Claudio Nicolás Bulacio, agente de la Policía Federal Argentina, está en su casa de Isidro Casanova.
Infobae llamó a su teléfono de línea a las 9:45 esperando encontrar a un familiar. Atendió él mismo. "Sí, soy yo, Claudio Nicolás, me aprehendieron y me liberaron", dijo, tembloroso, pensando las palabras. "Hay que esperar", continuó: "Yo me defendí". Todo lo que lo rodea es una paradoja.
Anoche, Bulacio, de 26 años, mató en la esquina de Salala y Formosa en Lomas del Mirador a dos cuadras de la villa Santos Vega a Félix Restaino, un vecino del barrio de 24 años. Restaino se había subido al asiento trasero del Volkswagen Fox de Bulacio tras pactar un viaje por Uber con el policía como chofer que habría terminado en un intento de robo.
Bulacio asegura: "Me puso un cuchillo en la garganta". Entonces, Bulacio frenó, se bajó de golpe del vehículo y le disparó dos tiros a Restaino desde el asfalto con su arma reglamentaria, una Browning .9 mm.
—¿Por qué la tenías mientras manejabas tu Uber?
—Recién salía de hacer un adicional. Anoche volví a manejar con la aplicación después de un tiempo.
Las balas entraron en la muñeca derecha y la nuca de Restaino, pero no lo mataron al instante. Insólitamente, de acuerdo a información policial, el supuesto ladrón tomó el Fox y lo condujo hasta chocar con un poste de luz. Todavía tenía su cuchillo en la mano izquierda.
El caso quedó en manos del fiscal Claudio Fornaro, titular de la UFI de Homicidios de La Matanza, que determinó que Bulacio quede en libertad y afectado a las diligencias de rigor. "Todavía no declaré", dice el policía.
El fiscal todavía aguarda un reporte completo de la autopsia al cuerpo de Restaino. Las pertenencias que llevaba fueron registradas: una tuquera para fumar marihuana y un poco de paco en un envoltorio. El supuesto ladrón tenía antecedentes de acuerdo a fuentes policiales, una causa por robo y encubrimiento agravado de enero de este año radicado en la UFI N°9 de la jurisdicción.
¿Bulacio podría haber no matado? Por otra parte, un policía federal manejando un Uber como extra tras un adicional llena el panorama de interrogantes: no solo reaviva el debate por el uso de la legítima defensa en un plano completamente distinto al usual con vecinos baleando a ladrones sino que también ubica a un efectivo de una fuerza de seguridad del Estado en una changa de crisis con un limbo legal.
En medio de una batalla por su status para operar y con varios autos incendiados por semana, Uber Argentina comunicó la semana pasada que ya llegó al millón de pasajeros por mes. Fuera del radio de Capital Federal la aplicación funciona en base a efectivo pagado en el momento, coinciden usuarios consultados. Guillermo Castello, legislador provincial por Cambiemos, presentó en julio un proyecto para legalizar a Uber en territorio bonaerense que fue fuertemente resistido por los taxistas platenses.
La Policía Federal Argentina no había hecho ningún pronunciamiento oficial sobre su efectivo involucrado en el crimen hasta mediados de la mañana de hoy.
Tras el hecho, Uber Argentina aseguró en un comunicado que "existe un canal dedicado a atender reportes de usuarios y socios conductores y la compañía trabaja con las autoridades y fuerzas de seguridad para la investigación de incidentes y posibles delitos".