Eran cerca de las tres de la madrugada cuando una conductora de Uber sintió un fuerte estruendo. Cuando giró su cabeza vio que el vidrio de la luneta estaba estallado y un taxi con luces bajas encendidas salía rápido y desaparecía en la quietud de la noche.
El caso fue difundido en Twitter por el periodista Gonzalo Bonadeo, quien consideró que se trató de un disparo. El ataque ocurrió frente al Hospital Militar Central, en el barrio de Palermo, cuando Silvina, la mujer en cuestión, acababa de dejar a una pasajera sobre la avenida Luis María Campos.
"Anoche. Zona Luis Maria Campos. Palermo. Un señor se bajó de un taxi y le disparó un tiro al auto de una amiga (Silvina) que trata de bancar su casa (y a su hija Mia) laburando de chofer de Uber. No me expliquen lo que ya se. A LOS TIROS!!!! (Sicarios de redes, no leo mensajes)", escribió en la red social el conductor televisivo especializado en deportes.
De acuerdo al relato que hizo Bonadeo a Infobae, la mujer no realizó la denuncia, situación que fue confirmada por fuentes policiales, quienes estaban evaluando buscar a la víctima para iniciar actuaciones de oficio.
Silvina, que prefirió no ampliar su relato por temor a represalias, había levantado una pasajera en el ex Paseo de la Infanta, en Palermo, y la llevó unas pocas cuadras, hasta la avenida Luis María Campos al 600, en el mismo barrio. De acuerdo al relato que hizo Bonadeo a este medio, al bajar la pasajera la chofer "siente el estruendo, se da vuelta, ve un taxi con luces bajas yéndose de la escena rápidamente".
Se trata de uno más de los frecuentes ataques violentos contra vehículos de esta aplicación que ocurren en todo el país, aunque la mayoría ocurre en la Ciudad de Buenos Aires.
Según contaron fuentes la empresa a Infobae en 2018 se registraron al menos 750 ataques en 2018. Si a estos se sumaran las cifras de ataques a otras empresas como Cabify, el número sería aún más abultado.
La mayoría de los casos no llega a Tribunales: apenas 250 casos fueron denunciados ante la Justicia desde el arribo de Uber al país en 2016, de acuerdo con los registros propios de la empresa. El motivo para Uber parece obvio: miedo de los choferes a mayores represalias, como es el caso de Silvina.
Hasta ahora, a pesar de las 250 denuncias judiciales registradas según los voceros de la aplicación, solo dos taxistas –hasta el momento– fueron procesados: Miguel Ángel Beno, de 40 años, y Facundo Sensón, de 32 por ataques ocurridos a fines de 2017. Sus presuntas víctimas no pertenecían a Uber, sino a la empresa Cabify.
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