Crimen de la militar descuartizada: la autopsia reveló el cruel sadismo del femicida

El estudio a los restos de la joven cabo primero determinó fracturas en el cráneo y un agonía de 10 a 15 minutos a través de coágulos en el corazón

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Jesica Lucía Hoffman en uniforme.
Jesica Lucía Hoffman en uniforme.

El reporte de la autopsia practicada ayer a las 15:30 en la morgue de  General Rodríguez al cuerpo de Jesica Lucía Hoffman -la cabo primero del Ejército cuyos restos aparecieron descuartizados en su casa de Moreno dentro de un bolso- habla de una brutalidad fuera de lo común. El informe al que accedió Infobae determinó que Jessica fue asesinada a golpes antes de que su femicida seccionara su cuerpo en tres partes y la decapitara.

Los golpes le provocaron fracturas en la calota y en la base del cráneo. El cadáver de Jesica, por otra parte, tenía heridas defensivas en el dorso de la mano derecha. La data de muerte estimada por los forenses es de al menos 72 horas, con una agonía de 10 a  15 minutos determinada a través de coágulos hallados en el corazón.

El cadáver de la joven de 34 años de edad fue encontrado el jueves por su padre luego de que en el Batallón de Intendencia 601 de El Palomar donde trabajaba avisaran que llevaba dos días sin ir a su escritorio. Los familiares forzaron un ventanal de la casa de Jesica y cuando ingresaron encontraron que en el baño había un bolso con tres bolsas negras en el interior que despedían un olor nauseabundo: no quisieron abrirlas.

Luego de las primeras pericias que realizó Policía Científica de la Bonaerense descubrieron que la casa había sido limpiada recientemente. Además encontraron un cuchillo con el que posiblemente se produjo el ataque. Gracias a otras pruebas recolectadas en la escena del crimen, el fiscal Leandro Ventricelli pidió la detención de Fernando González Friveo, la pareja de Jesica, con quien convivía en esa casa y que también es militar con rango de sargento.

Fernando González Friveo al ser
Fernando González Friveo al ser detenido por la Policía Bonaerense.

Al momento de la captura el hombre estaba siendo condecorado en la base militar en la que desarrollaba sus actividades. Ante los efectivos, confesó el crimen aunque deberá repetirlos ante el fiscal para que la confesión tenga validez jurídica.

De vuelta a la autopsia, la primera conclusión a la que arribaron los especialistas es que Jesica recibió múltiples golpes en la cara con un objeto "dotado de peso y masa". Es decir que el agresor usó algún tipo de objeto contundente para herirla o que empujó la cabeza contra algún borde como puede ser una bañera, lo que le produjo la factura de cráneo.

Además, el reporte señala que recibió una gran cantidad de golpes coincidentes con puñetazos o patadas en las piernas y la cara. Todo esto mientras estaba aún con vida. La autopsia también corroboró que Jesica no estaba embarazada al momento de ser asesinada.

Otra observación que fue enviada al fiscal Ventricelli es que el cuerpo tenía precintos en sus manos y en sus piernas, lo que implica que el asesino probablemente tenía como objetivo mover el cuerpo de lugar.

Los familiares de Hoffman, que además viven junto a la casa de Jesica, declararon ver que en las horas posteriores al martes en donde fue asesinada observaron a González limpiar y acondicionar su auto. También afirmaron que la cerradura de la casa estaba cambiada.

Jessica y Fernando convivían hace casi 10 años. Tienen en común un hijo de ocho años de edad. Hace algunos años y con mucho esfuerzo se había mudado a una casa alquilada en Caseros pero la difícil situación económica hizo que volvieran nuevamente a la zona oeste del Conurbano hace dos años.

"No hubo grandes antecedentes de peleas. Tenían sus discusiones como toda pareja pero nunca nada grave. No lo podemos creer. Lo tratamos como de nuestra familia. El sábado estuve con Jessica acá charlando. No puedo entender por qué", dice entre lágrimas Alicia, tía de Jessica.

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