Con el rostro de Rafael Nahuel cubriendo con pasacalles y carteles parte del vallado que resguarda al Juzgado Federal de Bariloche, discursos de protesta y cartones incendiados, familiares del joven muerto en Villa Mascardi exigieron la detención del prefecto Francisco Pintos, sospechado por su muerte.
La protesta, de una veintena de mapuches, liderada por el padre y la tía de "Rafita", Alejandro y María Nahuel, se desarrolló durante unas tres horas frente al tribunal mientras el efectivo del grupo Albatros era indagado por el juez Gustavo Villanueva.
"Asesinos, maricones, putos, no tenemos armas", les gritó María Nahuel por micrófono a los diez agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria que, con uniformes antitumulto y escudos, custodiaban el tribunal.
Si bien no se registraron mayores incidentes, hubo quema de cartones, gritos e insultos al juez, a la fiscal Sylvia Little, a la Prefectura Naval y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, frente al vallado en la calle San Martín donde se encuentra el juzgado, en el centro de Bariloche.
Antes del ingreso del prefecto Pintos, se desvió el tránsito y se cortó parte la céntrica avenida San Martín.
Los familiares de Rafael Nahuel vienen exigiendo que Pintos sea imputado por homicidio y se le dicte prisión preventiva. Es pedido de la querella fue rechazado anteayer por el juez Gustavo Villanueva, que le impuso una prohibición de salida al país.
Por imposiciones del Código de Procedimiento los abogados querellantes Estanislao Cazaux y Marcos Miguel, que representan a la familia Nahuel, no pudieron presenciar ni preguntar en la indagatoria, que fue grabada en video y se extendió por más de tres horas; un tiempo ostensiblemente menor al previsto inicialmente por los investigadores judiciales.
El 25 de noviembre pasado, cerca de las 18, Rafael Nahuel murió víctima de un disparo por una bala 9 milímetros. Según indicó una pericia, el arma homicida había sido asignada al prefecto Pintos.
Continuando con la publicación de las declaraciones de cada uno de los miembros de la patrulla que actuó en Villa Mascardi, documentos que ayer llegaron a manos del juez Villanueva, Infobae presenta abajo el testimonio del marinero Sergio Damián García, contenido en una actuación reservada: "Comenzamos a descender cubriéndonos con disparos intimidatorios a 45 grados porque nos disparaban", afirmó.
La declaración del marinero Sergio Damián García
—¿Cuál fue el motivo del operativo?
—Por orden judicial nos trasladamos a Bariloche por un desalojo en un predio de Parques Nacionales en Villa Mascardi.
—Equipamiento del que fueron provistos:
—En el momento del enfrentamiento contaba con mi uniforme reglamentario (desértico Arena), con botas marrones y mi pistola reglamentaria Pietro Beretta 92 FS con los cargadores.
—Desarrolle en forma detallada su presencia en el operativo.
—Integré una patrulla de reconocimiento compuesta por cuatro efectivos. Partimos a las 14:00 y comenzamos el ascenso desde la base con el fin de reconocer el terreno. Al llegar al lugar donde el día anterior se había secuestrado una mochila, a pocos metros se observaron barricadas, que el día anterior no estaban. Se informó a base y nos dieron la orden de sacar fotos y videos de todo lo que encontráramos.
Seguimos el ascenso con precaución sorteando más barricadas y montículos de piedras. Después de pasar todos esos obstáculos llegamos a una antena o especie de torre de cableado y seguimos avanzando por el sendero. Al avanzar aproximadamente 150 metros observamos unas banderas y unas construcciones precarias. Ahí se destacó una unidad compuesta por dos efectivos quienes se acercaron con precaución para poder observar la situación. Se divisaron dos personas. Se tomó como se pudo material fílmico y fotográfico. Una vez constatado eso, se decidió descender unos metros para evitar ser detectados. Se informó de todo lo observado a base pidiendo apoyo para tratar de conseguir la detención de estas personas. En parte, ese era nuestro deber bajo la orden del juez Villanueva, que consistía en la detención de toda persona que se encontrara dentro del predio custodiado.
Una vez informado, nos dividimos en dos unidades: el cabo primero Cavia y el cabo segundo Sosa quedaron a un costado del sendero entre la maleza con el fin de observar todo movimiento alrededor del lugar, mientras que el cabo primero Lezcano y yo descendimos hasta el lugar donde se encontraba la antena antes mencionada. El objetivo era esperar al apoyo que estaba en camino y tener mejor comunicación ya que por la distancia había interferencias con las comunicaciones.
Una vez que llega la unidad de apoyo, integrada por el cabo primero Pintos y el cabo segundo Obregón, se les indica el lugar aproximado donde se encontraban Cavia y Sosa. Ellos comienzan el ascenso para encontrarse con la unidad que quedó para observación, mientras que Lezcano y yo permanecimos en el lugar con intención de esperar a otros efectivos que venían en apoyo.
A los pocos minutos del encuentro con la unidad que ascendió para el apoyo con el fin de reunirse con la otra unidad, se empiezan a escuchar fuertes detonaciones. Le digo a Lezcano: "Vamos". Y él me dice que esperemos a los refuerzos. Ahí le digo que yo iba a subir y comencé con mi ascenso hasta el lugar donde se encontraban mis compañeros para saber qué estaba pasando y cuál era la situación. Al llegar al lugar puedo observar a mis cuatro compañeros (Cavia, Pintos, Sosa y Obregón) ocultándose detrás de los arboles por la cantidad de piedras y detonaciones que amenazaban su integridad física. En ese momento escucho una voz de uno de ellos que me dijo: "Cubrite". Y siento un zumbido como que algo me rozó o pasó cerca de mí, tirándome automáticamente al piso. Empuñé mi armamento sin apuntar ya que mis compañeros se encontraban adelante. No podía distinguir de dónde venía la amenaza con arma de fuego. Ahí se da la orden de repliegue y comenzamos a descender cubriéndonos con disparos intimidatorios a 45° para alejarnos del lugar porque nos disparaban. Metros más abajo nos reagrupamos para constatar que ninguno estuviera herido.
Se continuó con el descenso hasta llegar aproximadamente a la mitad de la distancia hasta llegar a la ruta. Ahí nos encontramos con la unidad que iba en apoyo, integrada por los ayudantes de tercera Blanco y Sánchez. Abajo nos encontramos con el oficial Berra, quien estaba cargo, y un grupo de control antidisturbios. Se les dio la orden de salir y esperar en la ruta porque estábamos en desventaja por el terreno.
Pasado un tiempo se empezaron a escuchar gritos de muchas personas que venían de la montaña gritando muchas palabras como: "Asesinos". Luego se escuchó que una persona dijo que había un herido. Haciéndole señas de que lo bajen, se observa a dos personas cargando a otra en una camilla de madera. Se procedió a la detención de las personas que cargaban al herido. Un médico que se encontraba en el lugar con una ambulancia solicitada para un efectivo que estaba herido en la pierna, constató que el herido había fallecido.
En el lugar se hizo presente el juez a cargo del operativo y allí se comenzó con el procedimiento dispuesto por el Dr. Villanueva.
SEGUÍ LEYENDO: