Las cuatro manzanas que rodean la casa de C. A. Y., el joven de 15 años que anoche fue aprehendido acusado de asesinar a su pequeña prima de 9 años, eran un hervidero en la mañana de este viernes. En cada rincón de este barrio de gitanos de la localidad de José Mármol, partido de Almirante Brown, grupos de vecinos iban y venían, hablaban en la calle, en cada esquina o en las puertas de las casas buscando una explicación.
"Toda una vida por delante", se lamentaba una vecina en referencia a Estefanía B., la menor cuyo cuerpo fue encontrado anoche semidesnudo y con una bolsa en la cabeza, en calle Erezcano y Pasaje San Joaquín, a metros de la estación del ferrocarril Roca.
A diez cuadras del lugar del hallazgo, en la esquina de Bernardi 2798, está la casa tipo chalet del joven acusado y su abuelo, un empresario de transportes alimenticios que hace el reparto de dos importantes marcas de helados y lácteos. Allí jugó Estefanía por última vez junto a su primo y un grupo de chicos del barrio. En el interior del domicilio la Policía encontró la ropa que llevaba puesta el primo durante la tarde, una campera roja y un jean que tenían manchas de sangre.
"Jugaban juntos, eran primos hermanos", decía esta mañana un hombre de unos 40 años, y señalaba el árbol donde se había ocultado la nena ayer jugando a la escondida junto al presunto asesino, minutos antes de ser hallada muerta.
Cerca de las ocho de la noche del jueves, la menor fue vista corriendo por la zona mientras su primo la perseguía de atrás. De un momento a otro, la nena desapareció y en pocos minutos varios vecinos salieron a buscarla sin éxito.
El cuerpo de la pequeña fue encontrado pasadas las nueve de la noche por una mujer que paseaba a su perro. Había sido descartado desde una camioneta blanca marca Mercedez Benz con caja frigorífica. La víctima presentaba varios cortes en los brazos, uno muy profundo en el abdomen y signos de haberse defendido del ataque.
La Policía allanó luego el galpón desde donde el abuelo del acusado realiza los repartos, justo a la vuelta del chalet de la calle Bernardi, en Amenedo y Chayter. Allí encontraron la camioneta señalada con manchas de sangre y un cuchillo con mango de madera también ensangrentado que habría sido el arma asesina. También había manchas hemáticas en la puerta y en el baño de un departamento deshabitado ubicado en el fondo del galpón.
A solo dos cuadras de ahí, sobre calle Chayter entre Frías y 30 de Septiembre, está la casa de techo triangular donde vivía la nena asesinada. En el jardín delantero y en la vereda había esta mañana una decena de familiares consternados por el violento episodio.
Apenas trascendido el crimen de Estefanía B. se habló de un posible ajuste de cuentas por una disputa entre las dos familias gitanas, pero esta hipótesis fue descartada a partir de los distintos testimonios.
Varios vecinos coinciden en describir al primo de la víctima como un joven agresivo, con problemas de consumo de drogas y una denuncia previa por violencia contra otra menor de edad que vive a media cuadra de su casa y que quedó con secuelas graves tras la golpiza, según testigos. Una mujer del barrio destacó ante este medio la agilidad física del joven y aseguró que tiene "una fuerza impresionante".
Hace cinco días, sostienen los vecinos, C.Y. abandonó la clínica donde estaba siendo tratado por su adicción a las drogas y tenía prohibido salir de su casa. Sin embargo, el joven sabía manejar -reconoció su abuelo- y habría utilizado una de sus camionetas para trasladar el cuerpo de la menor hasta el pasaje de calle San Joaquín y Amenedo.
La Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil Nº 2 de la jurisdicción espera los resultados de la autopsia al cuerpo de la niña que fue reconocido por su padre junto a las vías del tren Roca esta mañana. La necropsia se practicará en la Morgue Judicial de Lomas de Zamora.
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