El miércoles por la tarde, un preso encendió el televisor de su pabellón para ver los tiros calientes en Vicente López, más de 50 balas en total para un asalto que terminó con la muerte de Marcelo Pablo Acuña, un teniente de la Policía Bonaerense que estaba en el lugar como custodio particular, que murió tirando con su arma trabada.
La noticia le llamó fuertemente la atención al preso. El asalto fue al mismo blanco que él solía golpear cuando estaba libre: financieras, casas de cambio, objetivos complicados pero con mucho efectivo en dólares, liquidez instantánea, tras amenazar, llenar un bolso y correr. Pero, por sobre todo, los tres ladrones detenidos fueron lo que disparó su imaginación.
Así, le comentó a su compañero de celda: "Para mí, fue una entrega. No entiendo cómo actuaron tan improvisados. Estaban bien vestidos, tenían presencia, no eran unos secuestros. Parecían custodios. Camisa, pantalón negro, rapaditos. No sé cómo se fue de las manos a tipos así, entrenados, cometan un horror que les cuesta la vida, no van a salir más…".
"Entrenados" es la palabra clave en todo esto. El ladrón en el penal ya tenía frente a sus ojos el zócalo en la pantalla que anunciaba los ex trabajos de dos de los tres detenidos: fueron efectivos de la Policía Federal Argentina.
Ángel Fabián Martínez había sido agente en la fuerza en la vieja Comisaría 5°, dado de baja en 2012. Adrián Federico Romero había sido también un agente, expulsado otros tres daños antes.
"¿Qué habrán hecho para que los rajen?", se preguntaba el ladrón.
Ayer por la tarde, Infobae accedió a los antecedentes penales de Martínez y Romero, el motivo que les valió una condena de cárcel a ambos y la expulsión de la PFA con un sumario administrativo. El 22 de marzo de 2013, el Tribunal Oral Federal N°5 condenó a Martínez y a Romero con penas de cuatro y tres años respectivamente por el delito de robo con armas agravado por ser miembro de una fuerza policial.
El hecho ocurrió el 9 de septiembre de 2010. El botín: 2,6 millones de pesos y 142 mil dólares, mucho más que los 285 mil pesos y cinco mil dólares que se llevaron de la financiera de Vicente López. El blanco: algo más ambicioso que una financiera, la sucursal Nueva Pompeya del Banco Nación.
Romero y otros tres cómplices encapuchados entraron tras el horario de cierre al primer piso del banco tras forzar la entrada de la zona de cajeros con una maza y un ariete y lograron ingresar al tesoro y a la bóveda que estaban, casualmente, abiertos.
Martínez trabajaba en el lugar como agente de seguridad. Eligió no activar las alarmas al ver a la banda. Avisó cuatro minutos después del robo, lo que le dio tiempo suficiente a la banda para escapar.
Un año después, el 21 enero de 2011 a las 17, Romero fue parte según fuentes de los organismos de seguridad de otro asalto más osado: el robo al banco Galicia de la calle Roque Sáenz Peña. Cinco cómplices en total, pistolas con silenciadores, otra vez fueron directo al tesoro que estaba abierto, 2,5 millones de pesos, dólares, cheques de viajero de American Express.
Los ladrones hasta crearon maniobras de distracción para movilizar a los efectivos de las comisarías cercanas: un incendio de un auto en la 9 de Julio, una amenaza en un McDonald's en la calle Uruguay, un incendio en un cajero Supervielle en la calle Montevideo. La causa estuvo a cargo del Juzgado N°49: el cruce de llamadas llevó a la captura de la banda, liderada por un histórico pesado apodado "El Corto". La casa de Romero en Merlo fue allanada.
La investigación por el robo a la financiera de Vicente López continúa bajo las ordenes del fiscal Alejandro Vergara. Hay un prófugo que la Policía Bonaerense busca. Fuentes con acceso al expediente aseguraron: "También fue policía, y es más picante que los otros dos". Quizás sea una coincidencia: hubo un tercer condenado por el robo al banco Nación de 2010, otro ex agente de la Federal que pasó tres años en una cárcel del SPF.
Con la colaboración de Rodolfo Palacios.
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