El peor miedo de Nahir y el duelo judicial que ventila la intimidad de su relación con Fernando

La pregunta que le hizo a su abogado y las acusaciones cruzadas que señalan a Pastorizzo, la víctima, como maltratador y a la acusada como fría asesina

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Pocos días antes de que comenzara el juicio en su contra, Nahir Galarza quiso sacarse ante su abogado, José Ostolaza, una duda que la atormentaba.

—Si me condenan a perpetua, ¿a qué edad podría salir en libertad? —preguntó la joven de 19 años en una de las salas de visita de la Comisaría de la Menor y la Mujer de Gualeguaychú, donde está detenida por el crimen de Fernando Pastorizzo, asesinado de dos balazos el 29 de diciembre de 2017.

Su defensor la miró, hizo una pausa y no pudo evitar responderle:

—A los 44. Pero al aplicarse la libertad condicional te irías ocho años antes, cuando se cumplan los dos tercios de la condena.

Nahir, según contó un allegado, comenzó a llorar.

Pero en realidad esos son los años que Nahir tendría al salir si le dan la pena máxima de homicidio simple. Si la llegaran a condenar a cadena perpetua, podría pasar 35 años en la cárcel. Y quedaría libre (siguiendo la letra fría del Código Penal y sin contar los beneficios o la condicional) al cumplir 54 años.

Esa es la edad que tiene su padre Marcelo.

"Le decimos que no piense en eso, que trate de concentrar la energía en afrontar esta etapa. Se ha dicho que es fría, que sonríe, que es psicópata, que se peina. Es una chica de 19 años que está sufriendo y se siente arrepentida. Lloró varias veces. En ese llanto le vienen imágenes de lo que pasó aquella noche", le dijo Ostolaza a Infobae.

En la sala de audiencias del tribunal de Gualeguaychú, donde no caben más de cuarenta personas, cada uno de los asistentes vive desde el lunes una situación incómoda: ser espectadores de una historia trágica.

De un lado, los que dicen que Nahir es una psicópata capaz de reírse en el juicio. Del otro, los que aseguran que está destrozada por lo ocurrido.

Eso no es todo. En el centro de la escena aparece Fernando, una víctima que en la audiencia de hoy se mostró en su versión más desesperada: a través de los audios que mandó por WhatsApp a Nahir y que hace unos meses fueran difundidos por el ex manager de la joven Jorge Zonzini ("sos un asco de persona", le dice Fernando en uno) y a sus amigos.

En este juicio hasta se dio un cambio de roles: la defensa de la acusada, que encabeza Ostolaza, considera que Nahir fue víctima y Pastorizzo victimario, como si él fuera la persona juzgada en estas audiencias en las que pasarán 80 testigos.

En la jerga judicial se recurrió a una figura futbolera para simbolizar este duelo: "Es un Boca-River". Lo dicen y lo repiten, sobre todo, los abogados.

Muchas cosas se pusieron en duda: la mecánica del crimen, los actos de uno y otro, lo que dicen los testigos, el pasado de los padres, y hasta la relación que tenían Nahir y Fernando.

Más que la fría objetividad de los hechos demostrables, lo que del lado de la defensa pareciera estar en juego es otra cosa: que la considerada mala era buena y el considerado bueno era malo.

Del lado de la querella, se tiene el peor concepto de Nahir. Los padres de Fernando están convencidos de que planificó el crimen, que gozó al matar y simula hasta sus lágrimas.

Para llegar a algunas de esas construcciones en el juicio se ventila la intimidad de una pareja de jóvenes cuyo vínculo, según los testigos, era similar a un calvario. En ese contexto entra en escena el cambio de época: todo lo que se dice, y más en un vínculo entre chicos, deja su huella o queda registrado en las redes sociales o en la tecnología, en especial en los mensajes de WhatsApp.

De hecho, en el juicio difundieron un audio en el que, con desesperación, Fernando le cuenta a sus amigos que Nahir y una amiga le pegaron con ferocidad.

La defensa de la imputada pidió que uno de los testigos que declaró hoy, Juan Cabrera (primo de Nahir y amigo de Fernando), sea procesado por falso testimonio. El joven sostuvo que Nahir le dijo por teléfono que si Fernando la denunciaba por la presunta paliza que le dio con su amiga, ella lo iba a acusar a él por violencia de género. Pero según la defensa de la acusada, cuando declaró antes del juicio dijo que eso se lo había dicho Fernando y no Nahir.

"Los testigos de parte de la querella hasta ahora fueron testigos de oído. Nadie vio nada. Es inverosímil que ella le pegara a él, es una chica diminuta, sin fuerza", dice Ostolaza.

El padre de Fernando, Gustavo Pastorizzo, refuta con la siguiente frase: "Ella lo dominaba, lo amenazaba y le pegaba. Se creía su dueña. La foto que Nando le mandó a sus amigos en la que aparece con un ojo morado, es una prueba clara", dice.

Del lado de Nahir ponen en duda que sea un moretón. Hablan de un ojo hinchado por una alergia. Hasta esos detalles llega el enfrentamiento judicial.

La querella -los abogados Sebastián Arrechea y Juan Carlos Peragallo por parte del padre de Fernando, y Rubén Virué por la madre- y el fiscal, Sergio Rondoni Caffa, sostienen que Nahir planificó el crimen. Y que lo mató con alevosía, apoyándole la pistola en la espalda. La versión que da ella es que fue un accidente. Y que la noche fatal Fernando tuvo un ataque de ira.

La estrategia de los abogados de la joven apunta a demostrar que el crimen fue cometido por emoción violenta por los supuestos maltratos de Fernando, que hasta ahora no quedaron acreditados.

También sostienen que no eran novios. No es un detalle menor: si queda probada la relación de noviazgo, la calificación del delito imputado se agrava y Nahir podría ser condenada a perpetua.

"No tenía varias novias, ni yo era su novia", declaró Nahir. Sus padres dicen que no eran novios, aunque lo llevaron con ellos a Río de Janeiro. El padre de Fernando admite que no estaba tan al tanto de la relación: "Él la ocultaba, porque si nosotros sabíamos que lo maltrataba, no lo hubiésemos permitido. Él la quería", dijo a Infobae.

De lo que se desprende del expediente, de las pruebas incorporadas en el debate oral y de lo que declararon los testigos, quedan en evidencia las acusaciones contrapuestas entre una parte y la otra:

(Fotos Ricardo Santellan)
(Fotos Ricardo Santellan)

*El arma la agarró Fernando. La movió desafiante mientras decía: "Qué fierro tiene tu viejo".

*El arma la agarró Nahir arriba de la heladera y la ocultó en sus ropas.

*Ella declaró que cuando él la vio besarse con otro chico, él tuvo un ataque de ira. Y le preguntó si lo seguía viendo. "Él es diez mil veces mejor que vos porque me trata bien", le dijo ella.

*Según Nahir, él le apuntó con el arma en la panza mientras le decía: "Vos te venís conmigo porque sos mía".

*La versión judicial es que ella lo mató a sangre fría y que sabía manipular un arma.

*Ella dijo que fue un accidente. Ella le saca el arma a él y escucha una explosión, y luego otra. Y él muere. Y que caen de la moto porque él iba rápido.

*Para sus acusadores, lo mató cuando él frenó la moto. Apoyándole la pistola en la espalda, a quemarropa. Y que ella probablemente eligió la zona donde la mató, poco iluminada, para lograr más impunidad.

*Hipótesis de la querella: Nahir lo mató porque iba a ser de ella o de nadie.

*Sostiene la defensa de Nahir: Fernando la maltrataba porque iba a ser de él o de nadie.

*Ella le pegaba. Un vez golpeó la cabeza de él contra una pared y le tiró los pelos.

*Él le pegaba. Llegó a tirarla de los pelos y empujarla por la escalera.

*Ella lo manipulaba y lo tomaba como una posesión.

*Él la manipulaba y la celaba cuando estaba con otros.

*Ella ejercía una dominación sobre él. Lo separó de su familia y de sus amigos. Lo manejaba como un títere.

*Él ejercía maltrato psicológico. Le decía zorra, trola, desesperada que se comía a todo el mundo y una palabra que más atormentaba a Nahir: depresiva.

*Fernando decía que Nahir lo amenazó con matarse si él la dejaba.

*Nahir dice que salía con otro chico y que él la amenazaba para que volvieran a estar juntos.

*Ella dice que él le causó con golpes moretones en el cuerpo.

*Él decía que ella le dejó un ojo morado.

*Ella declaró que él después de tener relaciones la humillaba.

*Él decía que ella nunca lo iba a dejar tranquilo.

Los padres de Nahir y Fernando también, de alguna manera, quedaron en medio de la pelea judicial, sin contar los rumores que dejan entrever de una y otra parte, incomprobables hasta ahora y por eso no es conveniente mencionar.

Al disparar dos veces contra Fernando Pastorizzo, aquella madrugada, Nahir no solo rompió la armonía de un barrio donde algunos vecinos duermen con la puerta sin llave y dejan los autos sin alarma ni traba.

También convirtió a ese acto final -una especie de pacto no escrito que une en secreto a todo asesino con su víctima- en un punto de partida desde donde se busca revelar qué la llevó a apretar el gatillo del arma 9 milímetros de su padre policía. Ese, quizá, sea el mayor misterio.

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