Casimiro Abel Campos, la ex pareja Gisella Solís Calle -buscada hace 6 días en La Plata-, tenía una doble vida. El dato fue confirmado por la fiscal que investiga la desaparición, Ana Medina, y ratificado por la familia de la odontóloga.
Los investigadores determinaron que el hombre –que se suicidó esta madrugada cuando lo buscaba la Policía– estuvo en Lobería con su esposa y sus dos hijos mientras le decía a la Policía que no podía presentarse a aportar datos sobre el paradero de Gisella porque se había ido a la Costa.
La dentista sabía que Campos tenía una familia y lo había intimado en varias oportunidades a cortar la relación con su mujer. Se sospecha que ese tema pudo haber originado la fuerte discusión que mantuvo la pareja antes de la desaparición de Gisella.
Si bien Medina remarcó que "no había ninguna denuncia previa" por violencia de género contra Campos, con los indicios recabados se pudo establecer que la pareja "estaba en una situación de conflicto".
Campos se había casado en septiembre de 2004 y repartía sus días entre Lobería y La Plata, donde mantenía las dos relaciones en paralelo.
La fiscal confirmó además que hallaron uno de los dos celulares que usaba la mujer y que están trabajando para reconstruir los últimos pasos que dio Campos. "Ella usaba dos celulares. Uno fue hallado en el domicilio, el otro aún no", dijo la fiscal luego de analizar los resultados de una serie de pericias realizadas en la vivienda y en el vehículo de Gisella, que quedó secuestrado.
Los llamados realizados por la mujer antes de su desaparición son fundamentales para saber qué le pasó o a dónde pudo haber ido. Los investigadores se encontraron con una dificultad: no hay cámaras de seguridad cerca de su casa.
Hasta el momento, la declaración que hizo un vecino de Gisella es uno de los elementos más importantes que hay en la causa. El hombre dijo que el miércoles 16 de enero, cerca de las 8, vio salir a Abel solo de la casa que compartía la pareja.
Cuando se allanó el domicilio de la odontóloga, a los investigadores les llamó la atención que había dos copas servidas con vino sobre la mesa y que faltaban las sábanas de la cama. Además, su cartera y sus documentos estaban en el lugar.
Campos se pegó un tiro el domingo por la tarde en la habitación 12 del Hotel Catedral de La Plata. Su muerte no fue inmediata. Tras el disparo, fue trasladado en estado crítico al Hospital San Martín, donde finalmente falleció esta madrugada.
Los investigadores buscaban a Campos porque sospechaban de su rol en la desaparición de Gisella. Su suicidio cuando la Policía lo acechaba no hace más que confirmar los indicios en su contra.
En la habitación del Hotel Catedral, los efectivos encontraron la carabina calibre .22 con la que se disparó en la cabeza, un pasaje con destino a Lobería, un cuchillo, dinero en efectivo y una copia de la citación de la Justicia para que se presente a declarar en la causa por la desaparición de su mujer.
La familia de la odontóloga aseguró que la pareja había mantenido una fuerte discusión el miércoles. Sospechan que Gisella estaba cansada de la doble vida de Casimiro y estaba decidida a ponerle punto final a la relación. A partir de ese momento, no lograron contactarse más con ella.