El Hospital Piñero de la Ciudad de Buenos Aires sumó dos respiradores de última tecnología que fueron adquiridos con el dinero del remate de las camionetas que Alejandro Radetic y Alejandro Biscardi usaron en las picadas en la avenida 9 de Julio el 23 de abril del año pasado.
De este modo finalizó un proceso judicial inédito a cargo de Pablo Casas, el titular del juzgado N° 10 en lo Penal, Contravencional y de Faltas.
Tras un juicio abreviado, en el que los conductores llegaron imputados por el delito de conducción riesgosa en concurso real con daño agravado, los jóvenes fueron condenados en junio de 2017 a un año de prisión en suspenso, dos años de inhabilitación para conducir y el decomiso de sus vehículos secuestrados.
Luego, en mayo de este año, los rodados fueron subastados en la tradicional sala "Santa María de los Buenos Aires". La Dodge Ram 1500 modelo 2014 fue subastada en $590 mil, mientras que la Porsche Cayenne Turbo de 2004 se remató por $460 mil.
A la vez, las autoridades judiciales y del ministerio de Salud porteño se contactaron con entidades que nuclean a familiares de víctimas de accidentes de tránsito e inseguridad vial; entre ellas, la Asociación Civil Trabajar Contra la Inseguridad Vial y la Violencia con Acciones Sustentables (ACTIVVAS). Dispusieron que el dinero recaudado se utilice en beneficio del hospital.
En su momento tanto a Radetic -piloto profesional de automovilismo- como a Biscardi les impusieron en el fallo condenatorio la obligación de difundir una vez al mes en sus redes sociales material sobre educación vial por la influencia y la cantidad de seguidores que tienen en las mismas.
En los videos viralizados de la carrera, que muestran su imprudencia al volante, se observa a los infractores triplicando la velocidad permitida, alcanzando más de 240 kilómetros por hora.
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