Martín Lanatta fue condenado a 10 años de prisión, mientras que su hermano Christian y Víctor Schillaci recibieron una pena de 8 años, acusados de haber baleado a efectivos de Gendarmería en Santa Fe a principios de 2016, tras haberse fugado del penal de General Alvear.
Los tres condenados siguieron el proceso por teleconferencia desde el penal de Ezeiza, donde cumplen condena por la triple fuga.
La condena estuvo a cargo del Tribunal Oral Federal de Santa Fe (TOF), y los fundamentos serán dados a conocer en una audiencia prevista para el martes 28 de noviembre a las 17.
La presidente del TOF, María Ivón Vella, acompañada por los vocales Luciano Lauría y José María Escobar Cello, indicó que Martín Lanatta (46) fue hallado culpable de los delitos de "atentado y resistencia a la autoridad, agravado por el uso de armas y lesiones graves agravadas por haber sido causadas para conseguir impunidad y contra un miembro de fuerzas de seguridad", además de robo agravado y daño agravado.
En tanto, Christian Lanatta (43) y Schillaci (37) fueron condenados a 8 años de prisión como autores de "atentado y resistencia a la autoridad agravado por el uso de armas, robo y daño doblemente agravado".
El fiscal general Martín Suárez Faisal había solicitado 12 años de cárcel de cumplimiento efectivo para Martín Lanatta y 10 para Christian Lanatta y Víctor Schillaci, en tanto que el defensor oficial Julio Agnoli había pedido la absolución de los tres imputados por la aplicación del "estado de necesidad exculpante", ya que en su visión "o se fugaban o morían en el penal".
La jueza Vella precisó que a los tres se los declaró reincidentes y anunció que se remitirá copia de lo actuado por el TOF santafesino al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mercedes, que los había condenado por el triple crimen de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), para que se proceda a la unificación de las causas.
En el debate de hoy, el hecho más grave le fue endilgado a Martín Lanatta, quien hirió con un disparo de fusil en el brazo derecho al comandante José María Valdez, motivo por el cual en la instrucción de la causa se la caratuló como homicidio en grado de tentativa, delito que finalmente fue desestimado por el fiscal y por el tribunal.
Los otros delitos refirieron a la resistencia y atentado contra otros efectivos de Gendarmería, al robo de una camioneta Citroën Berlingo, radios handy, chalecos antibala y pistolas, y el daño contra una camioneta Volkswagen Amarok, a la que le dispararon para inutilizarla durante la fuga.
Los imputados escucharon la sentencia y siguieron todas las audiencias a través de un sistema de videoconferencia, ya que se encuentran detenidos en el penal de Ezeiza desde que fueron recapturados.
El 27 de diciembre de 2015, los tres condenados se fugaron del penal bonaerense de General Alvear a bordo de un Fiat 128 y con un guardiacárcel como rehén al que abandonaron ileso a las pocas cuadras.
Luego huyeron en una camioneta hacia el sur del conurbano bonaerense, pero finalmente escaparon hacia Santa Fe, donde fueron detenidos tras una serie de procedimientos de las fuerzas de seguridad en la localidad de Cayastá y sus alrededores. Antes, en la localidad bonaerense de Ranchos, dispararon contra dos policías que intentaron detenerlos, pero aún no se realizó el juicio por ese hecho.
También deberán afrontar otro juicio oral por tres casos de privación ilegítima de la libertad y robos que estará a cargo de la Justicia ordinaria de Santa Fe y cuyo inicio está previsto para mañana.
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