En un conmovedor relato, Fernando Altamirano, el esposo de Lourdes Espíndola, la policía baleada en Ituzaingó en un intento de robo, pidió hoy Justicia por su mujer y compañera, que fue diagnosticada con muerte cerebral. "No quiero que esto quede acá, no nos abandonen", suplicó.
"¿Cuántos casos hay de policías que están a punto de retirarse, después de 30 años de carrera y les pegan un tiro? 'No esperemos esto', le dije", contó hoy entre lágrimas Altamirano en Radio La Red.
El hombre narró las dificultades que atravesaba a diario en su profesión junto a su pareja. "Con la gorda vivimos en Berazategui, laburamos 24 horas por día, teníamos seis horas de viaje por día y nos exponemos a esto", apuntó.
Altamirano advirtió que el sueldo no les alcanza y que "lo único que no solventaba era el adicional por guardia", e indicó que cobran $ 1.700 por 12 horas de trabajo.
"No quiero que esto quede acá, no quiero que nos abandonen. Quiero que esto haga ruido, que no nos olviden. No me voy a quedar de brazos cruzados. La gorda de allá arriba me dice que luche", dijo, y añadió: "Voy a luchar para que mis compañeros tengan mejor sueldo. Nos prometieron algo y no lo cumplieron".
El uniformado advirtió que, tanto su familia como la de su mujer, son gente humilde y trabajadora y lamentó que su suegro se quedó sin trabajo en los últimos días. "¿Cómo vamos a seguir?", se preguntó.
Por otra parte, consultado sobre el entredicho que vivió con el jefe de la Policía de la Provincia, Fabián Perroni, que ayer visitó el Hospital Posadas donde internaron a Lourdes, Altamirano contó que le reclamó al líder de la Bonaerense "que cuide a sus hombres".
"Él saltó prepotente a decirme '¿qué te pasa, pibe?', y yo me acerqué a pedirle disculpas por haberle hablado así y entonces me dijo: 'Comportate como un hombrecito'".
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