Ayer por la mañana, luego de días de incógnita, Gilda Rosalía Acosta Duarte, oriunda de Paraguay, de 47 años, se presentó en la comisaría de Villa Rita en Lomas de Zamora para confesar el asesinato de su pareja, Richar Alejandro Sánchez Escobar, 19 años más joven, albañil, oriundo de la ciudad de Ñemby como ella, padre de dos hijos.
Reconoció que lo mató y que lo tapó con cemento cemento en un armario; la Policía Científica retiró sus restos del ropero en el living de la casa que compartían en la calle Corbacho añ 1500, una escena pestilente plagada de moscas, con líquidos que emanaban del cadáver en el suelo.
El cuerpo fue remitido a la Morgue Judicial de Lomas de Zamora, con una causa a cargo de la fiscal Claudia Postiglioni, para que se le practique la autopsia.
A mediados de la tarde, Infobae accedió a los resultados preliminares del estudio.
Según el estudio, Sánchez Escobar murió a causa de un estrangulamiento a lazo, asfixiado por cinco vueltas de un cable blanco en su cuello que todavía estaba presente.
Por otra parte, la cabeza presentó al menos diez fuertes golpes. Sus manos estaban atadas con un trapo: el cemento cubrió totalmente el cadáver.
Acosta aseguró que lo mató en diciembre, sin embargo, Sánchez Escobar envió un audio de WhatsApp a un familiar el lunes pasado a las 9 de la mañana, la última comunicación que se le conoce. "Vamos a estar en contacto. Cuando pise tierra paraguaya, te aviso y te hablamos", aseguraba Richar.
Gilda, por su parte, será indagada mañana por la fiscal Postiglioni. Se espera también que se realice la cámara Gesell al hijo mayor de Gilda, de trece años de edad: Acosta Duarte asegura que mató a su pareja ya que el albañil habría abusado sexualmente del chico.
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