menores y la otra cómplice de peligrosos narcos que llegó a amenazar al juez federal de Paraná Daniel Alonso?", razonó a Infobae un allegado de Nahir.

La joven y sus compañeran están incomunicadas, no pueden hacer ni recibir llamadas en el teléfono de la cárcel.

"Estoy cansada de que vivan inventando cosas. Siempre estuve a Derecho pero por estar en un caso mediático me hacen la vida imposible, todo esto parece un conventillo", se desahogó Nahir ante un familiar.

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