Cruz Aike, una de las estancias de Lázaro Báez, fue allanada por orden del juez federal Claudio Bonadio. Buscan allí un contenedor enterrado a más de quince metros de profundidad en el que se habría escondido dinero. A esa situación se llegó luego de que tres personas diferentes se presentaran ante el Ministerio de Seguridad de la Nación para intentar cobrar la recompensa ofrecida para quien hallara dinero.
Según pudo determinar Infobae -único medio en el lugar-, el operativo fue comandado por el secretario de Cooperación con los Poderes Constitucionales del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, e incluye la movilización de la maquinaria necesaria para intentar hallar lo que estaría enterrado que, según la declaración de tres personas que se presentaron como "cazarrecompensas", estaría escondido a profundidad en el lugar.
Agentes de la Gendarmería Nacional acompañados por funcionarios del Ministerio de Seguridad están a cargo del operativo. Entre los dispositivos tecnológicos que se trasladaron hasta la estancia Cruz Aike, en la zona denominada Cuesta de Miguez, hay georadares -conocidos como GPR- que le permitirán a la Gendarmería localizar objetos enterrados a profundidad.
Días atrás, los "cazarrecompensas" se presentaron ante el Ministerio de Seguridad y pidieron la retribución del 10% que el gobierno nacional ofreció a quienes ayudaran a encontrar bienes provenientes de la corrupción. Según pudo confirmar Infobae, los tres indicaron el mismo lugar con apenas unos metros de diferencia. El lugar en el que se enterró el container, explicaron, fue elegido para que pudiera ser vigilado desde la casa principal y desde un galpón de esquila. Se encontraría a 100 metros aproximadamente de la cantera, y para poder identificar su localización exacta se utilizaron dos pilotes de cemento que arriba poseen adheridos dos tambores de 200 litros, ubicados a 300 metros de la ruta 11 y cercanos al galpón.
Las personas cuya identidad se desconoce -pero que declararon en busca de la recompensa- aseguraron haber contribuido a la construcción de un pozo donde se enterró el contenedor con dinero en una de las muchas estancias que, desde que se transformó en un próspero empresario de la construcción, compró Lázaro Báez en la provincia de Santa Cruz. Según afirmaron, dentro había dinero en efectivo, piedras preciosas, oro y una caja fuerte conteniendo documentación. El contenedor fue rellenado con poliuretano expandido a modo de aislante para preservar el contenido y se le agregó un dispositivo de emisión de señal.
Las tareas de excavación se habrían realizado durante la noche para evitar despertar suspicacias y los operarios lo llamaban "el container de Cristina". Según los dichos de uno de los hijos de Báez, la documentación en la caja fuerte podría mejorar la situación procesal de su padre y habría sido motivo de una fuerte disputa entre Cristina Kirchner y la familia Báez.
El viernes por la tarde el juez Bonadio -a cargo de la causa iniciada por los cuadernos del chofer Oscar Centeno- emitió una orden de allanamiento de la estancia Cruz Aike, ubicada a unos 220 kilómetros de la capital provincial Río Gallegos y a unos 50 kilómetros de El Calafate, para que los testigos reconocieran el lugar en el que dijeron haber hecho un pozo para que se enterrara un contenedor con dinero.
En la estancia Cruz Aike , Lázaro Báez pasó sus últimos días en libertad hasta que en abril de 2016 el juez Sebastián Casanello ordenó detenerlo en el marco de la causa que investiga lavado de dinero y es conocida como "La Ruta del dinero K". En esa estancia se hicieron otras excavaciones. Aquellos procedimientos fueron encabezadas por el fiscal Guillermo Marijuán quien investiga junto a Casanello la causa llamada " La ruta del dinero K". Según fuentes consultadas en Infobae, el lugar que coincidieron en señalar los testigos queda muy cerca de donde se excavó anteriormente sin ningún resultado.
Báez adquirió esa estancia en 2007 y la transformó en una residencia de lujo: el antiguo casco, con casas viejas con techo de chapa sin luz ni gas ni comodidades en general, se fue transformando hasta tomar la fisonomía actual, que incluye una mansión con cocheras subterráneas.
Se trata de la única estancia de Báez que se ve desde la ruta y está formada por un complejo de 10 construcciones, que incluyen una casa principal, una casa de huéspedes y varios galpones.
La estancia está conectada además por un camino de servidumbre con otra estancia de Báez, La Julia.
El operativo continuará a partir de la mañana del domingo.