Hace seis años atrás, I.S, vecino histórico de Villa del Parque, escribía una columna en una pequeña revista partidaria de River Plate. Contaba cómo a los quince años de edad se prometía a sí mismo ponerle el nombre de uno de los máximos ídolos del club de Núñez a uno de sus hijos. Decía que el fútbol había sido refugio en tiempos difíciles, que le había dado alegrías a través de la enfermedad de su madre. El nene, 15 años después de esa promesa, finalmente había nacido, con el nombre del ídolo en su DNI.
La vida entera de I.S había pasado por River: era un seguidor fanático, así como su mujer, L., la madre del chico. Otros miembros de su familia, hermanas, sobrinos, hacían del club el centro de su vida. I.S y L. viven en Villa del Parque, según testimonios de vecinos, con otros tres chicos más.
Ayer por la noche, el mundo de I.S se sacudió de raíz: la Policía de la Ciudad allanó el departamento de tres ambientes en el que vive con su mujer y los chicos en Villa del Parque en una calle estrecha a pocas cuadras de la estación de la línea San Martín, se llevaron a su mujer arrestada para indagarla hoy por la mañana luego de que se viralizara una filmación particularmente indignante.
El video mostraba a L. atando una serie de bengalas con cinta en la panza del chico de seis años, poco antes de ingresar al Monumental el sábado pasado en la Superfinal fracasada de la copa Libertadores.
La filmación llegó a las redes y luego a la doctora Adriana Bellavigna, titular de la Fiscalía Contravencional Nº6 del fuero porteño, la encargada de investigar los disturbios en Núñez que terminaron con 30 detenidos y el partido suspendido indefinidamente. El Centro de Investigaciones Judiciales de la Ciudad -que se especializa, por ejemplo, en el rastreo de imágenes de pornografía infantil- logró dar con L. a través de una comparación de fotos, el reloj que llevaba en el video, que se repetía en su perfil de Instagram, fue una pieza fundamental.
Así, la madre del chico terminó con una causa a cargo de la jueza María Julia Correa por el delito de poner en riesgo la vida de un tercero, una calificación agravada por parentesco bajo los artículos 106 y 107 del Código Penal, un delito excarcelable. Intervino el Ministerio Público Tutelar porteño a cargo de Yael Bendel, con una medida cautelar a cargo del Consejo del Menor y la Familia presidido por Karina Leguizamón. "Hablé con el padre y estaba abatido", afirmó Leguizamón en Radio La Red, que entrevistó a los cuatro hijos de la pareja y los definió como "emocionalmente muy dañados".
Hoy, todos los hijos de la mujer acusada y detenida quedaron cargo de su padre en su departamento de Villa del Parque; tres de ellos durmieron anoche con sus abuelos. Lo que pase con los menores, aseguran fuentes cercanas a la fiscal Bellavigna, será determinado por el Ministerio Público Tutelar y el Consejo, no por la Justicia.
"No podemos separar a los chicos de la familia porque tal vez uno de los miembros se equivocó muchísimo y es la ley la que debe juzgarlos y no nosotros como organismo. Anoche cuando hicimos la evaluación de todo el grupo familiar, lo que vimos es que era un daño mayor para esos chicos retirarlos de esa casa y de su cotidianidad", aseguró Leguizamón.
I.S mantuvo las persianas bajas esta mañana. Un policía de la Ciudad de consigna en la puerta custodiaba el edificio. "Gracias, pero no", le dijo a Infobae con la voz quebrada a través del portero eléctrico. Sus hijos estaban junto a él. Borró todas sus redes sociales tras el allanamiento, las de su mujer tampoco están disponibles.
Mientras tanto, L. se disponía hoy por la mañana a ser indagada. Su abogado defensor fue una sorpresa: Carlos Broitman, que defendió a Henry "Mi Sangre" Londiño, a Ibar Pérez Corradi, al financista Guillermo Greppi y a presuntos narcos de peso como Claudio Alfredo Pérez, "El Cabezón", acusado de ser el jefe de la pasta base de Monte Grande.
Broitman habló de un ex marido de la mujer, de tres hijos más grandes fruto de esta relación, de que las bengalas habrían sido "para ellos". Aseguró antes de la indagatoria que su clienta nunca habría podido poner en riesgo la vida del chico y que ante la jueza Correa "va a hablar todo lo que tenga que hablar".