Su nombre es Emmanuel Ioselli (24) pero se hizo conocido como "Camus Hacker". Un hábil informático que accedió a fotos de famosos. Actualmente está preso y seguirá detenido acusado de participar junto a Gastón Rubén Favale (42) de un grupo que captaba menores en las redes sociales con falsas propuestas laborales y abusaba de ellas.
El juez Sergio Torres ordenó el lunes pasado la detención de Ioselli y Favale porque captaban chicas en las redes sociales, fundamentalmente a través de Instagram, para luego –con la promesa de un trabajo tras realizar castings de modelaje– tomarles fotos pornográficas que vendían en internet. Según las menores que denunciaron el caso, durante las sesiones existieron abusos y al menos una de ellas fue violada por Favale.
Torres firmó ayer la denegación de la excarcelación de Ioselli, quien la solicitó luego de haberse defendido en indagatoria. Favale, en tanto, se negó a declarar y no pidió la excarcelación. Ambos siguen detenidos.
En la investigación se determinó que Ioselli era el encargado de captar a las menores a través de Instagram. Las chicas tenían un perfil bien marcado: la mayoría de las involucradas provienen de familias desarticuladas, en algunos casos con padres presos, hogares disfuncionales y con diferentes carencias económicas. La vulnerabilidad de la menores las transformaba en presas fáciles de la organización, que con falsas promesas de trabajo como modelos, las explotaban sexualmente.
Al firmar la denegatoria de la excarcelación de Ioselli, el juez Torres tuvo en cuenta los argumentos de la fiscal del caso, Alejandra Mángano, quien se opuso a la liberación del hacker.
Para la fiscal Ioselli no puede ser excarcelado porque podría fugarse ante la expectativa de una pena alta por el delito de trata. Y además porque puede interferir en la investigación.
Mángano -que encabeza además la fiscalía especializada en Trata de Personas- señaló que "de modo especial debe considerarse que las víctimas sufrieron constantes hostigamientos por parte de Ioselli y Favale, quienes las amenazaron con publicar sus fotos en internet y en distintas redes sociales si no entregaban los bienes recibidos a cambio de las fotos o no finalizaban las sesiones fotográficas pautadas".
La fiscal sostuvo: "Ello es un claro ejemplo que ilustra el amedrentamiento que podrían sufrir las victimas menores de edad en caso de que se haga lugar al pedido de excarcelación impetrado por Ioselli, lo cual además de poner en riesgo la investigación podría implicar un peligro para la integridad física o psicológica de ellas. Esta posibilidad no es producto de valoraciones de conductas futuras sino que encuentra sustento fáctico en el comportamiento que tuvieron tanto Ioselli como Favale con respecto a las víctimas".
Mángano recordó que los imputados habían amenazado a las jóvenes: "Además, cuando los nombrados tomaron conocimiento de la investigación en curso desplegaron diferentes medios de tinte amenazante para evitar que las víctimas proporcionen información o colaboren en el esclarecimiento de los hechos. A modo de ejemplo, vale recordar que las menores recibieron mensajes de texto y llamados amenazantes y sus cuentas en redes sociales fueron hackeadas y cerradas".
La fiscal explicó que la condición de hacker de Ioselli no le permite estar en libertad mientras la investigación esté en desarrollo: "Además, deben ponderarse los conocimientos y habilidades digitales, cibernéticas y de comunicación que tiene el nombrado (Ioselli), toda vez que estas podrían ser utilizadas para eliminar remotamente material probatorio e información de interés alojada en los diferentes dispositivos secuestrados, sitios web, cuentas de e-mail o redes sociales y nubes virtuales de almacenamiento de datos".
En contra de la pretensión de Camus Hacker se sumó otro argumento de Mángano: "Por último deben ser considerados los antecedentes penales relativos a Ioselli quien fue condenado a la pena de tres años de prisión en suspenso por parte del TOC 6 en el año 2016, lo cual obstruyen el otorgamiento de la excarcelación toda vez que existen posibilidades ciertas de que sea declarado reincidente". Ioselli fue a juicio por la difusión de fotos privadas de famosas, entre ellas, la conductora Verónica Lozano, la actriz Fátima Florez y la cantante Coki Ramírez. Había sido condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal N°6 por el delito de "Extorsión en concurso real con amenazas coactivas" y le dio una pena de tres años de prisión en suspenso.
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