Las apariciones de Erwin Raúl Loza en el Boletín Oficial a lo largo de los años lo definieron como un empresario movedizo, inquieto, que por lo visto sabía dónde poner el dinero. Salteño, hoy con 40 años de edad, Loza se convirtió en titular de un garage en San Telmo, conformó el directorio de una empresa de inversiones y otra de venta de automóviles.
Ayer por la tarde, Erwin terminó arrestado en Martínez por Gendarmería Nacional: una investigación trasnacional a cargo del fiscal Diego Iglesias de la PROCUNAR y su colega Pablo Turano, bajo la firma del juez en lo penal económico Pablo Yadarola, lo ubicaba en el corazón de una de las tramas narco más fabulosas de la historia reciente, un esquema entre el monte boliviano, Buenos Aires y Barcelona de tráfico de cocaína dentro de pescado congelado y autos de rally que comenzó en 2008 y continuó hasta estos días con puntos de operaciones como Irlanda e Inglaterra.
Erwin no fue el único en caer: su hermano mayor José Gonzalo Loza, que había sido detenido en otra causa narco a cargo del Juzgado Federal Nº1 de La Plata hace 18 años, fue arrestado en Madrid acusado de ser el jefe del clan.
Hubo otros doce detenidos con 47 órdenes de allanamiento ejecutadas en el país y otras 26 en España -19 de ellas en la ciudad de Málaga-, con 38 vehículos incautados en ambos países, dos departamentos y tres hoteles confiscados, 361 mil dólares en efectivo, con la intervención del Juzgado Nº14 de Málaga y la Fiscalía Especial Antidroga de España. Los autos de colección y de alta gama fueron el centro del espectáculo, entre ellos una Ferrari encontrada en el estacionamiento de Erwin en San Telmo.
La causa -en la que intervinieron la AFI, la PROCUNAR y la Unidad de Información financiera– se trató básicamente de seguir el rastro.
Comenzó con dos hombres detenidos en Ezeiza en noviembre de 2017 en el vuelo AR 1133 de Aerolíneas Argentinas desde Madrid que llevaban 365 mil euros en un doble fondo de valija: los investigadores no tardaron en vincularlos a una denuncia anónima de 2014 radicada en 2011 que señalaba a José y Erwin Loza como presuntos traficantes internacionales. Los detenidos en Ezeiza fueron vinculados a otro supuesto jugador pesado en la trama, el español Francisco González González, señalado como ladero y operador de José Loza. Junto a su ladero, Loza hizo un viaje a Bolivia en mayo de 2017 por apenas dos días.
Valdemar, hermano de Erwin y José, ya era un viejo conocido para la PROCUNAR: lo habían encontrado en diciembre del año pasado en Tapiales con once millones de dólares en polvo blanco, 1100 kilos de alta calidad. Le encontraron unos 280 en su casa, con poco más de 250 mil dólares y un arma de fuego.
Los investigadores ibéricos hasta llegaron a plantar un micrófono en un hotel donde José Loza mantuvo reuniones secretas. Sin embargo, lo más incendiario para Erwin Loza fue no un audio tomado por sorpresa, sino la canción de un arrepentido.
Ante los investigadores locales, el arrepentido contó cómo la organización camuflaba la droga, por ejemplo, en containers de pescado congelado que partían desde Mar del Plata o Buenos Aires y que llegaban hasta Barcelona.
Otro método para traficar que contó el testigo secreto fue mucho más llamativo: el polvo blanco viajaba dentro de autos de rally que llegaban al país por barco para una competencia off-road en el sur del país. Los autos eran acondicionados en una chacra de San Pedro vinculada a Erwin, de acuerdo a documentación de la causa a la que accedió Infobae, donde se les cargaba la droga para el viaje de vuelta en neumáticos.
Así, los autos supuestamente llegaban a Bélgica para seguir camino a Italia.
El puerto de Buenos Aires también está comprometido en el expediente, con mercadería dirigida desde la Terminal 3 hasta Gran Canaria en España. Las valijas por avión a España también están en el relato del arrepentido con supuesta connivencia de funcionarios aduaneros: se cree que la banda habría sacado del país al menos 15 millones de euros.
En el medio, hay presuntos testaferros detectados por la UIF, con patrimonios difíciles de explicar: la pareja de Erwin es un nombre repetido.