El ex juez Norberto Oyarbide recibió malas noticias. Apenas terminaba de celebrar que había sido desprocesado de integrar una asociación ilícita en la causa de los cuadernos de las coimas, el fiscal federal Jorge Di Lello lo instó a justificar en 15 días el incremento de su patrimonio, el de su pareja y el de sus presuntos testaferros. Además, el fiscal pidió realizar una pericia contable del Cuerpo de Peritos del Poder Judicial de la Nación Especializados en Casos de Corrupción y Delitos contra la Administración Pública.
"Esta Fiscalía se encuentra en condiciones de requerir justificación respecto a determinados aspectos del patrimonio del ex juez Norberto Oyarbide, en función de las irregularidades detectadas en su entorno, concretamente en lo referente al crecimiento patrimonial de Claudio Blanco y Ariel Roperti, de quienes se presume se vinculan al ex juez en calidad de testaferros", señaló el dictamen ante el juez Sergio Torres.
Di Lello agregó: "Si bien en este punto hay sobrados elementos que acreditan estas incongruencias financieras que a continuación se expondrán, lo cierto es que la investigación continúa su curso a partir de un gran cúmulo de información que se obtuviera a partir de un profundo análisis de todas las constancias documentales que se recolectaron en la causa".
"Desde el inicio de esta investigación se señalaron a una serie de personas que podrían estar vinculadas directamente a Norberto Oyarbide en las maniobras de ocultamiento de los bienes que hacían a su patrimonio (…). Se consolidan las sospechas dirigidas a Claudio Blanco y Ariel Roperti, quedando pendiente el análisis de los elementos que vinculan a otro grupo importante de personas", se señaló.
Tras 22 años como juez federal, Norberto Oyarbide renunció a su puesto en abril de 2016. A fines de ese año, el fiscal José María Campagnoli imputó por enriquecimiento ilícito a Oyarbide tras analizar "el majestuoso pasar" de vida del ex juez.
La investigación recayó en manos del fiscal Jorge Di Lello. Con solo el sueldo de juez y un departamento en la calle Rodríguez Peña al 1900, Oyarbide habría realizado diferentes viajes junto a su pareja, quien "desembarcó en el rubro empresarial" cuando conoció en el restaurante Mirasoles a Roperti, un vecino del "country Abril" al que comprometió su ex mujer. Di Lello puso en la mira también a tres allegados -Jorge Bladiminsquy, Ariel Feur y Cristian Reinholcz- para analizar "su esquema de ingresos y gastos".
En febrero, la Unidad de Información Financiera presentó el detalle de movimientos que le había pedido Di Lello: confirmó viajes conjuntos entre 2010 y 2011 de Oyarbide, Blanco y Roperti. Y también que el novio del ex juez usaba una extensión de la tarjeta de crédito de Roperti. Hubo allanamientos y pareció corroborarse la hipótesis de "un entramado de sociedades para ocultar bienes".
Una de las sociedades que se investigan se llama Arbolinos, una SRL a nombre de Lorena Samanta Martínez y María de los Ángeles Páez Balmaceda. Las dos cobraban planes sociales y tenían varias sociedades a su nombre. Páez Balmaceda había conocido a Roperti cuando trabajó "por horas y como empleada doméstica" en Mams Consultores.
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