En los últimos días se conoció el accionar de una banda delictiva que preocupa a las autoridades. Los delincuentes abordan a sus víctimas en las calles, las engañaban con una estratagema y luego las drogan con burundunga para llevarlas a sus casas y desvalijarlas.
Infobae pudo reconstruir un caso ocurrido el lunes pasado, que describe a la perfección cómo operan estos delincuentes. La víctima, una mujer de 75 años, fue abordada en la esquina de Olleros y 11 de Septiembre, en el barrio de Belgrano, cuando se dirigía al oftalmólogo.
Antes de llegar al consultorio, la mujer fue frenada por una señora corpulenta, que parecía tener dificultades para hablar. Esta persona le mostró un puñado con supuestos dólares y le dijo que le quería dar ese dinero a ella porque era rica, era "una señora bien y tenía los ojos de la Virgen María".
Durante este contacto se había producido la aplicación de la burundanga, una droga que anula la voluntad, dejando a la víctima a la merced de los delincuentes.
Según el relato de los familiares de la señora atacada, a los pocos minutos apareció un hombre "buen mozo, muy bien vestido, elegante", que dijo ser cirujano plástico y se ofrecía a atender a la mujer de los dólares, "que parecía con problemas mentales".
Con la llegada del hombre a la escena y la víctima totalmente sumisa, lograron llevarla a su domicilio, donde consiguieron, tras revolver todo, hacerse de joyas, pesos y dólares, los ahorros de toda la vida de la mujer. En el medio, también habrían tomado un café, con un gusto llamativamente salado, que habría contribuido a drogar más a la mujer.
Mientras tanto, los familiares de la señora estafada se alertaron por no lograr contactarla. La preocupación creció cuando en el consultorio oftalmológico les informaron que la paciente nunca había llegado. Ante esto, se dirigieron a la casa de Belgrano, donde encontraron a la mujer parada junto a la cama, semidesnuda e intentando ordenar bultos de ropa que estaban tirados sobre la colcha.
"Estaba hecha un zombie, con la mirada como si estuviera perdida, pero estaba consciente. Me preguntaba por qué tenía dificultades para hablar, por qué no le salían las palabras. Y me dijo que había estado en la casa con dos personas muy buenas. Empiezo a mirar el resto de la casa y estaba dada vuelta. Le habían robado todo", describió a Infobae una de sus hijas.
Tras un llamado al 911, acudieron efectivos de la Comisaría Nº 51 y una ambulancia, que terminó por derivar a la mujer al sanatorio Otamendi, donde todavía hoy permanece internada sin haberse recuperado totalmente.
Los especialistas del Otamendi le dijeron a la familia que era imposible detectar la burundanga en el examen toxicológico, pero que de acuerdo a las características del hecho, la policía aseguró que fue un caso clásico de robo con esa droga.
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