La autopsia en el Cuerpo Médico Forense concluyó a mediados de esta mañana: la causa de muerte determinada fue de "asfixia mecánica por compresión", el término técnico para un estrangulamiento. En teoría, ya podrían sepultarlo, pero no hay nadie quien lo reclame.
A casi 24 horas del hallazgo de su cuerpo, nadie se presentó en la Justicia para pedir los restos de Omar Pacheco, el director teatral de 67 años cabeza de la compañía Teatro Inestable que apareció ahorcado en una sala del Teatro La Otra Orilla sobre la calle Urquiza en Once que él mismo había fundado. El fiscal del caso Marcelo Munilla Lacasa despachó a policías a chequear las direcciones vinculadas a Pacheco, como su casa en la calle Sucre en Belgrano, hasta ahora sin resultados.
Pacheco había enfrentado un repudio en redes sociales y medios de prensa antes de aparecer muerto: el viernes 2 de este mes, actrices que habían colaborado en sus proyectos lo señalaron públicamente por supuestos hechos de abuso sexual, incluso a menores de edad.
"En estos años ejerció abuso de poder donde, entre otras cosas, construía relaciones sexo-afectivas con sus alumnas, imprimiéndole su posesión enfermiza en el completo ocultamiento ya que la no vinculación extra profesional era para él un requisito excluyente para ser parte del proyecto", aseguraron en un comunicado, donde se detallaba un supuesto modus operandi de manipulación y aprovechamiento de la vulnerabilidad de quienes habrían sido sus víctimas.
El escrache llegó hasta la puerta del teatro mismo, donde Pacheco fue increpado entre gritos, algo que fue filmado y luego subido a Youtube. Un segundo grupo de actores y actrices aseguró que jamás recibió un peso en concepto de pago a pesar de giras por Europa, este grupo también afirmó que entre ellos había hijas e hijos de desaparecidos durante la dictadura militar que financiaron los proyectos de Pacheco con dinero de sus indemnizaciones.
Estas acusaciones, por otra parte, nunca llegaron a la Justicia penal.
Según pudo constatar Infobae, el director teatral no tenía ningún expediente en su contra al momento de su muerte, según datos de la Cámara Criminal y Correccional, así como no consta ninguna denuncia recibida por la Policía de la Ciudad o en registros de reincidencia de la provincia de Buenos Aires. El único expediente caratulado con su nombre data de 2014, una denuncia por "lesiones culposas" hecha por una mujer que llegó al Juzgado N°57 y que fue archivada ese mismo año.
Por lo pronto, según fuentes de la investigación, el fiscal Munilla Lacasa no descarta en sus cálculos investigar una posible instigación al suicidio.