Un suboficial de Gendarmería Nacional fue asesinado a tiros por tres delincuentes durante un intento de robo en el partido bonaerense de La Matanza y por el hecho hay un detenido de 26 años.
La víctima fue identificada como Mateo Villamayor, un joven de 25 años y padre de una nena de 4, que perdió la vida minutos después de terminar su jornada laboral. El plan era ir a buscar a su esposa, que estaba en el cumpleaños de un familiar, para luego festejar su aniversario. Sin embargo, lo peor estaba por ocurrir. Cuando se bajó del auto frente a la casa de sus parientes, ubicada en la calle Mi Esperanza al 4100 del barrio San Alberto de Isidro Casanova, fue abordado por los ladrones. Sacó su arma para defenderse pero no alcanzó para nada: recibió un tiro que le atravesó el pecho y murió.
Pese a que personal de la Policía Bonaerense lo trasladó en un patrullero al hospital Paroissien de Isidro Casanova, Mateo ingresó muerto. Por su parte, los ladrones escaparon, pero horas después uno de ellos fue detenido tras algunos operativos en la zona de la villa San Petersburgo, cuyos límites comienzan apenas a unos 130 metros de donde ocurrió el crimen. Se trata de un sospechoso, de 26 años, que fue señalado por otro joven que aseguró haberlo visto en una esquina, a metros de donde estacionó Villamayor.
El caso lo investiga la UFI Temática de Homicidios de La Matanza, a cargo de José Luis Maroto, del Departamento Judicial La Matanza. En la escena del crimen los investigadores encontraron cuatro vainas calibre .40 y la 9 milímetros reglamentaria del gendarme asesinado. Según revelaron fuentes de la investigación, uno de los tiros efectuados por los delincuentes le atravesó un brazo, entró por un costado del tórax y salió por el otro.
Juan, el tío de la mujer del gendarme vio toda la secuencia del crimen y contó lo ocurrido. "Mateo estaba trabajando. Vino a eso de las 21:30 y fue abordado por esta gente. Aparentemente la intención era robarle el auto", relató. "Estaba vestido de civil pero tuvo mala suerte porque siempre solía venir con el chaleco antibalas debajo de la camisa, pero esta vez vino sin él para su desgracia", lamentó. "El tiro le atravesó el corazón, Ni quiera sangró", agregó.
Sus colegas lo despidieron en las redes
"Que en paz descanses, camarada, y que Dios te dé el descanso eterno… Buenas guardias, charlas, mates compartidos en el trabajo… Protege a tu familia, amigos y camaradas", escribió uno de sus compañeros en las redes sociales.
"Hoy te has convertido en un ángel que cuidará de todos sus seres queridos. Te fuiste, sin embargo tu recuerdo siempre quedará entre nosotros. Que el Señor te tenga en su santa gloria", escribió otro gendarme en Facebook.
Por su parte, una amiga de la víctima expresó: "Mateo, qué triste es saber que no vamos a poder compartir otras pizzas caseras que tan ricas hacías, un fernet, una partida de pool y ¡La revancha que tanto querías! Me quedo con los recuerdos de las salidas y la hermosa noche que casi nos congelamos en el festival del pomelo, pero así y todo nos divertimos. ¡Te vamos a extrañar!".