Catalina, la bebé de un año que murió este martes luego de que su padre se la olvidara en el asiento trasero del automóvil y recién se diera cuenta nueve horas después en la localidad bonaerense de Santos Lugares, murió por "hipertemia y asfixia", según reveló la autopsia realizada esta mañana en la Morgue Judicial de San Martín.
En tanto, la fiscal Alejandra Aillaud, de la UFI Nº 1 de la jurisdicción, aguarda los resultados de los estudios clínicos y psicológicos de R.O., el padre de la pequeña, de 36 años, jugador de rugby y empleado de una empresa de equipos informáticos que fue imputado por el presunto delito de homicidio culposo. El hombre fue aprehendido ayer y alojado en la Comisaría 9° de Villa Bosch, desde donde lo trasladaron al Hospital Posadas de Haedo para brindarle atención médica por su estado de shock.
En el transcurso de la tarde de hoy, el hombre será enviado a los Tribunales de San Martín para someterse a las pericias y podría ser indagado por la fiscal, que tiene 48 horas para establecer la fecha de audiencia.
Los investigadores esperan recabar datos de la historia clínica del papá de la beba, ya que de acuerdo a los testimonios de allegados sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) mientras practicaba rugby en el club San Martín de la localidad de Villa Raffo, donde se desempeñó como jugador y entrenador.
Ese episodio, según coinciden vecinos de la cuadra, le habría dejado secuelas que en ocasiones le provocaban pérdidas del sentido o la memoria.
En principio, el hombre no tendría antecedentes penales y la relación con su esposa e hija, quien había sido "muy buscada" por la pareja según habitantes de la cuadra, era "normal". Los tres vivían en un domicilio de la calle Doctor Ceraso y Avenida La Plata, en el partido bonaerense de Tres de Febrero, junto a una perra raza labrador retriever.
La trágica muerte de la beba se produjo durante la mañana de este martes en la puerta de una casa de dos plantas, un pequeño patio delantero y un garage que esta mañana ocupaba una auto Ford Ka. Sobre la vereda estaba ayer estacionado el Peugeot 308 gris plata donde la beba pasó sus últimas horas abandonada.
Los resultados de la autopsia arrojan que la muerte ocurrió en horas del mediodía, unas cinco horas después de haber sido abandonada en la sillita. La temperatura a las 12 había alcanzado ayer los 24 grados, pero en el interior del auto, cerrado, al sol y sin aire, probablemente fue muy superior.
Se cree que ese ambiente provocó un aumento de la temperatura corporal de la beba -hipertemia-, sumado a la asfixia. Durante las 9 horas que permaneció estacionado el coche, ningún vecino advirtió la presencia de la menor a través de los vidrios polarizados. Tampoco se oyeron llantos.
De acuerdo al testimonio de vecinos de la zona, como parte de su rutina diaria R.O. condujo temprano en la mañana el vehículo para llevar a su esposa al trabajo y a la pequeña Catalina a una guardería. La beba viajaba atrás atada a su butaca.
Sin embargo, el padre nunca se dirigió al jardín maternal sino que tras dejar a su pareja fue directamente a su casa, adonde arribó alrededor de las 8:30 y, olvidando que la pequeña estaba atrás, entró a la vivienda.
A las 16:30, nueve horas más tarde, R.O. se dirigió al vehículo aparentemente con la intención de ir a retirar a la nena del jardín, pero al abrir la puerta del Peugeot la encontró a Catalina sin signos vitales.
A partir de ese momento su reacción llamó la atención de una mujer de la cuadra que relató la secuencia: tras abrir la puerta del auto, el hombre volvió a cerrarla. Se tiró al suelo. Volvió a abrir, dejó la puerta abierta pero se volvió a apartar del vehículo. Se derrumbó en el piso y gritó. La vecina creyó que se trataba de la perra.
Se acercó y vio a la beba: estaba morada, con el chupete en la boca. Después el hombre volvió. La agarró, la alzó y volvió a gritar: "¡Gorda, te olvidé, te olvidé!".
Minutos después, aún en pleno estado de shock, R.O. mismo llamó al 911. De inmediato arribaron al lugar los médicos y trasladaron a la nena al Hospital Ramón Carrillo de Ciudadela, pero a pesar de las tareas de reanimación de los médicos, falleció.
Tanto el padre como el resto de la familia fueron asistidos por personal especializado del equipo de Atención a la Víctima del Municipio de Tres de Febrero en el mismo centro de salud.
En el mismo hospital el hombre fue aprehendido por orden de la fiscal de turno. En horas de la noche, el auto en el que falleció la beba de un año fue trasladado por efectivos policiales para ser sometido a distintas pericias a fin de obtener más información sobre el caso.
La madre de Catalina, la mujer de R.O., fue a la comisaría donde su marido estuvo detenido. "Lo acompañó", asegura una fuente policial.
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