—Miguel, te hago una pregunta, a ver si se puede hacer… Cincuenta personas para el martes en la puerta del PAMI, para hacer un poco de alboroto… ¿Se puede negociar eso?
—¿Necesitás 50 personas?
—Sí… ¿y cuánto lo pago?
—Dejame ver que te lo averiguo.
El diálogo se desprende de una escucha telefónica a Miguel Ángel Soutto (39), ex concejal y titular del Sindicato de Químicos, Petroquímicos y Explosivos de Florencio Varela. La conversación, con un tono de risa y mofas, es una de las pruebas que recolectó el fiscal de la UFI N° 1 de Berazategui, Daniel Ichazo, sobre el modus operandi que usaba el sindicalista, detenido en una causa por asociación ilícita y extorsión a empresas y afiliados del sector.
Ichazo ordenó este miércoles por la mañana la detención de Soutto junto a los directivos Felix Rolón (50), secretario adjunto del gremio y vinculado a la barra brava del club Defensa y Justicia, y Diego Uriel Flores (50), subsecretario de la entidad.
Según consta en la actuación policial, a la que tuvo acceso Infobae, los tres imputados visitaban diferentes empresas, entre ellas la fábrica Petrona, ubicada en El Pato, con el fin de obtener un beneficio económico mediante aprietes y bloqueos a los establecimientos.
En las amenazas se utilizaban agresiones físicas y armas de fuego. De las escuchas telefónicas se desprende que el gremio químico pedía $25 mil pesos por semana para llevar gente a distintos tipos de protestas y actos. El reclutamiento se producía entre la barra brava del club Defensa y Justicia, señalan fuentes vinculadas a la investigación.
"Che, mañana se vence la sexta quincena", dice uno de los imputados en otro audio telefónico, en donde se concreta la extorsión a un empresario. "Llamame porque mirá que mañana tenés quilombo en la puerta de la empresa, yo te aviso. Yo quiero que vos seas consciente que nosotros estamos hablando con la palabra en la justa", finaliza.
El apriete no solo afectaba a empresarios, sino también a los trabajadores que no se afiliaban al gremio. La presión hacia los empleados se debe a una dura puja por encuadramiento sindical, que en ocasiones finalizaba con hechos de violencia.
Soutto, una suerte de Juan Pablo "Pata" Medina del sector petroquímico, fue electo como concejal suplente del Frente Renovador de Florencio Varela en 2013. Su mandato finalizó el año pasado. Por entonces, ya contaba con una condena por abuso de arma por un ataque ocurrido en la Ruta 2, a la altura de dicha localidad bonaerense, en el que interceptó con su vehículo a un activista opositor, a quien le disparó.
"Esto viene ocurriendo hace muchos años. Ya venían siendo denunciados por compañeros y compañeras, que eran atacados. Apretaban a algunas empresas para levantar los piquetes que hacían en las plantas. Lo único que hacían es perjudicar compañeros", afirmó a este medio Rúben Salas, titular de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de Industrias Químicas y Petroquímicas de la República Argentina (Festiqypra).
En los allanamientos, donde intervino el Juzgado de Garantías N° 7 de Berazategui, se secuestró una pistola calibre 9 milímetros marca Taurus 917, teléfonos celulares, notebooks, tablets, anotaciones y cuadernos.
Interna sindical
Los sindicalistas detenidos son parte de la Federación Argentina de Trabajadores de Industrias Químicas y Petroquímicas (Fatiqyp), de Fabián Hermoso. Esta entidad es rival de la Festiqypra, encabezada por Rubén Salas, que se fundó en 2007 tras romper con la Fatiqyp.
Fabián Hermoso es uno de los sindicalistas que integran "Las 62 Organizaciones Peronistas", el sello político-sindical aliado a Cambiemos que hasta su muerte fue conducido por el extinto líder de la UATRE, Gerónimo "Momo" Venegas.
Desde diciembre de 2015, la Fatiqyp de Hermoso fue ampliando su base de representación sindical, en elecciones con denuncias cruzadas por fraude e irregularidades. En ese proceso de expansión, Soutto se quedó con la seccional de Florencio Varela, que estaba bajo la órbita de Salas y que también fue impugnada por vía administrativa.
"Todos estos muchachos son unos malandras, siempre hicieron malandraje. Se sintieron intocables", definió Salas.
Seguí leyendo: