Leonela Abigail Ayala (25 años de edad) y Fabián Esequiel González Rojas (24) tuvieron una audiencia indagatoria por el crimen de Sheila Ayala, la nena de 10 años que fue encontrada sin vida el jueves pasado en el barrio Trujui de la localidad de San Miguel. El hombre se negó a declarar, mientras que ella decidió hablar.
La mujer declaró en el primer piso de la Maternidad Eva Perón de Malvinas Argentinas, donde ayer dio a luz a un varón, su cuarto hijo. Aunque en principio iba a testimoniar el lunes, prefirió dar su versión este sábado ante el fiscal Gustavo Carracedo: "Negó el hecho. Dijo haber estado fuera de la casa cuando desapareció", anticipó a Infobae una fuente de la investigación.
"Es posible que el hombre haya quedado solo con la nena y esa haya sido la oportunidad que aprovechó. Sería algo que sucede habitualmente. La actitud posterior de la mujer hace difícil creer que no se haya enterado de lo que había pasado. Pero es diferente si se entero después de la muerte", conjeturó la misma fuente.
El jueves, cuando los detuvieron, Leonela habría confesado el asesinato a efectivos de la policía. Les habría contado que ella junto a su pareja estuvieron bebiendo alcohol y consumiendo drogas y que no recuerda cómo mataron a su sobrina. No obstante, aquella declaración carece de valor judicial para la causa al no haberse dado en un marco formal.
Distinto fue el caso de González Rojas, quien tras reunirse con su defensor oficial optó por no hablar. La declaración del hombre estaba pactada para las 15 en la Unidad Funcional de Instrucción N°20 descentralizada de Malvinas Argentinas. Estuvo allí apenas tres horas. Le leyeron las imputaciones y se retiró en silencio. Fue trasladado hacia la Comisaría 1° de José C. Paz.
A González Rojas se le imputa el delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y por tratarse de un femicidio. Por su lado, Leonela respondió en calidad de coautora del delito de homicidio agravado por alevosía.
Ambos acusados permanecerán detenidos. A la mujer le informaron también que Servicio Social le quitará la tenencia de sus hijos (es madre además de dos nenas de 9 y 7 años, y otro varón de un año y cuatro meses).
La versión de los investigadores
En un documento al que accedió Infobae, la fiscalía apunta que los acusados idearon un plan para asesinar a la menor. Cometieron el crimen en su casa, ubicada en un segundo piso dentro del complejo "Campo Tupasy". El hecho se habría producido entre el mediodía del domingo 14 -cuando se la vio por última vez jugando en el patio de su casa con una amiga- y el martes 16.
Según la reconstrucción de los hechos, Sheila fue "estrangulada a lazo con una sábana", lo que le produjo una "asfixia mecánica por compresión cervical externa, que la llevó a su muerte a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio traumático".
"Se aprovecharon de su estado de indefensión. Al ser de tan corta edad no pudo defenderse ante una embestida de dos personas que la superaron en fuerza, sumado a que la menor al ser familiar directo de los imputados se confió en que este ataque no ocurra, y que González Rojas abusó de una relación desigual de poder con la víctima", se lee en el informe.
El cadáver fue encontrado en un hueco entre dos paredes linderas, pertenecientes a la vivienda y a una fábrica de recolección de residuos, donde los vecinos acostumbran a arrojar basura. Esa zona fue rastrillada durante las primeras 48 horas posteriores a la desaparición. Pero el cuerpo fue hallado recién el jueves, cerca de las 17.
La hipótesis es que una vez consumado el asesinato, los restos de la nena habrían permanecido en el hogar de los tíos. En la vivienda había elementos (bolsas de residuo, nylon, moscas) compatibles con esta teoría. Las muestras recolectadas están siendo analizadas.
El cuerpo fue encontrado desnudo dentro de una bolsa. Los resultados preliminares de la autopsia revelaron que tenía fracturas "no vitales" de los arcos costales anteriores derecho e izquierdo post mortem, lo que daría indicios de haber sido arrojado.
"Puede ser que al cuerpo lo tenían herméticamente cerrado, de modo que el olor, los gases de la putrefacción, no salen y un perro adiestrado no es capaz de detectarlo. Cuando lo tiraron, la bolsa se rompió", señaló a Infobae una fuente cercana al expediente.
Las pericias forenses no revelaron rasgos de abuso sexual como móvil del homicidio. Pero es una presunción que no se descarta. "No está calificado por no estar certificado en la autopsia pero es una hipótesis que seguimos manejando", informó a este medio una importante voz del caso.
Fuentes policiales aseguraron además que Sheila intentó defenderse antes de morir: su tío presentaba rasguños en los brazos.
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Para el fiscal, los tíos de Sheila Ayala idearon un plan para asesinarla en su casa