El doble femicida de las turistas israelíes: “Quiero estar lejos de la gente, los únicos que me entienden son los gatos”

Gilad Gil Pereg, preso en el Penal San Felipe en Mendoza, está acusado de asesinar a su madre y a su tía. Su extraña personalidad, sus pedidos insólitos y las amenazas de muerte

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Gil Pereg en su casa, sentado sobre el lugar donde enterró a su madre y a su tía
Gil Pereg en su casa, sentado sobre el lugar donde enterró a su madre y a su tía

Los presos que quieren matar al israelí Gilad Gil Pereg, acusado de asesinar a su madre y su tía, cuando logran salir de su sector y pasar por la celda aislada que ocupa el presunto doble asesino, le gritan:

-Te vamos a dejar sin las 7 vidas, gato sucio.

A ellos también les llegó el rumor de que Pereg es un hombre tan extraño que actúa como si fuese un felino. Aseguran que hace sus necesidades en el piso, no quiere bañarse, se lame y a veces anda en la celda en cuatro patas.

De acuerdo a sus abogados defensores, Pereg sufrió dos ataques. Los presos usaron un fierro con punta filosa y lo embocaron por el agujero del cuarto donde está el criminal. Pero no lograron matarlo.

"Si no me traen a mis gatos, me voy a dejar morir, se van a encontrar con un cuerpo sin vida", le advirtió Gil Pereg a Maximiliano Legrand, uno de sus abogados.

En el llamado que le hizo desde el penal de San Felipe, Mendoza, le contó:

"Me quisieron matar. Pero estoy bien. Sólo quiero a mis gatos. No pido nada imposible. Un montón de presos tienen gatos. Además acá está lleno de ratas".

“Es un hombre raro,  actúa como si fuer aun gato. Solo  le falta decir miau”, afirmó Maximiliano Legrand, uno de sus abogados (Télam)
“Es un hombre raro,  actúa como si fuer aun gato. Solo  le falta decir miau”, afirmó Maximiliano Legrand, uno de sus abogados (Télam)

"Es un hombre raro, al que sólo parecen importarle los gatos. Hasta actúa como si fuera un gato. Sólo le falta decir miau. No sabemos si hay un plan para matarlo, pero los episodios existieron", le dijo Legrand a Infobae.

Uno de sus abogados también contó que hasta hizo sus necesidades arriba de una mesa.

En el submundo carcelario, matar a la madre o violar son delitos imperdonables.

En Mendoza aún recuerdan el caso de Armando Lucero, el llamado "Chacal de Mendoza" que violó a su hija y tuvo siete hijos-nietos. Los presos tenían la obsesión de matarlo. "No queremos guita, sólo hacer justicia", le dijo uno de ellos al hijo del violador, que al final murió de una infección pulmonar.

La fiscal del caso, Claudia Ríos, está convencida de que Pereg no está loco, que mató a sangre fría.

Mañana lunes se resolverá si le dictan la prisión preventiva. "Es importante que se le practiquen las pericias psicológicas. Su pedido de tener a dos de sus gastos no es menor. Es capaz de hacer una huelga de hambre o atentar contra su vida si no se los llevan", afirma Legrand.

A la izquierda, Lily Pereg; a su lado, Pyrhia Sarusi, madre del asesino
A la izquierda, Lily Pereg; a su lado, Pyrhia Sarusi, madre del asesino

Pereg, que en Mendoza se hacía llamar "Nicolás", está acusado de estrangular a su madre Pyrhia Saroussy, 63 años, y de matar de tres disparos a su tía Lily Pereg, de 54.

Pero a él, más que los crímenes, la acusación y las amenazas tumberas, le preocupa el destino de sus mascotas.

Vivía en un predio situado en Roca al 600, en Guaymallén, en Mendoza, frente a un cementerio. Vivía en condiciones infrahumanas. Entre basura, desperdicios, revistas pornográficas, alimentos para gatos y suplementos dietarios.

Vivía entre basura, desperdicios, revistas pornográficas, alimentos para gatos y algunos perros
Vivía entre basura, desperdicios, revistas pornográficas, alimentos para gatos y algunos perros

"Se alimentaba con esos suplementos. Dormía en un colchón sucio tirado en el piso", dice una fuente del caso.

Tenía más de veinte gatos y cinco perros. Los policías hallaron dos gatos disecados sobre una parrilla y varios enterrados.

"Hablaba sólo con los gatos", dicen sus vecinos. Y hasta hacía sus necesidades en un recipiente.

Gil Pereg fue detenido el 25 de enero acusado del doble femicidio
Gil Pereg fue detenido el 25 de enero acusado del doble femicidio

Gil Pereg fue detenido el 25 de enero. Un día después, la Policía mendocina encontró los cuerpos de las mujeres: estaban enterradas en la casa del imputado. Ellas habían ido a visitarlo el 11 de enero: el doble crimen ocurrió al día siguiente.

La versión del acusado es que estuvieron unas diez horas en su casa y luego las acompañó a la parada del colectivo. "Después las quise ubicar en el departamento donde estaban parando, pero no aparecieron", declaró en su denuncia.

No le creyeron.

"La principal hipótesis es que había una deuda de por medio. Él planificó todo, incluso antes de los asesinatos denunció que le habían robado una pistola calibre 9mm y dos armas calibre 38", dice una fuente con acceso al expediente.

Pero las armas fueron encontradas en su casa. Con la 38 mató a su tía, según opinaron los forenses.

Pereg intentó comprar un arma horas antes de ser detenido (Gentiliza Los Andes)
Pereg intentó comprar un arma horas antes de ser detenido (Gentiliza Los Andes)

La Policía encontró más de 3 millones de pesos y un papel con nombres y números. Se cree que "Nicolás" era prestamista o se relacionaba en ese mundo turbio.

Tenía 40 armas registradas a su nombre, pero sólo aparecieron dos. Hubo un tiempo en que, cuentan, tenía una casa de comidas y se hacía llamar "Floda Reltih" (Adolf Hitler al revés).

¿Está loco o es un frío psicópata?

Esa será la clave de este doble crimen.

Sus abogados definen a "Nicolás" como un misántropo que "amaba más a los animales que a las personas". Que no le importaba la humanidad.

De hecho, uno de ellos recordó una de las primeras frases que pronunció el israelí cuando se reunieron con él:

"La gente es lo peor. Viviría lejos de las personas. No tendría contacto con ellas. Sólo con los animales. Ellos me entienden. Y yo a ellos. Somos lo mismo".

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