Este martes a la madrugada Cristian Felipe Martínez Rodríguez, de 17 años, se había subido a un techo para pintar un graffiti en el barrio de Almagro. Abajo aguardaban por él dos amigos que vieron cómo cuando estaba bajando, un vecino salió por una ventana y pese a que él le gritó que "no estaba haciendo nada malo", que "estaba haciendo graffiti", disparó al menos tres veces contra el graffitero. El joven cayó desde la altura y murió a los pocos minutos.
"Muy de vez en cuando él salía a pintar, no era algo que hacía siempre", explicó en diálogo con Infobae la hermana del joven asesinado, Juliana Martínez (19). Ella llegó hace tres años desde Colombia a la Argentina para estudiar, apenas seis meses antes de lo que lo hizo Felipe, que trabajaba como peluquero y cursaba el primer año en la Escuela de Comercio N°10 "Islas Malvinas".
Según la reconstrucción de los hechos con base en el relato de testigos y de fuentes policiales, Felipe subió solo al techo del primer piso de una construcción abandonada en calle Gascón y Estado de Israel, para dejar escribir su tag en el lateral de un edificio lindero: "TEUR", como se hacía llamar en las paredes. Abajo lo esperaban dos amigos, que se iban comunicando con él por teléfono para asegurarse de que todo estuviera bien y que inclusive lo filmaron mientras realizaba la pintura.
"Me hizo señas de que ya había terminado", relató uno de ellos, antes de describir la secuencia que terminaría con la muerte del joven de 17 años: "Cuando él se estaba bajando cruzó el patio de la casa, se subió al alero del aire acondicionado y se sentó ahí. Yo entonces veo que un señor entre canoso o rubio, robusto, con una camiseta clara, dispara con el brazo derecho un arma plateada".
Y siguió: "Hizo el primer disparo, Felipe cuando sonó empezó a gritarle que no estaba haciendo nada, que estaba haciendo el graffiti, nosotros nos acercamos y ahí se escuchó el segundo disparo que pegó en el muro de la casa".
Después de la segunda detonación, Felipe cayó desde el alero. Según el parte policial, a la llegada de los agentes de la comisaría 5A de la Policía de la Ciudad, el cuerpo del joven estaba tendido en el piso. Los médicos del SAME constataron que presentaba un politraumatismo grave, heridas de bala, una de ellas en la yugular y lo trasladaron en estado crítico al Hospital Durand. Murió a las 5:10 de la madrugada.
En cuanto a los datos de la autopsia a los que pudo acceder Infobae, el cuerpo de Felipe, que ingresó como NN al nosocomio, presentaba: "una herida en mentón que pasó por la barbilla, una herida de bala en rodilla derecha –que habría sido en principio el primer disparo– que rebota y vuelve a salir, y un tercer disparo en la cara posterior tórax derecho a 6 centímetros por debajo de la nuca, trayectoria de derecha a izquierda de atrás delante, de arriba para abajo".
Quien efectuó los disparos fue identificado como Christian Jesús Arbaje, de 38 años, dueño de una vivienda cercana al techo desde el que descendía el graffitero al momento del ataque.
El juzgado interviniente ordenó el allanamiento del domicilio donde se detuvo al vecino y según fuentes policiales allí se secuestró también un arma calibre 22 y varias municiones.
En este punto, si bien el parte policial informa acerca del secuestro del arma, fuentes judiciales le aseguraron por su parte a Infobae que "solo se encontraron municiones en el lugar".
"Esa persona estaba a menos de dos metros de Felipe, es decir que lo vio absolutamente todo. Ese señor es consciente de todo lo que hizo y cómo lo mató, sin piedad", expresó Juliana entre lágrimas en diálogo con este medio, tras la muerte de su hermano.
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