Un geriátrico clandestino de la ciudad bonaerense de Tandil fue denunciado por malas condiciones edilicias, hacinamiento y maltratos contra siete adultos mayores que se encontraban alojados en el lugar, aunque por el momento no fue clausurado, informaron fuentes judiciales a Infobae.
La denuncia llegó en forma anónima al municipio de Tandil el pasado 25 de octubre a través de una serie de fotos que luego fueron publicadas a las redes sociales y se viralizaron. En ellas se observa que los siete abuelos que habitaban el geriátrico, que funciona en un domicilio de la calle Almafuerte 648, conviven en dos pequeñas habitaciones -en una duermen tres y en otra cuatro- cuyas camas se encuentran "amontonadas". El contenido era grotesco. "A los abuelitos les pegan", aseguraba el post. Las fotos mostraban ancianas con heridas en carne viva.
Los números que generó el post, con fecha del 6 de noviembre, fueron intensos: 14 mil comentarios, 19 mil likes y fue compartido 126 mil veces.
A partir de la recepción de esas imágenes tomó intervención en el caso la Dirección de Integración y Extensión Comunitaria del municipio de Tandil, que realizó la denuncia formal en el Juzgado de Familia N° 2 de esa jurisdicción, desde donde se ordenó constatar la situación denunciada y, en caso de encontrar irregularidades, trasladar a los pacientes a un hospital público de la zona.
Si bien hubo dificultades para ingresar al lugar por tratarse de una propiedad privada, la titular de la vivienda permitió finalmente el ingreso del personal que participó del allanamiento: concurrió personal del municipio, de la Comisaría de la Mujer, médicos, trabajadores sociales y funcionarios judiciales.
Más allá de las reducidas dimensiones de la vivienda, según aseguraron fuentes cercanas al expediente a Infobae, las condiciones en el geriátrico clandestino no serían lo que el posteo graficaba: el estado de salud, higiene y alimentación de los abuelos era "bueno" según voces municipales. En las entrevistas que se realizaron en forma privada ninguno manifestó haber recibido maltratos.
Por otra parte, todos tenían algún familiar a cargo que estaba al tanto de dónde estaban alojados.
Sin embargo, el lugar no estaba habilitado como corresponde, y no cumplía con los requisitos mínimos de atención de un geriátrico en regla. Por ejemplo, tiene un solo baño bastante desvencijado, y no cuenta con un médico que trabaje para la institución. Los pacientes reciben únicamente atención sanitaria por su obra social, muchos de ellos PAMI.
"El lugar estaba en buenas condiciones, estaba limpio. No encontramos lo que se veía en las fotos", indicó una fuente judicial a Infobae.
Por su parte, en diálogo con este medio, la directora de Integración y Extensión Comunitaria de Tandil, Luján Brito, coincidió: "Las fotos nos alarmaron como a cualquiera. Pero cuando fuimos nos encontramos con un cuadro diferente".
En cuanto a la foto que circuló por Facebook que muestra a una mujer con heridas en las piernas, la funcionaria explicó que se trata de un cuadro de salud, con un diagnóstico de úlcera varicosa y advirtió que se encontraba en tratamiento, por lo cual "son heridas en sanación".
No obstante, tanto desde el juzgado como desde el municipio concuerdan en que el geriátrico clandestino "no tiene las características ni las condiciones habitacionales" de un lugar preparado para tal fin.
"La municipalidad pidió la clausura al Ministerio de Salud de la provincia", aseguró Brito, aunque por el momento no se efectivizó. Tres de los cuatro abuelos que habitaban el lugar permanecen allí, mientras que otros cuatro ya fueron reubicados por sus familias.
"Lamentablemente no es la primera vez que nos pasa de encontrar una situación como esta. Pero la ley provincial de Regulación de Establecimientos Geriátricos (2130) nos nos da la potestad de realizar clausuras como municipio, por lo que dependemos del gobierno provincial", explicó Brito.
En la causa judicial no figura hasta el momento ningún pedido de clausura ni se ordenó el traslado de los adultos mayores que permanecen en la vivienda.
En tanto, las dos personas que dijeron ser dueños del lugar fueron identificadas aunque no detenidas, y se supo que alquilaban esa vivienda a una mujer que vive en una pequeña casa ubicada al fondo de la propiedad.
Seguí leyendo