Empezó el juicio por el caso de Lucía Pérez: luces y sombras de un crimen que conmocionó a miles

El 12 de octubre de 2016, solo cuatro días después del crimen de Lucía Pérez, la entonces fiscal del caso María Isabel Sánchez brindó una conferencia de prensa en la que aseguró que la joven de 16 años fue víctima de "una agresión sexual infrahumana" y que había sido "empalada" por un hombre en complicidad con otros dos sospechosos. Los desgarradores detalles del femicidio que dio la funcionaria fueron de alto impacto, incluso sirvieron como puntapié para el primer Paro Internacional de Mujeres contra la violencia machista con una convocatoria masiva en las calles de Buenos Aires y varias ciudades del país.

Sin embargo, desde aquel intercambio con periodistas hasta la elevación a juicio oral de los tres acusados un año después, la investigación estuvo marcada por las diferencias entre los peritos de parte, médicos forenses y hasta la Junta Médica integrada por cinco profesionales de la Suprema Corte Bonaerense, quienes aún hoy no pudieron ponerse de acuerdo en torno a cuál fue la causa de muerte: ni siquiera hay un consenso general en cuanto a si hubo abuso sexual o si existió algún intento por encubrir la muerte de Lucía.

Sobre estas discrepancias girará el juicio oral contra los tres imputados que comenzó hoy en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de Mar del Plata, a cargo de los jueces Pablo Viñas, Aldo Carnevale y Facundo Gómez Urso.

El primero de los acusados es Matías Gabriel Farías, señalado como "autor probable" del delito "de abuso sexual por acceso carnal agravado por el resultado muerte y el suministro de estupefacientes en concurso ideal con femicidio". Juan Pablo Offidani, por su parte, será juzgado como "partícipe secundario" del mismo delito.

Los dos enfrentan también la acusación de ser "presuntos coautores" de "tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad". El tercero en sentarse en el banquillo es Alejandro Maciel, acusado de "encubrimiento agravado".

El debate comenzó esta mañana con la presencia de los imputados y los familiares de la víctima, aunque se vio retrasado por el hallazgo de un cuchillo oculto en el interior de uno de los baños. Después de algunos minutos, los jueces dieron la aprobación para el comienzo del proceso que consistió en la lectura de los lineamientos de las partes.

El primero fue el fiscal Daniel Vicente, asignado en enero en reemplazo de la cuestionada fiscal Sánchez, quien eventualmente pidió licencia psiquiátrica y fue trasladada a otra dependencia. Después intervino el representante de la familia de la víctima Gustavo Marceillac y luego la defensora oficial María Laura Solari.

Está previsto que el juicio culmine el próximo 15 de noviembre y se termine de resolver un crimen signado por un entramado de polémicas durante dos años, lo que hace creer que el final está abierto. Para desentrañar el caso es necesario entender cómo fue la elevación a juicio oral firmada por el juez de garantías Gabriel Bombini y que fue ratificada casi en su totalidad por la Cámara de Apelación y Garantías.

Los tres hechos

El expediente analiza básicamente tres hechos que, entrelazados, muestran cómo transcurrió todo hasta el trágico desenlace.

El primero hace referencia al delito de la tenencia de estupefacientes para vender y que está agravado por ser en perjuicio de menores de edad. En este punto prácticamente no hay dudas para la Justicia. De acuerdo con el expediente, a Farías y Offidani se los señala por haber tenido en una camioneta -en la que supuestamente se movilizaron el día del crimen- 38 gramos de cocaína y 220 de marihuana.

Según la acusación, tenían la droga con "con inequívocos fines de comercialización destinada a personas menores de edad". Para llegar a esta conclusión, los investigadores se basaron en la requisa del vehículo, en testimonios y mensajes de WhatsApp del propio Farías. Por esto, enfrentan una probable pena por narcotráfico que va de 6 a 20 años.

"Fue probado que Matías Farías vendía droga a menores de edad y esa era la razón por la que conoció a Lucía Pérez pasadas las 14 horas del día viernes 7 de octubre", precisó la Cámara. La reconstrucción de toda la secuencia permitió saber que ambos acusados conocieron a la joven de 16 años a la salida de la Escuela Media N° 3 y le vendieron droga a bordo de un auto. A la mañana siguiente buscaron a la joven cerca de su casa  en la camioneta de Offidani, quien los dejó en la casa de Farías.

"Todo lo ocurrido ese día en el inmueble de calle Racedo se explica por la droga. No puede inferirse producto de una situación de simple comodidad o casualidad o, acaso, entenderse como la prestación de un servicio de remise el transporte de Farías y de Lucía", dice la elevación a juicio. En ese sentido, sostiene que "de ser así no tendría sentido la concurrencia posterior de Offidani al lugar del hecho y menos, en el momento más crítico, acompañado de Maciel", que es cuando Lucía estaba prácticamente muerta.

Dudas sobre la muerte de Lucía

El segundo hecho imputado es el presunto abuso seguido de muerte con todos los agravantes. Para la Cámara, esta calificación es la que más dudas generó, "en cuanto a las circunstancias de su exteriorización material y a la calificación legal que le corresponde asignar". El problema "sigue estando relacionado con su sustento probatorio más que con criterios de interpretación jurídicos". Es decir, no termina de probarse.

La acusación de la Fiscalía -basada en el perito que aportó-, una vez que Farías llegó a su casa con Lucía "le proveyó estupefacientes" y "aprovechándose de la situación de vulnerabilidad mantuvo relaciones sexuales con ella".

Asimismo, apuntó que "esa actividad sexual yuxtapuesta al consumo de cocaína, causó una asfixia tóxica, con congestión y edema pulmonar, lo que causó la muerte de la menor".

Los peritos de parte no se pusieron de acuerdo y por eso se convocó a una Junta Medica con cinco médicos -tres de ellos mujeres- de la Suprema Corte provincial. En este informe se descarta todo lo que inicialmente dijo la fiscal Sánchez. De hecho, el informe dice que no hubo empalamiento e incluso relativiza el abuso para hablar de "relaciones sexuales". "La pericia de la Junta Médica de Suprema Corte produjo, por el contrario, más antinomia y criterios divergentes", señala la elevación a juicio.

Lo sostiene en virtud de que tres médicos -la profesional que realizó la autopsia, el que se encontraba a cargo del cuerpo médico local y un perito del Ministerio Público Fiscal de Lomas de Zamora- se pronunciaron sobre la probabilidad de que haya existido abuso sexual.

La Cámara, en esa línea, cita el informe de la Junta, sostuvo que "no hay lesiones pélvicas" ni "contusiones profundas como los empalamientos". "En definitiva, de lo que no hay duda es que se tiene duda, y eso lo reflejó la propia apelante (la defensora oficial Laura Solari) cuando consideró que si bien no resultaba posible afirmar con certeza que no haya habido abuso sexual, tampoco resultaba posible afirmar lo contrario", agregó el tribunal.

Sostiene que "lo acreditado con relevancia penal" fue que Farías y Offidani le dieron droga a Lucía el viernes 7 de octubre después de las 14, y que a la mañana siguiente la pasaron a buscar en el mismo vehículo, la llevaron a la casa de calle Racedo donde vivía Farías, en la que permaneció entre las 10:40 hasta poco antes de las 15:30, cuando murió.

Allí, "tuvo lugar una actividad sexual brusca junto con el consumo de estupefacientes". La Cámara asegura que "esto es evidente y fue la razón del encuentro acordado entre ambos". En ese contexto "se produjo la muerte de la menor por congestión y edema pulmonar de causa tóxica", añadió.

La perito de la defensa, por su parte, sostuvo que la causal de muerte es indeterminada, y que no puede afirmarse la existencia del abuso. Finalmente señaló que "quedó alejada" la hipótesis de que Lucía perdió la vida como resultado de un abuso sexual, "aunque una actividad de tipo sexual brusca y continua concurrió con otros factores derivados de la falta de alimentación y de la ingesta de tabaco y marihuana a la explicación causal de su deceso". La muerte se vincula, entonces, directamente con la droga más que "el pretendido y hasta ahora dudoso abuso sexual típico".

La declaración de Farías sobre las relaciones sexuales que mantuvo con Lucía coincidió con la pericia al cuerpo de la víctima. Es decir, para la Cámara no se encubrió la actividad sexual y destacó que no se deshicieron de la víctima, "la llevaron vestida a la sala sanitaria". Lo más complejo de todo es que, si no pueden probar el abuso, probar el siguiente punto, el hecho número 3 en la imputación, encubrimiento agravado, será particularmente difícil.

El encubrimiento y el cuerpo bañado

Maciel es el principal acusado en este punto. Básicamente se lo responsabiliza de que el 8 de octubre, después de la muerte de Lucía, en el interior del domicilio, el joven habría ayudado a Farías y Offidani a borrar los rastros del delito participando en el "acondicionamiento del cuerpo de la víctima, lavándolo, vistiéndolo, antes de llevarlo a una sala sanitaria, y retirando del lugar los estupefacientes que se habían proveído a Lucía".

Aquí vuelven a surgir las diferencias. Mientras la forense de la autopsia, el profesional que estaba encargado del cuerpo médico local y un perito del Ministerio Público Fiscal de Lomas de Zamora se inclinaron por el encubrimiento, la Cámara consideró que se trató de un dato "controvertido que fue negado por los peritos de Junta".

"Su relevancia es relativa, dado que, aunque haya sido así en parte, tal como lo reconoció el propio Offidani, indicándole a Farías que le moje la cabeza a Lucía, posiblemente hubiera tenido una explicación compatible con el hecho de querer reanimarla", remarcó el fallo. Bañarla, señala la Cámara, "pudo tener la misma explicación que surge de los dichos de Offidani": buscar que la víctima reaccione frente a la dramática escena de intoxicación por cocaína que atravesaba la adolescente, que en definitiva, "fue la causa altamente probable de su fallo vital".

La audiencia de esta mañana continuó con la primera ronda de testigos, según publicó el diario La Capital de Mar del Plata, entre ellos el padre y la madre de Lucía. 

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