Un locutor fue condenado este miércoles a 48 años de prisión por 18 casos de abuso sexual cometidos entre 2014 y 2016 en Rosario contra mujeres de entre 14 y 25 años.
La pena fue fijada por el tribunal integrado por los jueces Mariano Alliau, Patricia Billota y María Isabel Mas Varela contra Luis Marcelo Escobar (42), hallado responsable de 12 hechos de abuso sexual con acceso carnal, de los cuales nueve fueron agravados por el uso de arma de fuego, otro caso de violación gravemente ultrajante, cuatro de abuso sexual simple y uno en grado de tentativa.
La fiscal de la Unidad de Delitos Sexuales, Carla Cerliani consideró "ejemplar" la condena a pesar de que había pedido 50 años de pena.
En ese sentido, señaló: "En este tipo de delitos que generan secuelas irreparables, una condena no va a volver el tiempo atrás, pero si está la satisfacción de hacer justicia".
En la sentencia, el tribunal valoró el testimonio de las víctimas y recordó que una de ellas sostuvo en el proceso que Escobar le "arruinó la vida, su adolescencia, tiene miedo a tener amigos y llega la noche y tiene miedo".
Los magistrados colocaron en el núcleo de sus fundamentos el hecho de que "no hubo en el debate controversias en relación a la materialidad de los hechos, esto es la efectiva existencia de los abusos, más allá de la autoría de algunos casos puntuales".
Además, consideraron que "hubo claras referencias en el discurso de Escobar que lo colocan como autor de los hechos".
En ese sentido, indicaron que "en la última jornada del debate, el imputado declaró formulando una confesión genérica y refirió que estuvo buscando una explicación a todo esto que pasó, dando a entender así su vinculación con los episodios".
Escobar, un locutor que al momento de los hechos residía en la ciudad bonaerense de San Nicolás junto a su esposa y tres hijos, fue acusado de 18 casos de abuso sexual que tuvieron como víctimas a mujeres de 14 a 25 años.
Los abusos se produjeron entre el 4 de abril de 2014 y el 16 de agosto de de 2016, aunque el condenado fue detenido por el último de los hechos.
La fiscal Cerliani explicó durante el juicio que en todos los casos el imputado utilizó el mismo ardid, que consistía en hacerse pasar por un policía de civil de Drogas Peligrosas para trasladar a sus víctimas a una comisaría.
En todos los casos, las llevó en un vehículo hasta distintos descampados, donde las sometió sexualmente para luego abandonarlas y prohibirles que se den vuelta, a fin de evitar ser identificado.
En el último hecho, una chica de 14 años fotografió la patente del auto que usaba el violador serial, lo que permitió la detención de Escobar ese mismo mes a bordo de un Fiat Duna junto a su familia.
En diciembre de 2016, el sospechoso fue imputado de los 17 casos anteriores, que tenían los mismos patrones, según la fiscal.
Las 18 mujeres lo señalaron en las ruedas de reconocimiento como el hombre que las atacó. Durante el debate una de ellas dijo que quien abusó de ella era "ese gordo asqueroso" que la levantó en el auto, refiriéndose a Escobar.
En sus palabras finales, el acusado pidió "perdón a las víctimas y a sus familias y quiso explicar su comportamiento diciendo que cuando tenía diez años él fue abusado por dos hombres".
Aseguró que su psicóloga lo "convenció" de "sacar" lo que tenía adentro para liberarse y explicó que cree que entre 2014 y 2016 algo le pasó porque quiere encontrar una razón para hacer algo que no quiso.
"Necesito pedir perdón a las víctimas, a los familiares, a mis hijos y a mi familia por algo que quizás hice sin conocimiento por lo que me pasó cuando era chico", sostuvo.
Con información de Télam
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