Las razones por las que Nahir Galarza fue condenada a prisión perpetua

Qué significa la reclusión perpetua y cuántos años deberá pasar la joven antes de que se revise la posibilidad de su libertad condicional

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(Ricardo Santellan)
(Ricardo Santellan)

¿Cuántas alegrías y tristezas vive una persona durante 37 años? Quizá, si cumple con las reglas de convivencia que impone el Servicio Penitenciario, Nahir Galarza (19) pueda hacer ese repaso en libertad. Tendrá casi 57 años. Y la etapa más productiva y fértil de la vida la habrá atravesado bajo el techo de una cárcel.

De haber ocurrido el juicio contra Galarza siete años atrás, la joven no hubiera recibido condena a prisión perpetua, tal como sucedió este martes en Gualeguaychú. Pero en 2012 hubo una reforma del Código Penal y se modificó el artículo 80, el que habla de homicidios con reclusión perpetua. Solamente se castigaba con la pena máxima cuando se trataba del homicidio del cónyuge legalmente constituido. Un noviazgo o un concubinato no estaban incluidos.

"Hace seis años se modificó eso y se hizo entrar cualquier relación de pareja, tenga o no convivencia, simplemente probada. Inclusive una relación de pareja anterior. En este caso el Tribunal consideró que esta relación entre ellos (donde había persistencia en el tiempo) lo era: mantuvieron relación durante mucho tiempo, que si bien Nahir la negó, existió. Y dieron prueba todos los testigos", explica a Infobae el abogado penalista Eduardo Gerome.

Según Gerome, si no se hubiera probado el vínculo, Galarza podría haber recibido una pena máxima de 25 años de prisión, por el delito de homicidio simple. Sin embargo, "basado en eso está el agravante de la pena: la relación de pareja", detalla Gerome, y agrega: "El segundo tiro descartó la posibilidad de un accidente. No hay en los anales de jurisprudencia el caso de que se le hayan escapado dos tiros a una persona".

(Ricardo Santellan)
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La perpetua se mantuvo porque el Tribunal de Gualeguaychí no encontró atenuantes, como la posibilidad de que Nahir fuera víctima de violencia de género. Los jueces descartaron ese argumento, aportado por la defensa de la joven asesina. "Si le atenuaban la pena, le hubieran aplicado la del homicidio simple", detalla Gerome. La conclusión es que antes de la sentencia, la expectativa más "esperanzadora" para Nahir era conseguir un castigo de un cuarto de siglo.

Es por eso que Nahir Galarza pasará al menos 37 años y ocho meses en prisión, sin posibilidad de pisar una calle fuera de los límites de la unidad penal que habite toda esa vida.

Históricamente la prisión perpetua no había tenido cuestionamientos. Con el Código Penal original se podía acceder a la libertad condicional al cumplir los 20 años de prisión, siempre y cuando se hubieran respetado las reglas impuestas por el Servicio Penitenciario.

"Eso le daba proporcionalidad, porque se trata de hechos muy graves. Pero el problema comienza en 2004 cuando se reforma el artículo 13 y se pasa a los 35 años para poder acceder a la libertad condicional", aclara el juez penal Mario Juliano, integrante de la Asociación de Pensamiento Penal (APP), y agrega: "Esa libertad no es automática. Quizá no la conseguís o te morís antes".

(Ricardo Santellan)
(Ricardo Santellan)

En 2017 se reformó el artículo 14 del Código Penal, por el que los reincidentes o los culpables de delitos muy graves no pueden acceder. Es el caso de Galarza, cuyo delito está contemplado en el inciso 1 de ese artículo: "Homicidios agravados previstos en el artículo 80 del Código Penal".

"Esto lleva a tener que hacer una interpretación: en Argentina está prohibida la pena de muerte encubierta, es decir, condenar a una persona a que se muera en la cárcel", dice Juliano.

El paradigma es la resocialización de los condenados. El Estado busca que en algún momento la persona recupere la libertad para demostrar que el trabajo de reinserción social se cumplió. Ese 'detalle', lleva casi siempre a la posterior interpretación de la mayoría de los jueces, quienes, basados en que el máximo de pena para un delito son 50 años, suelen aplicar la libertad condicional cuando se cumplen dos tercios de la condena: 37 años y 8 meses.

Nahir Galarza y su víctima,
Nahir Galarza y su víctima, Fernando Pastorizzo

No obstante, podría atacarse esa determinación, al considerarla inconstitucional, y podría haber un litigio judicial que determine que Galarza pueda conseguir la libertad condicional cumplidos los 35 años de pena. En ese caso tendría 54 años.

"Debe ser una conducta acorde a lo que dicen los reglamentos carcelarios. Una conducta regular que respete las pautas de los reglamentos, no generar grescas y fundamentalmente que en los informes se vea que vos estás apto para reinsertarte en la sociedad", detalla Gerome, y amplía: "Si bien legalmente el fallo es impecable, también es cierto que tratándose de una chica de 19 años, que evidentemente no ha tenido ningún antecedente, y que no es una delincuente, por ahí a priori su posibilidad de reinserción social no necesitaría de 35 años de cárcel. Pero los jueces tienen que atenerse a la letra de la ley".

Juliano tiene una visión similar: "Una persona condenada a morirse en la cárcel tiene muy poco horizonte. Si a una persona le ponés que si hace las cosas bien puede recuperar la libertad, considera su vida de otra forma".

Nahir Galarza tendrá 56 años cuando un juez o jueza revise el expediente de su comportamiento en prisión y determine si está en condiciones de recibir la libertad condicional. "Estoy absolutamente opuesto a la perpetua en estos términos. Qué paradoja que de acuerdo al Estatuto de Roma los delitos más graves, los de lesa humanidad, tienen un límite de pena de 30 años, y excepcionalmente perpetua", explica Juliano, y concluye: "Tuvo o hubiera tenido menos pena Jorge Rafael Videla que Nahir Galarza. Hay algo que no cierra".

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