En la mañana del lunes pasado, la tranquilidad de la calle Malaver al 200 en la localidad de Haedo, partido de Morón, fue interrumpida por una serie de disparos. Los vecinos de la cuadra no pudieron identificar de dónde venían. Al día siguiente sucedió lo mismo: más disparos. Esta vez, la desde un jardín de infantes del barrio, ubicado a metros de las detonaciones, pudieron ver de dónde provenían. Era un hombre el que disparaba.
La comunidad educativa del Jardín Municipal N° 6 alertó a la policía. Llamó al 911 y les dijeron que el hombre "estaba actuando de forma violenta". Tras identificarlo, la Policía Local de Morón allanó su domicilio y lo detuvo.
En el operativo, realizado en conjunto con la Secretaría de Seguridad Ciudadana municipal y Policía de la Provincia, se secuestró una pistola calibre 22 marca Star, frascos con marihuana, un maletín negro con más de 300 cartuchos de escopeta de diversos calibres y más de 20 cuchillos.
"Las armas estaban en un bolso, en el porche de la casa. Cuando hacemos el allanamiento con Policía Científica encontramos vainas de tres disparos en la terraza", contó el fiscal Claudio Oviedo, de la UFI N° 5, a cargo de la investigación.
Y agregó: "No tenía numeración suprimida, pero llama la atención la cantidad de armas y municiones. Cuando la directora estaba haciendo la denuncia al personal de la Policía local, esta persona se presenta armada, con el arma cargada y un proyectil en la cámara, para increparla".
El hombre, D.S.T., de 44 años, desempleado, fue llevado a una celda en la Comisaría 2º de Morón y quedó a disposición de la Justicia. Fuentes del caso apuntaron que el miércoles se le realizó un estudio psiquiátrico preliminar y se descartó la hipótesis de que no esté en condiciones de ser juzgado.
SEGUÍ LEYENDO: