Una inteligencia superior, capacidad para los negocios y un comportamiento inexplicable en su día a día. El israelí Gil "Nicolás" Pereg, acusado de los asesinatos de su madre, Lily Pereg (54 años), y su tía Pyrhia Sarussi (63), representa un perfil cada vez más retorcido para los investigadores del caso.
El diario mendocino Los Andes reveló detalles proporcionados por representantes de la investigación en la causa y advirtió que, de acuerdo a diversos análisis, el hombre de 37 años posee un coeficiente intelectual de 180 puntos, casi el doble del promedio (100). Para los expertos se trata de una rareza y es posible que represente un factor influyente en su dificultad para sociabilizar con los vecinos de la región de Guaymallén, en Mendoza.
Según los especialistas, Pereg lograba comprar empresas de diferente índole y venderlas rápidamente a empresarios por sumas de dinero mucho más altas. Además, el ingeniero estaba obsesionado con la construcción de canchas de Pádel y de Fútbol 5 que planificaba inaugurar en el predio donde vívía, al lado del cementerio municipal.
Su control exhaustivo alcanzaba hasta a los contadores que contrataba para las inversiones realizadas. Poseía un manejo total de los cálculos y dirigía cada movimiento. Todo estaba en su radar.
Los vecinos de Guaymallén indicaron que justo después de la desaparición de las dos turistas, Pereg cambió su look: se rapó el pelo y se afeitó. Utilizaba rastas que, según explicó el propio acusado ante los especialistas, las mantenía con una extraña mezcla a base de cemento y barro.
En el ámbito económico, Pereg solía reunirse con inversores y potenciales compradores de sus empresas en la propia ciudad de Mendoza capital. Por momentos, se presentaba con fajos de dinero guardados en bolsas de supermercado.
Pereg creyó haber diseñado el plan perfecto para ocultar los cadáveres en el baldío de su terreno. En un principio, cuando realizó la denuncia por la desaparición de sus familiares, presentó una coartada absolutamente creíble. Sin embargo, la intuición de la fiscal Claudia Ríos la llevó a realizar un nuevo allanamiento en el terreno de Guaymallén. Gracias a la ayuda del olfato de perros especializados, se pudo dar con los cuerpos.
Además, las manchas hemáticas encontradas en la ropa del hombre permitieron encontrar el ADN de las dos mujeres fallecidas.
Hasta el momento, Pereg defendió su inocencia. Mientras continúa detenido en la prisión de Boulogne Sur Mer, aún no está definida la celebración del juicio. En principio, comenzará a fines de marzo. En las próximas semanas, la justicia mendocina comenzará con una selección de 2.000 candidatos para integrar el jurado popular que juzgue al israelí.
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