El líder de la banda de narcotraficantes rosarina Los Monos, Ariel Máximo "Guille" Cantero, comenzó el pasado domingo una una huelga de hambre en la cárcel de Ezeiza para protestar contra un presunto "hostigamiento" por parte de los efectivos del Servicio Penitenciario Federal a cargo de su custodia.
De acuerdo a la denuncia de Cantero y su abogado defensor, Carlos Edwards, los uniformados del penal los filman permanentemente con una cámara portátil, lo que significa una violación notoria de su intimidad.
A través de su abogado, Cantero elevó una queja al Tribunal Federal Oral 3, a cargo del juicio en su contra, para informar sobre el inicio de la huelga de hambre "como forma de protestar ante el constante y sistemático hostigamiento que está padeciendo por parte del personal del servicio penitenciario de Ezeiza, y por la privación y violación de sus derechos como interno".
Por estos días, Cantero está siendo juzgado por videoconferencia en los Tribunales Federales de Rosario en la causa conocida como "Los Patrones", por delitos supuestamente cometidos por la organización que comandaba.
Según informó el diario La Capital, las filmaciones que se realizan sobre Cantero responden a una orden de registrar en video todos sus movimientos. Ocurre que, como las cámaras que están instaladas en el penal de Ezeiza no registran todos los lugares de detención, se adoptó con Cantero la filmación portátil.
El líder de Los Monos está sospechado de ordenar desde la cárcel algunos de los ataques contra edificios del poder judicial en Rosario.
Para la defensa del detenido, tal seguimiento es excesivo y vejatorio. Edwards refiere que el informe de la autoridad penitenciaria contiene falsedades e inexactitudes. "La sola circunstancia de que mi defendido es seguido permanentemente por los agentes penitenciarios que filman, ya resulta suficiente como medida de seguridad, por lo que el registro fílmico deviene innecesario", sostiene Edwards.
El abogado denuncia que este seguimiento vulnera la intimidad de Cantero porque lo registra hasta cuando ingresa en el baño, en el momento que concurrió al médico que debía revisarlo o cuando se entrevista con su defensor. También cuando recibió la visita de su mujer y sus hijos menores de edad "a pesar de que en el salón de visitas hay una cámara de vigilancia instalada en el techo del mismo".
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