Caso Rafael Nahuel: "Escuchamos que gritaban: 'Son pocos, son cuatro, vamos a matarlos'", declaró uno de los Albatros

El juez federal subrogante en Bariloche, Gustavo Villanueva interrogará pasado mañana al efectivo de la Prefectura Naval, Francisco Javier Pintos, imputado por la muerte del joven Rafael Nahuel.

Lo hará junto con la fiscal federal Sylvia Little, los abogados querellantes Estanislao Cazaux y Marcos Miguel y uno de los letrados defensores de Fausto Jones Huala y Lautaro González, Matías Schraer.

Jones Huala y González están imputados por la usurpación del predio de Parques Nacionales y sospechados de haber utilizado armas de fuego junto con Rafael Nahuel en una presunta emboscada a los Albatros. Así lo indica una pericia que halló restos de pólvora en el área tabaquera de sus manos, que ayer fue impugnada tanto por la querella como por los defensores de los mapuches.

Entre otros cuestionamientos, argumentaron deficiencias en el manejo de las muestras de carbono por parte del Centro Atómico de Bariloche, que las evaluó en un primer momento. También que hubo transferencias secundarias de pólvora de los Albatros que dispararon a los mapuches, puesto que aquéllos fueron los que precintaron y esposaron a los mapuches. Además, Jones Huala había recogido una vaina servida que guardó en su bolsillo.

No hay plazo procesal establecido para resolver la impugnación, dijeron a Infobae fuentes judiciales. En tanto, la causa, de 8 cuerpos, suma más de 700 fojas de escuchas telefónicas que probarían la existencia de armas.

Esta semana, además, se adjuntarán las actuaciones administrativas de la Dirección de Violencia Institucional donde constan cuestionarios manuscritos que respondieron cada uno de los miembros de la patrulla que actuó en Villa Mascardi. El tercero de los testimonios, que publica Infobae en exclusiva, corresponde al cabo segundo Juan Ramón Obregón.

La declaración del cabo segundo Juan Ramón Obregón

-¿Cuál fue el motivo del operativo?

-Desalojo del predio tomado en Villa Mascardi. Luego, cumplir con la orden judicial del juez Villanueva de explorar,  recorrer el terreno y no permitir la reocupación del lugar

-¿Quién estuvo a cargo del operativo?

-El primer día estuvo a cargo el jefe de la Agrupación; luego se destinó personal para guardia en el lugar a cargo del oficial Berra.

-Equipamiento del que fueron provistos.

-Uniforme, botas, chaleco balístico y chaleco porta equipaje, pistola reglamentaria y pistola ametralladora MP5.

-Desarrolle en forma detallada de su presencia en el operativo

-A las 14 nos apostamos de guardia con el cabo primero Pintos en el lugar donde el día anterior se encontró una mochila y donde también se dio a la fuga una persona aparentemente de la comunidad que se había desalojado. En el transcurso de la guardia escuchamos modulaciones que indicaban que se habían encontrado a dos personas en la cima de la montaña. Decidimos ascender con el cabo primero Pintos ya que no se escuchaba bien la comunicación. Había mucha interferencia. Comenzamos el ascenso y empezamos a notar barricadas que no estaban el día anterior cuando se hizo la recorrida para buscar a la persona que se había escapado. Las barricadas eran troncos grandes y altos de entre 0.80 a 1,5m,  aproximadamente. Había muchas piedras apiladas contiguas a las barricadas. Estas construcciones, que eran muchas y sucesivas, dificultaban el ascenso.

Llegamos cerca de unas antenas donde se encontraron vainas de escopetas de cartuchos antitumulto. Ahí estaba la última barricada. Hicimos todo el trayecto intentando establecer comunicación con la patrulla que estaba arriba. En uno de los obstáculos nos encontramos con el cabo primero Lezcano y con el marinero García y les preguntamos dónde estaban Sosa y Cavia. Nos orientaron en lo que podían y seguimos el ascenso con Pintos hasta una pendiente. Ahí había un claro, una zona bastante plana, y nos arrodillamos con la intención de divisar a Sosa y Cavia, pero no se los veía.

Decidimos cruzar el claro. Cuando me incorporo e inicio el cruce, Pintos me agarra y me dice: "Ahí están". Yo les doy la voz de "Alto, Prefectura".  Hicieron caso omiso y empezaron agredir con lanzas y piedras. Entonces Pintos se sobrepone a mi persona y empieza a efectuar disparos con la marcadora (armamento no letal) para que cesaran la agresión.  Pero la agresión continuaba.

Para ese entonces no sabíamos dónde estaban Sosa y Cavia.  Avanzamos para encontrar a nuestros compañeros que estarían detrás de la línea de estas personas:eran unos 15 ó 20, todos encapuchados y algunos con máscaras antigás. Seguimos avanzando con Pintos, que los disuadía con la marcadora, hasta que en un punto salen Sosa y Cavia y se incorporan. La agresión continuaba y para atrás no teníamos dónde cubrirnos. Divisamos árboles al frente para cubrirnos. Pintos seguía con la marcadora hasta que se le terminó el cargador.

Cubiertos detrás de cuatro árboles escuchamos que gritaban: "Son pocos, son cuatro, vamos a matarlos". Empezaron a hacer movimientos tácticos, digo esto porque conozco el tema, y empezamos a escuchar estampidas de armas de fuego. Cavia informó que estábamos bajo fuego y solicitamos autorización para utilizar armamento letal. No obtuvimos respuesta por la mala comunicación. Yo empiezo a efectuar disparos intimidatorios porque venían a matarnos. Llego a divisar a una persona con un arma de puño.

No podíamos exponernos para observar bien el panorama porque nos disparaban y nos tiraban con piedras y lanzas, hasta que en un momento dice Pintos: "Voy con granada" (tipo flash bang, de aturdimiento). Procede con la detonación y comenzamos a retroceder continuando con los disparos intimidatorios hacia el suelo, en el terreno, nunca hacia las personas ya que se empezaron a movilizar y no se divisaba a las personas con las armas, pero sí se escuchaban los estampidos.

Nos estaban emboscando; era una emboscada envolvente. Cuidando nuestras vidas con disparos intimidatorios bajamos. Uno corría y el otro lo cubría hasta que nos alejamos a cierta distancia. Ahí no nos alcanzaban más las piedras y lanzas pero sí seguían los estampidos. Cuando empezamos a salir del lugar se sumó García que estaba con Lezcano, que nos brindó apoyo también. Eso fue un alivio porque éramos más y ellos pensarían que estaba llegando el apoyo.

Salimos del lugar y nos reagrupamos con Lezcano. Vimos si nadie estaba lesionado. Pintos estaba lesionado, apenas podía caminar. Empezamos a bajar la montaña, ya sin efectuar más disparos. En el camino nos encontramos con Blanco y con Suárez. Ellos nos facilitan agua y seguimos descendiendo más abajo y encontramos a Berra que se suma a nuestro descenso hasta el pie de la montaña.

Ya abajo todos reunidos y organizados nos quedamos en la edificación desalojada dos días antes. Escuchábamos ruidos, pisadas por todos lados y decidimos salir a la ruta 40, ya que ahí estábamos muy expuestos. En la ruta nos hidratamos bien.

Al poco tiempo escuchamos mucha gente gritando en la montaña, no sabría cuánta exactamente. Se dispuso el Grupo Operaciones Antitumulto (GOA) y nosotros más atrás porque teníamos conocimiento que habían armas de fuego. Ahí gritaban: "Tenemos un herido". Y lo acercaron hasta la ruta en una camilla y con ramas en la cara.

Se detuvo a las dos personas los bajaron al herido. Después llegaron más funcionarios judiciales y muchas otras personas. Estuvimos un buen rato hasta que nos desplazaron del operativo y se hizo cargo la policía del lugar. Cargamos nuestras cosas y nos trasladaron al ACA, a pocos metros del hotel donde estábamos. Ahí nos secuestraron armas, celulares, uniformes, todo. Hicimos noche en la Prefectura Bariloche. Luego en la escuela de Ejército. Transcurridos los días nos trasladan a Buenos Aires y nos dan dos días licencia ordinaria para asistencia psicológica.

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