Un ex comisario de la Bonaerense que estuvo cuatro años prófugo por matar a un adolescente cayó cuando visitaba a su nieto recién nacido

Héctor Alejandro Amarilla ejecutó a un joven en septiembre de 2013 por robarse una camiseta de fútbol. Había una recompensa de 500 mil pesos por datos que llevaran a su captura. Estaba en Paraguay y entró de forma ilegal al país

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En 2015 se puso una recompensa de 200 mil pesos. El año pasado la suma había ascendido a los 500 mil
En 2015 se puso una recompensa de 200 mil pesos. El año pasado la suma había ascendido a los 500 mil

El 25 de septiembre de 2013, cerca de las 15, Nicolás Vázquez (18) entró a una casa de deportes de Lanús en la peatonal 9 de Julio y Oncativo. Se probó tres camisetas y la última se la llevó puesta. Empezó a correr recién cuando sonó la alarma. Fue perseguido por el comisario Héctor Alejandro Amarilla (57), que hacía adicionales en el local. A los 200 metros el policía, que iba de civil, hizo un disparo al aire y el adolescente se detuvo.

Vázquez se acercó con las manos abiertas, mostrando que no estaba armado, pero no alcanzó. Amarilla le apoyó el arma en el cuello y gatilló.

Amarilla, titular de la seccional Nº 2 de Lanús, dio otra versión de los hechos. Habló de un enfrentamiento, dijo que se había defendido. Como coartada utilizó un arma con la numeración limada y se disparó a sí mismo en un pierna.

Tras el crimen el comisario siguió trabajando en la comisaría y también en la puerta de la tienda. Luego el dermotest, las cámaras y los testigos demostraron que nada de eso había sucedido. La misma tarde que pidieron su captura, el comisario desapareció con un bolso que había preparado la noche anterior. Hasta ayer domingo se encontraba en la lista de los prófugos más buscados del país.

Nicolás Vázquez tenía 18 años cuando fue asesinado por Amarilla en pleno centro de Lanús
Nicolás Vázquez tenía 18 años cuando fue asesinado por Amarilla en pleno centro de Lanús

En 2015, Amarilla fue exonerado de la fuerza y se ofrecieron, sin suerte, 200.000 pesos de recompensa por información para detenerlo. En febrero del año pasado la cifra había subido a 500.000, pero no había datos sobre su paradero. En el propio Ministerio de Seguridad sospechaban en aquel momento de "elementos actuales de la fuerza o antiguos" que lo protegían y le daban información a Amarilla. Desde 2014 tenía pedido de captura internacional. Fue un dato surgido de su círculo más íntimo el que hace unos días dejó entrever la posibilidad de capturar al ex policía.

De las operaciones participaron el Comando Unificado de Fuerzas de Recaptura de Evadidos (CUFRE) y Gendarmería
De las operaciones participaron el Comando Unificado de Fuerzas de Recaptura de Evadidos (CUFRE) y Gendarmería

Se sabía que Amarilla estaba en algún lugar de Paraguay, pero una de sus hijas acababa de tener un hijo y existía la posibilidad de que intentara ingresar a la Argentina para conocer a su nieto. Y así lo hizo.

Fuentes en los organismos de seguridad le confirmaron a Infobae que en las últimas semanas el prófugo entró por un paso ilegal al país. Con ese dato la Unidad de inteligencia Buenos Aires de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) realizó tareas de investigación y lo ubicó en un domicilio de su familia en Rafael Calzada.

Curiosamente, la casa era una de sus tres direcciones registradas en la AFIP, uno de sus tres domicilios fiscales. A pesar de estar cuatro años a la fuga, a pesar de haber esquivado controles con medio millón de pesos encima de su cabeza para cualquiera que lo traicionara, el ex comisario Amarilla cayó en una casa cuya dirección le dio él mismo al Estado argentino. 

Amarilla en el momento en que era detenido
Amarilla en el momento en que era detenido

En este punto entró en acción el Comando Unificado de Fuerzas de Recaptura de Evadidos (CUFRE), que depende de la Secretaría de Seguridad a cargo de Eugenio Burzaco y que tras una primera información errónea que indicaba que Amarilla podía estar una casa ubicada en la calle San Martín Nº 4500 de Rafael Calzada -numeral que se corroboró como inexistente-, una actualización de los datos lo ubicó en otro domicilio de la misma cuadra donde finalmente pudo ser capturado, luego de que desde la UFI 8 de Lomas de Zamora se dispusiera un allanamiento de urgencia.

"La primera foto la tuvo el fiscal y la segunda la tuve yo", compartió con Infobae tras la captura de Amarilla, Anahí Vázquez, hermana mayor de Nicolás, que desde 2013 sigue de cerca la causa, promoviendo marchas e inclusive aportando datos que resultaron claves en la investigación que llevó adelante el fiscal de Lomas de Zamora Leonardo Kaszewski.

Desde 2013 Anahí militó para que Amarilla fuera capturado
Desde 2013 Anahí militó para que Amarilla fuera capturado

El fin de semana Anahí sabía que la captura era inminente. Los últimos tres años una de las hijas de Amarilla había viajado a Paraguay en el mes de diciembre y todo indicaba que lo había hecho para ver a su padre. Este año sin embargo su embarazo no se lo permitió y ese fue el dato que resultó clave para los investigadores. Las chances de que el prófugo intentara entrar al país para conocer a su nieto eran altas.

"Se confió", resumió Anahí, sobre el paso en falso del ex comisario de la Bonaerense. Sin embargo, consciente de que Amarilla podía estar recibiendo información desde el interior de la fuerza, no fue hasta confirmar la captura que quiso compartir con su mamá que lo habían atrapado. En esa línea, compartió con Infobae una escena que ocurrió hace apenas un mes: "Ella me preguntó '¿Hija yo tendré vida para ver en la cárcel al asesino de tu hermano?'. Y yo le contesté 'mamá yo te lo voy a mostrar'".

Este lunes Amarilla se negó a declarar en la UFI Nº8 de Lomas de Zamora.  El fiscal Kaszewski definió que permanezca detenido por el momento en una alcaldía de Gendarmería y que no tenga intervención la policía Bonaerense, por temor a vínculos que el ex policía pudiera tener dentro de la fuerza provincial.

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