El sábado Infobae adelantó el supuesto vínculo entre Roberto Baratta, el "cobrador" de Julio De Vido, y la empresa Techint. Según el detallado relato del chofer arrepentido, Oscar Centeno, solo en 2008 pasaron nueve veces por el edificio de la compañía, de donde retiraban bolsos y paquetes con dinero que entregaban a Daniel Muñoz, el fallecido secretario privado de Néstor Kirchner. Las entregas se concretaban en el departamento del ex matrimonio presidencial en el barrio porteño de Recoleta.
La sospecha del pago de sobornos por parte de Techint para ser "bendecido" por la administración kirchnerista con la adjudicación de obras públicas se remonta a uno de los primeros casos de corrupción: Skanska.
La causa por el primer escándalo de corrupción con la obra pública K parecía haber quedado herida de muerte luego de que la Sala I de la Cámara Federal, en noviembre de 2011, revocó los procesamientos que había dictado el entonces juez Norberto Oyarbide. En abril de 2016, la Cámara Federal de Casación Penal dio por válido un audio que registraba una conversación en la que el gerente comercial de Skanska relataba distintas maniobras para quedarse con los contratos de obra pública en sociedad con Techint.
El audio era un elemento probatorio muy relevante para acreditar la hipotésis de cohecho, es decir el pago de coimas. A partir de la decisión de la Casación de aceptar esas escuchas la causa cobró impulso.
El fiscal federal Carlos Stornelli pidió la nulidad del fallo de la Cámara Federal que había revocado los procesamientos y sobreseído a los imputados. Además requirió que se cite a declarar a Julio De Vido y su ladero José López, quienes fueron convocados y luego procesados por el juez federal Sebastián Casanello.
En este expediente se investiga la presunta entrega de dinero a funcionarios públicos como retribución por direccionar la contratación de Skanska y su socio Techint para que se encargaran de las obras de ampliación de los gasoductos norte y sur en el marco del Proyecto de Expansión de Gas 2005.
Para disfrazar la entrega de sobornos, integrantes de Skanska junto con ex funcionarios implementaron una maniobra consistente en simular operaciones comerciales con diversas "empresas fantasma" que entregaban facturas con montos que se imputaban a gastos o costos relacionados con los proyectos contratados.
De esta forma, la multinacional justificaba el egreso de dinero, lo convertía en "negro" y ocultaba su verdadero destino. Para hacerse del efectivo con el que pagarían los sobornos libraban cheques que cambiaban en "cuevas", las cuales eran sindicadas por los ex funcionarios kirchneristas.
También se depositaban los cheques en cuentas de las empresas "fantasma" que retiraban el dinero físico que posteriormente era direccionado al Ministerio de Planificación y a Nación Fideicomisos.
Una de las empresas que entregaba las facturas truchas, Infiniti Group, habría sido contratada por recomendación del ex funcionario kirchnerista Néstor Ulloa. El responsable de esa empresa explicó que el dinero que cobraba por lo que facturaba en el marco de las obras adjudicadas a Skanska y Techint tenía como destino a Julio De Vido.
El juez Casanello sospecha que Julio De Vido, José López y Néstor Ulloa digitaron las contrataciones de las empresas beneficiadas mediante la modificación irregular del procedimiento de selección de contratistas. Las licitaciones públicas se reemplazaron por concursos privados que terminaron con la contratación de Skanska, Techint, Contreras, BTU y Odebrecht.
Un audio de 90 minutos
El audio que validó la Cámara de Casación y luego ratificó la Corte Suprema de Justicia tiene una duración de 90 minutos. Allí está registrada la conversación entre el auditor interno de Skanska, Claudio Corizzo, con el entonces gerente comercial de la compañía, Javier Azcárate, sobre las maniobras realizadas con las empresas que emitían las facturas truchas que servían para simular las salidas del dinero destinado a pagar sobornos.
Azcárate cuenta que esa práctica se había repetido en la Provincia de la Pampa y en Perú, país donde también resultó beneficiada en sociedad con Techint. El ejecutivo relata que a esos lugares llevaron el dinero para las coimas en valijas. Sobre esas operaciones Azcárate le comenta a Corizzo: "No somos delincuentes pero sí somos piratas, nadie gana cinco contratos con el mismo cliente".
Otra causa con Héctor Zabaleta
Luego conversan sobre las operaciones en La Pampa, donde participó el Grupo Techint juntando el dinero para el pago de sobornos, según los propios dichos de Azcárate. El ejecutivo cuenta que los encargados eran Carlos Bacher (CEO de Techint Ingeniería y Construcción y ex presidente del Centro Argentino de Ingenieros) y Héctor Zabaleta (ex director financiero del holding y ahora detenido por orden del juez Bonadio). En el audio Azcárate explica que era indistinto que la valija con el dinero para el pago de sobornos a funcionarios del gobierno de La Pampa lo llevase Techint o lo llevase Skanska. En otro tramo de la conversación también reconoce que algunas contrataciones ya las tenían arregladas, que no había competencia.
Azcárate hace referencia además a la magnitud del negocio y a la intervención de funcionarios públicos de ese momento. En el audio se escucha al ejecutivo afirmar: "Es un negocio de cien millones de dólares, ¡de cien millones de dólares! (de parte nuestra), más lo de ellos, yo no sé, doscientos palos verdes y vos le vas a tirar el negocio abajo… al tipo que hizo el tromping, al muchacho… al pingüino de acá a dos cuadras", en clara alusión al ex presidente Néstor Kirchner.
En la charla con el auditor de Skanska, Azcárate vuelve a repasar los acuerdos con Techint y explica una maniobra relacionada con Repsol YPF: "Ya sabíamos y nosotros empujábamos… estaba armado qué nos tocaba a cada uno. ¿Viste que ayer vos me llamabas? Estaba con Techint yo, que es competidor, boludo, ¿me entendés? ¡No puedo estar con Techint! Pero estamos con Techint, los abogados, Techint del otro lado… ¿me entendés? ¡Está prohibido!".
Cuando estalló el escándalo de Skanska que involucraba también a Techint el entonces presidente Néstor Kirchner defendió al titular de la compañía metalúrgica. "Creo que Paolo Rocca es uno de los tres mejores empresarios de la Argentina", sostuvo Kirchner. Once años después se conocen los cuadernos de Oscar Centeno en los que el chofer de Baratta detalla los habituales viajes a las oficinas de Techint para retirar millones de dólares que dejaban en el departamento de Néstor y Cristina Kirchner.
Una solicitada del Gobierno acusando a privados
El Ente Nacional de Regulación del Gas (Enargas), a través de una solicitada publicada en todos los diarios de circulación nacional en abril de 2007, desvinculó al Gobierno del caso Skanska adjudicando que "se trató de una maniobra de empresas privadas para evadir impuestos y no de un intento de soborno a funcionarios nacionales".
"Esta causa estaba mostrando inocultables desvíos de fondos, vaciamientos, cobros indebidos, asociación ilícita, evasión impositiva o el encuadre que judicialmente se determine pero siempre entre empresas privadas", decía el texto firmado por Enargas.
Allí mismo le endilga a Techint la responsabilidad sobre "la selección de quienes construyeron la planta de compresión de gas en Dean Funes (parte del Gasoducto del Norte). TGN/Techint –y no el estado Nacional– presupuestó un precio para la realización de la obra basándose en precios anteriores a la crisis de 2001", detalló.
Por último, la administración kirchnerista aseguraba que "quienes habían usado facturas apócrifas, es decir, quienes habían delinquido evadiendo impuestos, son empresas anunciantes en los distintos medios de comunicación".