Este lunes por la tarde se realizó la ablación de los órganos del cuerpo de Lourdes Espíndola, la policía de 25 años asesinada el sábado pasado en Ituzaingó, cuando quisieron robarle su arma reglamentaria. Ayer domingo se informó que la agente tenía muerte cerebral. Poco después su familia confirmó el fallecimiento y la donación. Desde las 18, peritos realizan la autopsia.
Una unidad del Centro Único de Ablación e Implante de la provincia de Buenos Aires (CUCAIBA) se acercó este lunes hasta el Hospital Posadas para realizar la ablación -extracción de los órganos- en el cuerpo de Lourdes, luego de que la familia decidiera donar los órganos de la joven.
La intervención comenzó cerca de las 14 y finalizó cerca de las 17. Recién a las 18 se dio inicio a la autopsia. Cuando termine este peritaje el cuerpo será entregado a la familia, para que puedan velar los restos de la agente en la localidad bonaerense de Berazategui, según fuentes cercanas a su círculo íntimo.
Hasta el domicilio de la familia se acercó esta tarde el jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Fabián Perroni, quien ayer domingo había visitado a la agente en el Hospital Posadas, cuando todavía no se había confirmado la muerte cerebral.
Durante el encuentro, el titular de la fuerza de seguridad provincial les anticipó al esposo, Fernando Altamirano, a los padres, Juan y Adriana, y hermanos de Lourdes, que será ascendida post mortem y la velarán con todos los honores.
Lourdes Espindola ingresó a la fuerza en el mes de junio de 2015, y desde septiembre de ese año prestaba servicios en el Comando de Patrullas de Moreno. El día del hecho salía de realizar un adicional en la estación de peaje Quintana (Autopista del Oeste).
El hecho
Lourdes fue asesinada el sábado pasado, mismo día en que en otra ocasión de robo perdió la vida Tamara Ramírez (26), también agente de la fuerza provincial, cuando intentaba defender a su papá de un hecho de inseguridad en la ciudad de Glew.
Poco antes de las 19, después de terminar su turno en el peaje Quintana y cuando llegaba vistiendo su chaleco y su uniforme a la parada del colectivo, al menos dos personas en moto la interceptaron a Lourdes con el único objetivo de robarle su arma reglamentaria. Ella se resistió.
Tras un forcejeo la oficial de 25 años fue baleada con su propia pistola en el esternón. Herida la joven logró en medio del pánico sacar su celular y enviarle un audio de WhatsApp a su marido. "Me tiraron un tiro, me tiraron un tiro, me muero, me muero", le dijo.
Altamirano llamó a Samanta Lemos, integrante de la misma fuerza que la pareja, quien había relevado a Lourdes minutos antes en el peaje. Fue ella quien la encontró tirada sobre calle Quintana, a 15 metros de la colectora del Acceso Oeste, sentido a Capital Federal, y la llevó al Hospital Posadas, donde ayer domingo se diagnosticó la muerte cerebral.
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