La investigación que encabezaron el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli derivó en más de 15 detenciones este miércoles tras 37 allanamientos que estuvieron a cargo de la Policía Federal Argentina. Según precisaron fuentes judiciales, en el marco de una causa por coimas que involcura a ex funcionarios kirchneristas y a empresarios.
En base a la reconstrucción que pudo hacer Infobae de la logística detrás de las detenciones, Bonadio y Stornelli comenzaron con la investigación judicial, pero 40 días atrás necesitaron de la intervención de una fuerza de seguridad. La elegida fue la Dirección de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, que desplegó entonces un operativo especial a través de un grupo reducido de ocho agentes, minuciosamente seleccionados, que trabajaron en medio de gran hermetismo.
"Si bien su especialidad es drogas, este grupo tiene experiencia en investigaciones complejas y análisis de escuchas telefónicas", le explicó a Infobae el jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, sobre la razones que lo llevaron a poner a la división Drogas Peligrosas a cargo de esta operación.
Roncaglia fue una de las pocas personas que estuvieron al tanto de todas las instancias de la investigación, así como también de las identidades y relaciones de los involucrados en la causa por coimas, que tuvo como columna vertebral el intercambio de bolsos con dinero entre funcionarios y empresarios durante el gobierno pasado.
Un grupo reducido
La primera etapa, que comenzó hace 40 días, circunscribió la investigación a ocho agentes especiales. No usaron teléfonos, no se comunicaron por WhatsApp, ni intercambiaron mails durante el tiempo que duró el proceso.
En paralelo a la parte judicial, los agentes realizaron las maniobras de calle y de identificación de los involucrados. De ese grupo cerrado fue que surgieron los nombres y los domicilios de los hoy más de 15 detenidos.
Según consta en la bitácora de todo el trabajo de inteligencia ellos fueron los encargados de la "Investigación criminal y reunión de pruebas e identificaciones de personas", la primera de las dos etapas que se trazaron.
"Las redes son absolutamente todas vulnerables, queda todo registrado en el mundo virtual, entonces cuando es un tema delicado esto se maneja todo cara a cara. No se usó por eso mensajería. Se hacían las tareas, se volcaba todo en una actuación sumarial y se comunicaba directamente al juez", detalló Roncaglia a este medio.
"Estas medidas son para que no haya filtraciones. Cuando las hay es muy común que se diluyan las responsabilidades y después no se pueda identificar cómo fue que salió la información", amplió el jefe policial.
En esa línea sumó que "para temas delicados se reduce en estas instancias el personal a una mínima cantidad". Las medidas resultaron un éxito. "Los sorprendimos a todos", comentó el funcionario tras los trabajos de campo y compartió que recibió incluso la felicitación del propio juez Bonadio, una vez concretadas la totalidad de las detenciones.
37 allanamientos y 200 agentes en la calle
Una vez obtenidos los nombres y las direcciones se dio inicio a la segunda etapa: la operativa. Recién en este punto, esta semana, al recibir la orden de realizar los allanamientos, el resto de los integrantes de la fuerza se enteraron de los procedimientos. Fueron según precisó el jefe de la Policía Federal unos 200 funcionarios policiales los que participaron.
Los 37 allanamientos derivaron en más de 15 detenciones e incluyeron el secuestro de: armas de distintos calibres, municiones, 386.805 pesos, 27.912 dólares, 11.525 euros, 14 vehículos -muchos de ellos de alta gama-, 35 teléfonos celulares, siete computadoras, 20 notebooks, tres tablets, 13 pendrives, cuatro iPads, dos agendas, nueve discos externos y documentación varia.
Los detenidos
El primer detenido fue ayer por la tarde Oscar Bernardo Centeno, el chofer de Roberto Baratta, secretario de Coordinación y Gestión en el ministerio de Planificación durante los 12 años que los Kirchner estuvieron en el poder.
Al chofer le siguieron el propio Baratta, Walter Fagyas, ex presidente de Enarsa y otros ex integrantes de la nómina del ministerio de Planificación que encabezó Julio De Vido, entre otros.
El caso salió a la luz luego de la aparición de varios cuadernos supuestamente redactados por el chofer Centeno entre 2003 y 2015, en los que dejó constancia de todos los viajes que había realizado con bolsos que aparentemente contenían altas sumas de dinero, a casas de funcionarios, empresas e inclusive a la Quinta de Olivos.
Fotos: Gustavo Gavotti
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